Duelo por un ni?o chino

El paseo de Extremadura est¨¢ de luto. Pablo, un ni?o de dos a?os, de padres chinos y que hab¨ªa nacido en el barrio, muri¨® anteayer en el hospital 12 de Octubre a causa de las heridas sufridas por un atropello en la calle de Santa ?urea, el pasado d¨ªa 12. Numerosos vecinos se acercaban ayer a la fruter¨ªa propiedad de la familia de Pablo, en la misma calle donde se produjo el accidente, y daban el p¨¦same a Jiaman, padre del cr¨ªo.

Jiaman, nacido en la zona centro de China y emigrado a Espa?a hace cuatro a?os, apenas acertaba a expresar su pena y agradecimiento a los conocidos del barrio. ?stos, de todas las nacionalidades, gente sencilla, se han volcado en apoyo a la familia y han abierto una cuenta en Caja Madrid donde se puede ingresar dinero. "Cualquier cantidad es bien recibida", dicen los carteles que en la tarde de ayer empezaban a colocarse por las calles aleda?as a la fruter¨ªa. Es probable que la Embajada de China y el hospital ayuden tambi¨¦n en los gastos. Lo recaudado servir¨¢ para sufragar el viaje de las cenizas de Pablo a China, donde sus padres quieren que sean esparcidas. "Mi mujer es m¨¢s d¨¦bil que yo de coraz¨®n", reflexionaba ayer Jiaman en su fruter¨ªa. "Viajar a China y dejar all¨ª las cenizas y estar con sus padres le ayudar¨¢ a que tenga menos dolor".

"Este barrio es como un pueblo, para lo bueno y para lo malo", dice el p¨¢rroco Juanjo G¨®mez

Florentino, un salmantino jubilado que supera los 70 a?os y que se ayuda de una muleta para caminar desde hace 40 a causa de un accidente laboral, todav¨ªa no terminaba de asimilar la noticia. "Yo jugaba con Pablito y con su hermano Jes¨²s todos los d¨ªas, desde que lleg¨® del hospital, reci¨¦n nacido. Era muy querido en todo el barrio", dec¨ªa el jubilado. "Yo, y otros, nos los llev¨¢bamos de paseo, a comer a casa; yo me los tra¨ªa a saludar a los del banco...", continuaba el hombre.

La noche del accidente, cuando un coche dobl¨® la esquina, no vio a Pablo y lo atropell¨®, fueron los vecinos los que trataron de socorrer al ni?o, que ten¨ªa graves heridas. "La ambulancia tard¨® en venir tres cuartos de hora. Todo ese tiempo Jos¨¦, el del bar, lo tuvo en sus brazos", se?alaba ayer Florentino.

En la calle de Santa ?urea, frente al lugar del accidente, se suceden el bar de Jos¨¦, espa?ol y castizo; la fruter¨ªa de Jiaman; un locutorio paquistan¨ª, y la iglesia de Santa Justa y Santa Rufina. La parroquia luc¨ªa tambi¨¦n ayer en su puerta el cartel para la recaudaci¨®n de fondos.

Para que se comprenda el apoyo recibido por la familia de Pablo, el cura, Juanjo G¨®mez, explica: "Este barrio es como un pueblo, para lo bueno y para lo malo. Aqu¨ª todos nos conocemos y nos ayudamos. El a?o pasado se nos inund¨® la iglesia y los chinos vinieron aqu¨ª a ofrecerme su colaboraci¨®n. Y no, no son cat¨®licos", puntualiza.

Seg¨²n Juanjo, en el paseo de Extremadura (Latina) no ha habido problemas de integraci¨®n con los inmigrantes. "?ste es un barrio humilde, obrero, pero no es Lavapi¨¦s u otros barrios. Aqu¨ª todos son inmigrantes o hijos de inmigrantes, incluidos los espa?oles. S¨®lo que unos llegaron antes y otros, despu¨¦s", comenta Juanjo. "Los chinos son muy trabajadores, muy discretos, muy normalitos. De modo que de los ni?os, muy majos, se encari?¨® todo el barrio. Hasta fueron los vecinos los que le pusieron los nombres. Y sus padres chinos, que casi no hablan espa?ol, tambi¨¦n les llamaban as¨ª, Pablo y Jes¨²s, el nombre de aqu¨ª", dice el cura.

El drama en la calle de Santa ?urea ha sido por partida doble, pues quien conduc¨ªa el coche que atropell¨® al ni?o fallecido es tambi¨¦n vecino, y est¨¢ muy afectado. "Vive aqu¨ª, en la misma calle, unos portales m¨¢s abajo. Es joven, espa?ol; se acababa de sacar el carn¨¦ de conducir", sigue contando Juanjo, el p¨¢rroco.

?Ha habido alguna denuncia? "No, qu¨¦ va, ni siquiera los padres se le han quejado. Era de noche, el coche iba despacio, pero el ni?o sali¨® de entre los contenedores a la carretera y no le dio tiempo a frenar. Nos pod¨ªa haber pasado a cualquiera", se lamenta el p¨¢rroco.