PGE-2008
Entre los muchos puntos de vista desde los que se pueden abordar los Presupuestos del Estado (PGE-08), creo que, como analista de la coyuntura, los lectores de esta columna semanal estar¨¢n interesados en una valoraci¨®n de su papel como instrumento de estabilizaci¨®n macroecon¨®mica. En este sentido, he podido leer estos d¨ªas en los medios de comunicaci¨®n numerosos art¨ªculos, unos diciendo que son los adecuados para la situaci¨®n coyuntural de nuestra econom¨ªa, y otros opinando que no, porque son expansivos.
La verdad es que me gustar¨ªa hablar con los autores de estos art¨ªculos para contrastar los argumentos que les llevan a sus conclusiones y ver si aprendo algo, porque, si les soy sincero, yo no soy capaz de sacar conclusiones muy claras, estoy bastante confuso. Puedo, con metodolog¨ªas m¨¢s o menos adecuadas, valorar c¨®mo ha sido la pol¨ªtica fiscal en los ¨²ltimos a?os, pero soy incapaz, con la informaci¨®n y los objetivos que marcan los PGE-08, de adivinar qu¨¦ papel le asigna el Gobierno a esta pol¨ªtica para 2008. Y es que en este tema se observa una notable falta de transparencia.
Lo m¨¢s probable es que el super¨¢vit del pr¨®ximo a?o sea de nuevo superior al que anuncia el Gobierno
No basta con decir que, porque exista un super¨¢vit, los presupuestos contribuyen a la estabilidad, porque lo relevante a estos efectos no es tanto el nivel del super¨¢vit o del d¨¦ficit, sino de su variaci¨®n. Pero esa variaci¨®n hay que relacionarla con la posici¨®n c¨ªclica de la econom¨ªa (si esta est¨¢ produciendo por encima o por debajo de su potencial sostenible a largo plazo y si esta situaci¨®n se va a modificar al alza o a la baja en el siguiente a?o en funci¨®n de las previsiones de crecimiento). De todo esto no nos dicen nada los PGE.
Como se ve en los gr¨¢ficos adjuntos, hasta 2006 el saldo presupuestario del conjunto de las AAPP, tanto el total como el que es m¨¢s relevante, el llamado estructural o ajustado del ciclo, han estado mejorando, lo que indica que la pol¨ªtica fiscal ha estado actuando restrictivamente. Posiblemente esta restricci¨®n haya sido insuficiente, pero al menos la orientaci¨®n ha sido la correcta. Como consecuencia, el super¨¢vit alcanz¨® en 2006 el 1,8% del PIB. El problema surge en 2007, pues el Gobierno nos dice que el super¨¢vit se va a reducir al 1,3%, en un a?o en que el crecimiento del PIB (3,8%) va a superar de nuevo el potencial. Si esto fuera as¨ª, la pol¨ªtica fiscal habr¨ªa sido este a?o tremenda e innecesariamente expansiva. Lo que ocurre es que no ser¨¢ as¨ª, pues no hace falta ser un gran experto para calcular que el super¨¢vit ser¨¢ este a?o superior al 2% del PIB. El ministro de Trabajo ya anunci¨® que el super¨¢vit de la Seguridad Social rondar¨ªa el 1,2% (no el 0,6% que se prev¨¦ en los PGE) y con los datos conocidos hasta agosto puede estimarse que el Estado y sus organismos superar¨¢n en varias d¨¦cimas del PIB el 0,8% que alcanzaron en 2006.
A partir de aqu¨ª, ?qu¨¦ decir del super¨¢vit del 1,15% del PIB que se propone para 2008? Si la econom¨ªa creciese el 3,3% como prev¨¦n los PGE, no habr¨ªa ning¨²n efecto c¨ªclico adverso, y los gastos en nuevas pol¨ªticas sociales anunciados estas ¨²ltimas semanas, ni de lejos ser¨ªan suficientes para reducir el super¨¢vit m¨¢s de un punto porcentual del PIB. As¨ª que lo m¨¢s probable es que el super¨¢vit del pr¨®ximo a?o sea de nuevo superior al que anuncia el Gobierno, incluso aunque la econom¨ªa crezca menos del 3,3%. En resumen, si queremos valorar la pol¨ªtica fiscal, antes debemos hacer nuestros propios n¨²meros, los del Gobierno nos sirven de poco. El problema es que para hacer estos n¨²meros, antes hay que hacer un m¨¢ster en Hacienda P¨²blica.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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