Hartos de 'calentar la silla'
La cultura de la presencia, basada en horarios r¨ªgidos e inflexibles, merma la productividad y aumenta el absentismo
La mayor¨ªa de organizaciones alberga la creencia de que ver a sus trabajadores sentados en sus sillas es sin¨®nimo de productividad. Pero "esta cultura presencial", basada en la "inflexibilidad y rigidez laboral, merma los resultados de las empresas y aumenta el absentismo de los empleados", seg¨²n los expertos en management. Lo que s¨ª funciona es la "gesti¨®n de los colaboradores basada en la confianza mutua, que se materializa a trav¨¦s de la direcci¨®n por objetivos y la flexibilidad de horarios".
"A veces me gustar¨ªa hablar con mi jefe, pero no parece muy abierto a escucharme. Est¨¢ casi siempre cabreado", comenta un empleado
"Est¨¢ demostrado que liderar desde la confianza trae mayores recompensas que hacerlo desde la supervisi¨®n", afirma la 'coach' Simone
"Estoy agotado f¨ªsica y mentalmente. Siento que no me quedan fuerzas. Me encanta mi trabajo, pero ya no puedo m¨¢s". As¨ª se confiesa el periodista P. R., de 30 a?os, que lleva casi tres a?os trabajando en una empresa de comunicaci¨®n, en Madrid. Su jornada laboral suele comenzar sobre las 10 de la ma?ana, dedica casi todas las comidas a cubrir eventos informativos y normalmente no sabe a que hora va a poder salir, nunca antes de las 10 de la noche.
Su problema radica en el hecho de que tanto su jefe en particular, como su organizaci¨®n en general, valoran su presencia f¨ªsica, lo que le lleva a pasar muchas horas en la oficina, aunque "no todas son aprovechables", precisamente. P. R. admite que hay determinados aspectos de su profesi¨®n que requieren su presencia en la empresa, pero otros no, sobre todo gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, como internet, el m¨®vil y el ordenador port¨¢til.
Sin embargo, su jefe considera que si no est¨¢ visible, no rinde como deber¨ªa. "Esta falta de confianza me obliga a quedarme en el trabajo hasta tres o cuatro horas m¨¢s al d¨ªa, pero s¨®lo para que no cuestionen mi profesionalidad", afirma. Y en esta afirmaci¨®n incluye a algunos de sus compa?eros, a quienes "les molesta que uno se marche a casa antes de las ocho", confiesa P. R. "Es como estar castigado, y esta falta de libertad para gestionar mi tiempo es lo que m¨¢s me quema", lamenta este periodista.
"Est¨¢ situaci¨®n est¨¢ afectando negativamente a mi salud; estoy mucho menos motivado que cuando comenc¨¦ y noto como mi rendimiento es bastante menor", explica P. R. "Ojal¨¢ gozara de m¨¢s flexibilidad para demostrarles que puedo hacer uso de mi libertad con responsabilidad y profesionalidad". Y concluye: "A veces me gustar¨ªa comentarlo con mi jefe, pero ¨¦l se pasa m¨¢s horas que yo en el trabajo y tampoco parece muy abierto a escucharme. Est¨¢ casi siempre cabreado".
En opini¨®n de la coach Rosaria Simone, especializada en transformaci¨®n sist¨¦mica para personas y organizaciones, "el primer paso para poder cambiar esta situaci¨®n es que exista voluntad por ambas partes de querer conversar sobre el asunto". Para ello, "el empleado tiene que tratar de empatizar con su jefe, dejando de lado su actitud de v¨ªctima para exponer de forma proactiva y positiva sus sugerencias al respecto".
Saber delegar
"El esfuerzo del jefe", por su parte, "radica en su capacidad de saber delegar, dando toda la autonom¨ªa posible para que sus colaboradores se desarrollen con libertad", explica. "Est¨¢ demostrado que liderar desde la confianza trae mayores recompensas que hacerlo desde la supervisi¨®n", afirma Simone. Y es que "el l¨ªder, precisamente por su posici¨®n, es el responsable de crear, a trav¨¦s de la comunicaci¨®n, relaciones humanas mejores, que a su vez generan resultados empresariales excelentes".
A pesar de que existe unanimidad al respecto, "demasiadas compa?¨ªas espa?olas est¨¢n apegadas, por rutina e inercia, a la cultura de haber qui¨¦n se va el ¨²ltimo, postergando su vuelta a casa", lamenta Ignacio Buqueras, presidente de la Comisi¨®n Nacional para la Racionalizaci¨®n de los Horarios Espa?oles. "Y lo lamentable es que este presentismo dificulta enormemente la necesaria conciliaci¨®n entre vida personal, familiar y laboral de los trabajadores, provoc¨¢ndoles estr¨¦s y tensiones, lo que merma su calidad de vida y su rendimiento profesional", apunta.
En su opini¨®n, "en los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa, apenas se trabaja m¨¢s all¨¢ de las cinco o las seis de la tarde y su productividad es mayor que la nuestra". As¨ª, aunque "la cultura de la presencia aumenta el absentismo f¨ªsico [que en Espa?a ronda el 4,1% y tiene un coste de 652 millones de euros al a?o, seg¨²n un informe de Pricewaterhouse Coopers], tambi¨¦n fomenta el absentismo emocional, que se podr¨ªa definir como estar en el trabajo pero sin estar, algo dif¨ªcil de cuantificar". Y concluye: "El coste de la no conciliaci¨®n siempre es superior al de la puesta en marcha de medidas que fomenten la racionalidad de los horarios y la flexibilidad laboral".
A esta misma conclusi¨®n lleg¨® en el a?o 2000 la multinacional DKV Seguros, que cuenta con 685 empleados en Espa?a. "Entonces apostamos por promover una cultura que fomentara el bienestar entre nuestros trabajadores, delegando en ellos la responsabilidad de ser due?os de su trabajo, lo que a posteriori reverti¨® muy positivamente en su compromiso y, por ende, en su productividad", explica su director de recursos humanos, Jorge D¨ªez.
Ahora mismo, a trav¨¦s de la direcci¨®n por objetivos, adem¨¢s de poder entrar y salir cuando se quiera, dos tercios del grueso de la plantilla trabajan de ocho a tres, mientras que el otro tercio restante lo hace de ocho a una y de tres a siete. Este horario se mantiene durante dos semanas; luego se rota. "Al principio fue complicado de lidiar, pero poco a poco se ha ido creando una cultura basada en la confianza mutua y la flexibilidad", sostiene D¨ªez. Y lo cierto es que funciona: en la ¨²ltima encuesta de clima laboral, el 78% de los trabajadores se mostr¨® satisfecho con sus condiciones laborales.
Libros recomendados: ?No somos recursos, somos humanos!, de Cuca Ricom¨¢ y Franc Ponti (Granica); Gesti¨®n del tiempo, de Guillermo Ballenato (Ediciones Pir¨¢mide); Lo bueno de ser bueno, de Linda Kaplan Thaler y Robin Koval (Alienta); Eneagrama y ¨¦xito personal, de Ginger Lapid-Bogda (Urano); Gestionar la confianza, de Javier Fern¨¢ndez (Pearson); Ir o no ir, de Paco Muro (Empresa Activa); El nuevo arte de vivir el tiempo, de Jean-Louis Servan-Schreiber (Paid¨®s); Empresas felices = empresas rentables, de varios autores (Gesti¨®n 2000).
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