300 vecinos impiden el derribo de una vivienda en Vigo
El vecindario de Sampaio considera la orden judicial un agravio comparativo
Al grito de "Justicia s¨ª, derribo no", de 200 a 300 vecinos de la parroquia viguesa de Sampaio impidieron ayer ejecutar el derribo de una casa ordenado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). El vecindario impidi¨® el acceso de las autoridades municipales que deb¨ªan cumplir la orden y tampoco pudieron acercarse las m¨¢quinas. El alcalde, Abel Caballero, reiter¨® ayer que comparte "la extra?eza social" por la sentencia judicial.
El litigo comenz¨® en 2000. Manuel Dasilva, trabajador del naval, y su mujer, Charo Amor¨ªn, cajera en un supermercado, decidieron rehabilitar la vivienda que hab¨ªan heredado en Sampaio, una parroquia asentada en las faldas del monte que se despliega desde A Madroa hacia la avenida del aeropuerto. Las vistas son espl¨¦ndidas, con la ciudad a los pies, la r¨ªa y las C¨ªes al fondo. Los accesos, sinuosos y angostos. Y el ¨²ltimo tramo, una corredoira de intensa pendiente de bajada, es privado, como advierte una se?al y subrayaba su propietario, que ayer mismo barajaba sus opciones legales de negar el paso a las m¨¢quinas del derribo. No hubo lugar a ello. La corredoira ya estaba taponada por seis coches aparcados en l¨ªnea, y no hay ning¨²n otro acceso.
La Audiencia Provincial de Pontevedra fall¨® a favor de Manuel Dasilva. Reconoci¨® que durante las obras de rehabilitaci¨®n de la vivienda se derrumbaron dos viejas paredes exteriores y que tuvieron que levantarlas con nueva f¨¢brica. Sobre los mismos cimientos. A Araceli Mart¨ªnez Mancebo, la vecina de la casa colindante, en una cota superior que coincide con la cubierta de la de Dasilva, no le convenci¨® el fallo de la Audiencia Provincial y recurri¨® al TSXG: se hab¨ªa hecho obra nueva, prohibida por la normativa urban¨ªstica y que, por tanto, hab¨ªa que derribar. As¨ª se lo reconoci¨® el alto tribunal gallego.
?Qu¨¦ inter¨¦s ten¨ªa Araceli Mart¨ªnez para alentar el litigio? "No lo s¨¦; ninguno, como no sea buscar dinero", afirmaba ayer Dasilva. La mujer, una viuda madura (su marido muri¨® en una reyerta), se avecin¨® en Sampaio en 1993 "Y yo mismo trabaj¨¦ con ella para levantar el muro de contenci¨®n de su casa", dice Dasilva. Ahora, por unos motivos u otros, est¨¢ en pleitos con todos los vecinos colindantes."En la manifestaci¨®n del viernes [un millar de personas march¨® por las calles de Vigo contra el derribo] un hombre de Guillarei, donde ella viv¨ªa antes, me dijo que tambi¨¦n all¨ª hab¨ªa pleiteado con varios vecinos. A ¨¦l le sac¨® los ocho millones de pesetas con los que se compr¨® esta casa", se?ala Dasilva. "No entiendo por qu¨¦ los jueces no reparan en qui¨¦n pone las denuncias".
La comitiva municipal que deb¨ªa oficializar ayer la orden de derribo, encabezada por la concejala de Urbanismo, Carmela Silva, fue recibida con una sonora bronca y no pudo abrir la menor brecha en la pi?a de vecinos que cegaba el paso en la calle de la que parte la corredoira privada. S¨®lo los m¨¢s allegados se quedaron acompa?ando a Manuel Dasilva y Charo Amor¨ªn abajo, en la casa. "?Justicia s¨ª, derribo no!", coreaban una vez y otra los vecinos, intercalando solos de tenor con los que demostraban estar al d¨ªa de los litigios an¨¢logos en el urbanismo vigu¨¦s: "?Que empecen pola Finca do Conde!", dec¨ªa uno. "?Polos apartamentos de Samil!", replicaba otro. "?Pola colina de Castrelos!", terciaba otra voz m¨¢s all¨¢.
En Vigo hay unas 2.000 viviendas pendientes de derribo, ordenados por sucesivas sentencias judiciales. El Ayuntamiento, de ejecutarse esas demoliciones, tendr¨ªa que afrontar las indemnizaciones como responsable ¨²ltimo de las licencias o de la incuria administrativa. Ello supondr¨ªa llevar las arcas municipales a la quiebra durante muchos a?os. De modo que viene aplazando los derribos con sucesivos recursos e intenta legalizar las construcciones prohibidas d¨¢ndoles carta de naturaleza en el plan general de urbanismo que se tramita desde hace casi ocho a?os y que se conf¨ªa ver aprobado en el actual. La vivienda de la familia Dasilva tambi¨¦n ser¨ªa legalizada por el plan, asegur¨® ayer el alcalde.
El Ayuntamiento ha de ejecutar la sentencia, que "no nos deja ning¨²n margen de maniobra", dijo Caballero. El alcalde reiter¨® su solidaridad con los afectados y les garantiza el realojo hasta que encuentren una vivienda alternativa. Pero ayer s¨®lo pudo levantar acta, que hoy entregar¨¢ en el juzgado, de la imposibilidad de ejecutar el derribo. Los vecinos de Sampaio, mientras, porfiaban en mantener la alerta para impedirlo.
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