Otra vez con el refer¨¦ndum
Cuando estamos haciendo todo lo posible por mantener un solo equipo en primera, cuando vemos que el ¨ªndice emigratorio en Euskadi es negativo a pesar de la privilegiada situaci¨®n econ¨®mica que disfrutamos gracias al cupo va el lehendakari y nos pone fecha a un refer¨¦ndum imposible de llevar a cabo por su rotundo car¨¢cter ilegal, tensando al l¨ªmite la vida pol¨ªtica de ¨¦ste rinc¨®n.
Una de las cosas que no han aprendido nuestros j¨®venes representantes pol¨ªticos de la democracia es que en ella no se puede hacer cualquier cosa, Cicer¨®n dec¨ªa que si quer¨ªamos ser libres ten¨ªamos que ser esclavos de la ley. Curiosamente lo saben cuando lo aplican sobre la ciudadan¨ªa, deje usted de pagar un impuesto y lo comprobar¨¢ inmediatamente. Las leyes son esas l¨ªneas que marcan el terreno de juego y si las superas sales del mismo te echan una multa o te meten en la c¨¢rcel. La pol¨ªtica moderna, si quiere ser pol¨ªtica no es hacer como cuando cre¨¢bamos mesnadas bajo Fern¨¢n Gonz¨¢lez y como ancha es Castilla se la arrebat¨¢bamos a los moros que a su vez se la hab¨ªan arrebatado a los visigodos. Es algo pactado desde el principio, convenci¨®n lo llamaron los franceses, y si no realizas las funciones que te corresponden, las superas, adem¨¢s de desleal eres un "autogolpista". Cosa que no se lleva en la Europa de la Uni¨®n.
La secesi¨®n, que cree el lehendakari que se puede resolver con un mero refer¨¦ndum, es una de las cuestiones m¨¢s peligrosas para la convivencia pac¨ªfica y el bienestar de las sociedades. Por qu¨¦ ha de aplicarse la autodeterminaci¨®n al espacio que quieran los nacionalistas y no a Amorebieta -acu¨¦rdense que el PNV neg¨® capacidad al municipio para autodeterminarse sobre la central el¨¦ctrica de Boroa- o Portugalete como le espet¨® Patxi L¨®pez a Ibarretxe. No tiene soluci¨®n pac¨ªfica el problema, es una cuesti¨®n que se resuelve con violencia o no se resuelve, por eso los tratadistas antes de llegar a esa macabra conclusi¨®n plantean que en una cuesti¨®n predeterminada. De la soberan¨ªa del monarca, el absolutismo, se pas¨® a la soberan¨ªa nacional englobando el mismo territorio. Se convino que fuera as¨ª, porque si se pregunta se balcaniza la situaci¨®n. Como explican tanto Ruiz Soroa como F¨¦lix Ovejero, el ¨¢mbito territorial es algo que viene predeterminado. Si no se asume se hace estallar la caja de los truenos. Pienso que si la importancia de la realidad, las relaciones econ¨®micas, culturales, incluso de ocio y vida cotidiana, tuvieran m¨¢s influencia en la pol¨ªtica estas situaciones no se dar¨ªan. Pero cometimos el error de favorecer la creaci¨®n de clases burocratico-pol¨ªticas casi tan endog¨¢micas y encerradas en si mismas como los corp¨²sculos marginales incluidos los grupos terroristas, dando como resultado propuestas imposibles, insolidarias, enajenadas, adem¨¢s de peligrosas.
S¨®lo un inefable odio hacia lo espa?ol, y mucho mayor hacia los vascos que se sienten tambi¨¦n espa?oles, acompa?ado de la b¨²squeda de un sistema que garantice durante muchos a?os la dominaci¨®n pol¨ªtica del nacionalismo, puede impulsar tan desmedida soluci¨®n plebiscitaria que en ninguna parte ha tenido formulaci¨®n pacifica -no me citen el Qu¨¦bec porque lo que se ha presentado es lo contrario, y si se aplica en Irlanda para los condados del norte, que est¨¢ por ver, es tras dos siglos de guerras, un ejemplo poco motivador-, y por ello, s¨®lo para los pa¨ªses colonizados lo asume la doctrina de la ONU. Por el contrario, sabedora de los riesgos que se corren cambiando las fronteras, tanto la ONU como los pa¨ªses civilizados consideran un bien a proteger la existencia de estados hist¨®ricamente consolidados y definidos en sus fronteras. Es pues una pregunta que aqu¨ª no se puede hacer.
Debiera el lehendakari felicitarse del excelente resultado econ¨®mico que le supone para Euskadi su pertenencia a Espa?a, debiera felicitarse porque gracias a ella Legazpi o San Ignacio o Unamuno han sido vascos universales, reconocer que si tiene a estas alturas de la historia que plantearse una opci¨®n tan radical es porque cuando pod¨ªa haber ca¨ªdo de suyo no se dio, que viv¨ªamos bien a gusto bajo el Rey Nuestro Se?or, aunque otra cosa fue cuando lleg¨® el liberalismo y el socialismo. De entonces surgi¨® fuera de tiempo nuestras ans¨ªas de independencia que uno no sabe bien si fue de Espa?a o de la modernidad mediante un nacionalismo, que si no fueran todos malsanos, este especialmente se calificar¨ªa de profundamente reaccionario. He ah¨ª nuestra tragedia, volver al pasado, y eso no lo resuelve ning¨²n refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n por muchas zorgi?as del Amboto que lo hayan cocinado.
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