Nobel para Gore, bofetada para Bush
Hu¨¦rfano de h¨¦roes, el Comit¨¦ noruego premi¨® ayer con el Nobel de la Paz al ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore y al Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico de la ONU por "sus esfuerzos por construir y extender un mayor conocimiento sobre el cambio clim¨¢tico inducido por el hombre y por sentar las bases de las medidas necesarias para combatir ese cambio". El galard¨®n estaba cantado y aun as¨ª no dej¨® indiferente. La Academia mezcl¨® la popularidad de Gore y el rigor cient¨ªfico del IPCC, un panel con el que colaboran 2.500 cient¨ªficos y que cada seis a?os ponen al d¨ªa la ciencia del cambio clim¨¢tico.
El presidente del panel de 2.500 expertos reclama una "acci¨®n urgente" para frenar la emisi¨®n de gases de efecto invernadero
El galard¨®n aumenta la presi¨®n sobre la Casa Blanca, que mantiene su pol¨ªtica de escepticismo sobre el calentamiento
Cada estadounidense emite el doble de emisiones de CO2 que un europeo
La Academia premia a Al Gore y al grupo de cient¨ªficos reunidos por la ONU por alertar al mundo del cambio clim¨¢tico
Al Gore, de 59 a?os, lleva m¨¢s de 20 alertando sobre el cambio clim¨¢tico. Dec¨ªan que no conectaba con la gente porque su discurso estaba adelantado. En los 80, sus llamamientos a favor del medio ambiente le valieron el apodo de Mr. Ozono. La ecolog¨ªa comenzaba entonces el camino que Al Gore llevaba a?os transitando. En 1992 lleg¨® a la vicepresidencia de EE UU y t¨ªmidamente comenz¨® un cambio en la pol¨ªtica del mayor contaminante del mundo aunque nunca lleg¨® a ratificar el protocolo de Kioto. ?l siempre defendi¨® que acab¨® su mandato cuando comenzaba el proceso de ratificaci¨®n y que las elecciones de 2000, que gan¨® de forma pol¨¦mica George W. Bush, no s¨®lo le frustraron a ¨¦l, sino a toda la lucha contra el calentamiento, pero es muy probable que su mensaje no ser¨ªa tan radical si estuviese en la Casa Blanca.
Bush se instal¨® en Washington y Gore comenz¨® la fruct¨ªfera carrera -en reconocimiento y dinero- para alertar sobre el cambio clim¨¢tico. "Soy un hombre con una misi¨®n", declar¨® a este diario en noviembre de 2006, al estrenar su documental Una verdad inc¨®moda, que gan¨® dos oscars. El tono mec¨¢nico que le distanciaba de los votantes le dio credibilidad como profeta del desastre. La pel¨ªcula se convirti¨® en un taquillazo y Gore, como sus predecesores, comenz¨® a dar conferencias a precio de oro por el mundo. El Ayuntamiento de Madrid lo invit¨® en febrero de 2007 y busc¨® ayuda para pagar la millonada que cobraba Gore. Jos¨¦ Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, puso el dinero a cambio de hablar tras Gore.
Este beneficio econ¨®mico ha sido muy criticado, olvidando que otros ex presidentes desde Aznar a Clinton hacen caja con temas m¨¢s mundanos. Es cierto que el documental de Gore contiene excesos (simula c¨®mo se hundir¨ªa Manhattan si toda Groenlandia se fundiera, algo altamente improbable en milenios), pero le ha convertido en la persona que m¨¢s ha hecho por concienciar del problema, seg¨²n el comit¨¦ que otorga el Nobel. Gore tom¨® el discurso cient¨ªfico, lo tradujo, le puso im¨¢genes y m¨²sica y lo llev¨® a millones de hogares.
Ayer, Gore se mostr¨® "profundamente honrado" por el Nobel. El premio est¨¢ dotado con 1,1 millones de euros. Gore donar¨¢ su mitad a la Alianza para la Protecci¨®n del Clima.
El galard¨®n fue saludado por los ecologistas de todo el mundo y por l¨ªderes como la canciller alemana Angela Merkel, que destac¨®: "Gore ha contribuido como nadie a despertar la conciencia mundial para luchar contra el cambio clim¨¢tico". En parecidos t¨¦rminos se expresaron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, o el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy.
La respuesta m¨¢s esperada, la de George Bush, fue mucho m¨¢s fr¨ªa. A trav¨¦s de su portavoz, se declar¨® "feliz por el premio" aunque neg¨® que vaya a cambiar su pol¨ªtica: duda de que el calentamiento se deba a la acci¨®n humana y se niega a firmar una obligaci¨®n de reducci¨®n de emisiones. Aunque EE UU ha rebajado sus emisiones de gases de efecto invernadero, cada estadounidense emite el doble de CO2 que un europeo.
El Nobel supone un espaldarazo para Gore, pero tambi¨¦n una bofetada para Bush.
La Administraci¨®n de Bush ha comenzado t¨ªmidamente a reconocer que el calentamiento es real y que est¨¢ causado por el hombre, pero ayer el portavoz de Bush insisti¨® en que es "dif¨ªcil poner en marcha una estrategia efectiva y pr¨¢ctica para frenar el cambio clim¨¢tico, sin perjudicar el crecimiento econ¨®mico de los pa¨ªses que necesitan salir de la pobreza". El discurso no puede ser m¨¢s alejado del de Gore. Si Gore pone la cara y la pol¨ªtica en el premio, la seriedad y el rigor la aportan el IPCC. El grupo, organizado por la ONU en 1988, re¨²ne peri¨®dicamente la ciencia del calentamiento. En sus cuatro grandes informes, el m¨¢s reciente en enero pasado, ha ido aumentando inexorablemente la certeza de que el calentamiento es real. En el ¨²ltimo colaboraron 2.500 cient¨ªficos de m¨¢s de 130 pa¨ªses. Concluye que el calentamiento es "inequ¨ªvoco" y que con m¨¢s del 90% de probabilidades se puede atribuir al hombre. Aunque muchos ecologistas le acusan de aguar la gravedad del problema y algunos cient¨ªficos le achacan todo lo contrario, el IPCC supone el consenso cient¨ªfico en la materia.
No es ni el estudio m¨¢s avanzado ni el m¨¢s radical, pero tiene autoridad para sacudir la pol¨ªtica mundial. Su presidente, el indio Rajendra Pachauri, se declar¨® ayer "abrumado" por el Nobel y reclam¨® "mayor urgencia en la lucha contra el calentamiento".
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