Venezuela presenta el Banco del Sur en Washington
A EE UU le preocupa que la nueva instituci¨®n d¨¦ a Caracas la posibilidad de influir en Am¨¦rica Latina durante d¨¦cadas
En un momento en que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aparecen sumidos en las dudas sobre su eficacia y su futuro, Venezuela present¨® ayer en Washington, sede de esas dos instituciones, el Banco del Sur, una entidad que pretende desplazar a los organismos financieros internacionales y saciar las necesidades de cr¨¦ditos baratos de los Gobiernos de Am¨¦rica del Sur.
"Esto no es el banco de Ch¨¢vez y para Ch¨¢vez", afirma un ministro venezolano
El ministro venezolano de Finanzas, Rodrigo Cabezas, dijo ante un grupo de periodistas que el Banco del Sur es "el primer eslab¨®n de una nueva arquitectura financiera" con la que se intenta poner fin a la dependencia de los pa¨ªses suramericanos del mercado tradicional de pr¨¦stamos y burlar las condiciones que sol¨ªa imponer el FMI.
El siguiente paso, seg¨²n explic¨® Cabezas, ser¨ªa la creaci¨®n de un fondo monetario suramericano o un fondo de reservas "que administre los 160.000 millones de d¨®lares [unos 112.000 millones de euros] de reservas globales de la regi¨®n para ponerlas al servicio del desarrollo".
El ministro dijo que los ocho pa¨ªses que al principio formar¨¢n parte del Banco del Sur (Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Colombia, que anunci¨® su participaci¨®n la pasada semana) est¨¢n trabajando intensamente para que el acta fundacional del nuevo organismo pueda firmarse el 3 de noviembre en su sede de Caracas, aunque admiti¨® que quedan pendientes algunas discusiones que podr¨ªan obligar a retrasar esa fecha. De momento, la instituci¨®n queda limitada al ¨¢mbito de Am¨¦rica del Sur.
Las dificultades mayores se est¨¢n presentando en relaci¨®n con las aportaciones de capital de cada uno de los miembros, as¨ª como su capacidad de decisi¨®n. Cabezas dijo ayer que el aporte inicial "se har¨¢ por voluntad de cada una de las naciones", es decir, que nadie estar¨¢ obligado a depositar una cantidad precisa para ser socio. La suma con la que pretende arrancar es de 7.000 millones de d¨®lares.
El Gobierno de Ecuador ha sugerido que cada uno de los miembros aporte inicialmente como m¨ªnimo la misma cantidad con la que participa en el Banco Mundial y el FMI. Brasil, el que con mayor insistencia est¨¢ pidiendo rigor en el manejo de la instituci¨®n, preferir¨ªa alguna forma de obligatoriedad en las primeras aportaciones, y que ¨¦stas no dependan s¨®lo de Venezuela y del propio Brasil.
El Gobierno venezolano pretende asimismo que el acta fundacional garantice el principio de cada pa¨ªs un voto, de forma que todas las decisiones se tomen por consenso y sin tener en cuenta el tama?o de cada econom¨ªa o su contribuci¨®n al capital total. "Se trata de demostrar que esto no es el banco de Ch¨¢vez y para Ch¨¢vez", manifest¨® Rodrigo Cabezas, intentando desmentir las sospechas de que el Banco del Sur es un instrumento de la pol¨ªtica exterior del presidente de Venezuela contra EE UU.
Aunque en este pa¨ªs no se ha producido a¨²n una reacci¨®n oficial, algunos funcionarios estadounidenses han reconocido en privado su preocupaci¨®n por las posibilidades que esta instituci¨®n le da a Hugo Ch¨¢vez de influir en la estabilidad de Am¨¦rica Latina por d¨¦cadas.
Esa misma preocupaci¨®n era ayer visible en los organismos de cr¨¦dito tradicionales, especialmente en la instituci¨®n m¨¢s amenazada por la nueva criatura, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Fuentes del BID reconocieron que, si Caracas est¨¢ dispuesta a poner dinero a fondo perdido en esta iniciativa, el nuevo banco es perfectamente viable a corto plazo.
Pese a que el ministro Cabezas asegur¨® ayer que este proyecto "no es contra nadie", resulta obvio que Venezuela intenta aprovechar las dificultades del BID y sus hermanos mayores del BM y FMI, grandes protagonistas de la econom¨ªa mundial en el pasado, para adaptarse a los nuevos tiempos. Aunque los tres han puesto el acento en los ¨²ltimos a?os en atender las necesidades de los pa¨ªses pobres, sus conceptos y condiciones resultan a veces incompatibles con algunos Gobiernos populistas que han ascendido al poder en Am¨¦rica Latina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.