La Ca?ada, un problema muy real
privilegiadas por las que nos asomamos a una realidad cada vez m¨¢s compleja. El caso de la Ca?ada Real Galiana es un claro ejemplo. Aunque desde hace cuatro d¨¦cadas miles de personas han levantado viviendas, de forma ilegal, sobre terrenos que durante siglos fueron v¨ªas de paso obligado para ganados trashumantes, han tenido que llegar las c¨¢maras de TV y los fot¨®grafos para que muchos calibren la aut¨¦ntica gravedad de un problema muy real. Pese a que lo publicado hasta la fecha nos habla de familias que sobreviven en medio de la precariedad, que tambi¨¦n, la complejidad del asunto alcanza dimensiones preocupantes y demanda una postura firme y urgente de todas las administraciones implicadas para que se respete una legalidad vulnerada impunemente.
No debe olvidarse que a comienzos de los 70, una vez que los reba?os de ovejas dejaron de transitar por estos p¨¢ramos en su viaje desde Extremadura al norte en busca de pastos frescos, en la Ca?ada Real las irregularidades se limitaban a algunas construcciones precarias realizadas junto a las huertas. Rivas, con 450 habitantes censados, apenas iniciaba su despegue. En ese momento su Ayuntamiento ya alert¨® por carta al Ministerio de Agricultura, administraci¨®n titular del terreno por aquellas fechas, de la existencia de ocupaciones ilegales de terreno. Pasaron los a?os, el fen¨®meno creci¨® como la espuma y en 1996 el pleno municipal decidi¨® encomendar al alcalde para realizar actuaciones en defensa de la integridad territorial de un t¨¦rmino ya entonces amenazado, seg¨²n rezaba el acta. La iniciativa de tomar cartas en este asunto no pod¨ªa (antes) ni puede (ahora) tomarla una administraci¨®n en solitario. Debe ser una decisi¨®n coordinada que tenga a la cabeza a quien tiene la titularidad del suelo. La administraci¨®n competente es la Comunidad de Madrid, como se?ala el art¨ªculo 27.3 del Estatuto de Autonom¨ªa y desarrolla la Ley de V¨ªas Pecuarias de la Comunidad de Madrid, del 15 de junio de 1998, que la reconoce como ¨²nica propietaria de la Ca?ada Real Galiana. Alberto Ruiz-Gallard¨®n y yo mismo nos hemos dirigido, por carta y en p¨²blico, a Esperanza Aguirre para que asuma su cuota de responsabilidad y para que convoque una comisi¨®n permanente en la que est¨¦n presentes la propia Comunidad, la Delegaci¨®n de Gobierno y los cinco ayuntamientos por cuyos t¨¦rminos pasa.
Si tratamos de conocer cu¨¢les son las dimensiones reales del problema habr¨ªa que preguntar a la poblaci¨®n de Rivas. A los vecinos y vecinas de Covibar, uno de los barrios con m¨¢s solera y m¨¢s combativos de nuestra ciudad, s¨®lo les separa una calle del poblado. La progresiva degradaci¨®n de la zona est¨¢ dej¨¢ndose notar de un modo preocupante. El precio desorbitado que ha alcanzado la vivienda provoca que mucha poblaci¨®n inmigrante y espa?ola con bajos recursos haya encontrado aqu¨ª un clavo ardiendo al que agarrarse. Miles de seres humanos han venido a engrosar en los ¨²ltimos a?os el censo inexistente de una ciudad invisible en la que no han faltado los abusos. Quienes han adquirido terrenos para construir han sido, en muchas ocasiones, v¨ªctimas de tipos sin escr¨²pulos que se han querido lucrar con la necesidad ajena. Contra estos desalmados es contra los que los jueces tambi¨¦n deben actuar.
Esta somera descripci¨®n no pretende esconder que ahora nos hallamos en un punto sin retorno. Ya no hay excusas para la asunci¨®n de medidas valientes que den respuestas a las justas reivindicaciones que se plantean. En primer lugar, desde las que defienden ciudadanos y ciudadanas que pagan sus impuestos y sufren las consecuencias de la delincuencia, el aumento del consumo y el tr¨¢fico de drogas que suelen acompa?ar al hacinamiento y a la miseria que emerge de un territorio fuera de la ley. Por otro lado, est¨¢n los miedos de quienes fueron a parar a la Ca?ada Real como ¨²nica alternativa. A todas esas gentes humildes, que sufren el rigor de una vida muy dif¨ªcil, desde los poderes p¨²blicos tenemos que darles respuestas que permitan realojos equilibrados en todo el territorio regional de quienes realmente lo necesiten. Otras medidas, muy diferentes, deben adoptarse con quienes hayan intentado aprovechar el r¨ªo revuelto para lucrarse. En cualquier caso, el problema de la Ca?ada Real debe tener soluciones r¨¢pidas y efectivas ya. En su b¨²squeda debemos encontrarnos todas las administraciones competentes. Y ya no hay excusas para dilatarlas en el tiempo.
Jos¨¦ Masa es alcalde de Rivas-Vaciamadrid, por IU.
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