"La homofobia es tambi¨¦n una forma de 'apartheid"
La cita es en la habitaci¨®n 239 de un hotel de Bruselas. Por la puerta de ese cuarto apareci¨® ayer a las diez de la ma?ana un hombre bajito, muy vivo y con una sonrisa que le cruzaba la cara. All¨ª estaba Desmond Tutu, el fiero combatiente del apartheid surafricano, el arzobispo anglicano sin pelos en la lengua.
-?C¨®mo est¨¢?
-Un d¨ªa m¨¢s viejo que ayer -y Tutu estalla en una carcajada, divertido ante su propia ocurrencia.
-?Qu¨¦ le preocupa ahora?
Tutu corta la conversaci¨®n en seco. "Primero recemos, luego hablamos". Sentado en la butaca, une sus manos anilladas, baja la cabeza y recita la oraci¨®n en voz alta. "Am¨¦n. Ahora s¨ª podemos hablar".
El arzobispo surafricano lucha ahora contra otros tipos de 'apartheid'
Al que fuera premio Nobel de la Paz en 1984 le preocupa la pobreza y la desigualdad, pero adem¨¢s le irritan las iglesias actuales, las que condenan a los homosexuales, las que no dejan que se ordenen las mujeres y las que no se ocupan de los perseguidos. "?Qu¨¦ diablos pasa con las iglesias? ?C¨®mo es posible luchar contra el racismo y no contra la homofobia? La orientaci¨®n sexual no se elige. La homofobia es tambi¨¦n una forma de apartheid. Los negros no elegimos ser negros; los homosexuales, tampoco". Tutu, con chaqueta de lana abotonada y pantal¨®n de pinzas, gesticula cuando habla, mira con los ojos muy abiertos y no para quieto en la silla. Tiene 76 a?os y un torrente de energ¨ªa que delatan sus gestos.
"Yo me imagino a Dios llorando al ver que su Iglesia se permite perder el tiempo condenando a los gays y las lesbianas, mientras medio mundo pasa hambre y el sida arrasa". Tutu, casado y con cuatro hijos, es de los que piensa que los curas no pueden dejar de ocuparse de la pol¨ªtica, de los problemas sociales, "de las cosas que importan".
Desmond Tutu aterriz¨® en Bruselas el lunes procedente de Estados Unidos. Ayer dio una conferencia en la capital belga y hoy volar¨¢ hasta Londres para recoger un par de galardones antes de volver a casa, en Sur¨¢frica. ?sta es la vida del l¨ªder moral -junto con Nelson Mandela- de la Sur¨¢frica actual. Un sinf¨ªn de reconocimientos que compagina con la actividad pol¨ªtica y religiosa.
Tutu cohabita con Mandela, Jimmy Carter y Kofi Annan en The Global Elders, un grupo de sabios mayores que tratan de contribuir a la resoluci¨®n de los grandes conflictos. El a?o pasado, la ONU le nombr¨® para dirigir una misi¨®n que esclareciera lo sucedido en Beit Han¨²n (Gaza) durante una incursi¨®n militar en la que murieron 19 civiles palestinos. La misi¨®n tropez¨® con la negativa del Gobierno israel¨ª, pero el boicoteo no ha impedido que el arzobispo anglicano intensifique sus ataques verbales contra las acciones del Estado ocupante. "Yo les digo a los jud¨ªos: sed fieles a vuestro legado, al Dios del ¨¦xodo", y se adentra el arzobispo en pasajes b¨ªblicos que representa cambiando de voz, interpretando a unos y otros. Deja de lado la Biblia y las par¨¢bolas y vuelve a lo terrenal: "Les digo: recordad lo que pas¨® en Alemania. Comportaos. La situaci¨®n en Israel¨ª es inaceptable, injusta. Han construido un muro que confisca grandes extensiones de tierras palestinas, los ni?os tardan horas en ir al colegio. En Sur¨¢frica hemos aprendido que si apoyas un sistema injusto, el alma se resiente". Es su sentencia final. Tutu, que no ha querido comer ni beber en el encuentro, se despide como lleg¨®, con una gran sonrisa.
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