Frankenstein en Mestalla
El Valencia paga una dispersa planificaci¨®n de la plantilla en la que participaron Carboni, Quique y Miguel ?ngel Ruiz
Con aire juvenil y una peque?a mochila colgada del hombro, Quique Flores entr¨® ayer por la tarde en una cafeter¨ªa del centro de Valencia. La noche anterior no quiso ver el desastre del Valencia, su ex equipo, ante el Rosenborg: un 0-2 que casi le expulsa de la Champions. Prefiri¨® ver el Schalke-Chelsea. Quique pasa unos d¨ªas de descanso antes de atender ofertas que espera del extranjero. Ya ha cobrado el finiquito, pero no quiere hablar de momento con la prensa para evitar el "ventajismo". Destituido Quique tras caer ante el Sevilla (3-0), el Valencia ha sufrido tras su marcha dos de las derrotas m¨¢s humillantes de los ¨²ltimos a?os: ante el Madrid (1-5) y el Rosenborg (0-2). El presidente, Juan Soler, es el centro de las cr¨ªticas. El martes por la noche pic¨® espuelas precipitadamente del palco ante los insultos de los aficionados. Y ayer no se present¨® como ten¨ªa previsto en un acto de uno de los patrocinadores del club, Nike. Otra de las firmas, la marca japonesa Toyota, ha anunciado que no seguir¨¢ con la entidad de Mestalla.
Soler est¨¢ tocado. Y la protecci¨®n pol¨ªtica de la que ha disfrutado por parte del Gobierno auton¨®mico, del PP, empieza a tambalearse. Soler reconoci¨® que negociaba con el nuevo entrenador, Ronald Koeman, 15 d¨ªas antes de despedir a Quique. ?ste sab¨ªa que estaba sentenciado desde la pretemporada. Pero confi¨® en que le salvar¨ªan los resultados. El ex entrenador reivindica los logros de sus dos campa?as completas en el club -un tercer y un cuarto puesto en la Liga y unos cuartos de final en la Champions- a pesar de la falta de estructura de la entidad. ?sta ha quedado ahora en evidencia. El apartado m¨¢s sangrante es el de la planificaci¨®n de la plantilla. En ella participaron tres personas y tres ideas muy distintas. Con p¨¦simos resultados.
- Los hombres de Carboni. En su guerra con Quique, el ex director deportivo, que ha declarado que quiere volver al club, fue fichando jugadores mientras ten¨ªa el apoyo de Soler. Del Stuttgart pesc¨® a su portero, Hildebrand, que terminaba contrato y cuyo rendimiento est¨¢ por debajo del esperado. Del Poli Ejido lleg¨® Sunny, un joven mediocentro defensivo de origen africano que apenas ha jugado por estar demasiado verde. Algo parecido le ha ocurrido al zurdo Mata, arrebatado a la cantera del Madrid. Otras secuelas de Carboni son la marcha de Ayala y la falta de un recambio en el lateral izquierdo. Empez¨® Del Horno en la pretemporada, una apuesta suya, hasta que se march¨® cedido al Athletic por sus desavenencias con Quique.
- La baza de Quique. El t¨¦cnico recomend¨® el fichaje de Arizmendi, por el que el Valencia pag¨® seis millones al Atl¨¦tico. La alineaci¨®n de la pareja Arizmendi-Zigic en el ataque ante el Sevilla irrit¨® a los aficionados y a los dirigentes. Quique tambi¨¦n aprob¨® la adquisici¨®n de los centrales Alexis, en el que apenas confi¨®, e Iv¨¢n Helguera. Ninguno ha hecho olvidar a Ayala.
- Las apuestas de Miguel ?ngel Ruiz. El nuevo director deportivo pregon¨® que la prioridad era un mediocentro de creaci¨®n que diera descanso a un decadente Baraja. Pero, ante los gatillazos en las contrataciones de Lucho Gonz¨¢lez, Kallstr?m, Juninho Pernanbucano y Van der Vaart, se le ofreci¨® la posibilidad del delantero serbio Zigic, por el que pag¨® 17 millones. Un fiasco hasta el momento. A ¨²ltima hora lleg¨® ese centrocampista tan deseado, el portugu¨¦s Manuel Fernandes (18 millones), tan inmaduro y despistado que no se enter¨® de la destituci¨®n de Quique hasta dos d¨ªas despu¨¦s, cuando vio aparecer por Paterna al entrenador provisional, ?scar Fern¨¢ndez. "?Qu¨¦ hace ¨¦ste aqu¨ª?", pregunt¨®.
Koeman ya conoce a Fernandes: coincidieron en el Benfica. Y para frenar la ca¨ªda, el t¨¦cnico holand¨¦s necesita recomponer este Frankenstein con su gusto y algunos fichajes en el mercado de invierno. Tal vez un portero, un central y un mediocentro.
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