La mirada imp¨²dica
La reciente publicaci¨®n del estudio del Instituto de Estudios Fiscales sobre la financiaci¨®n del Estado de las Autonom¨ªas ofrece datos de inter¨¦s sobre algunos aspectos de la relaci¨®n entre la Comunidad Aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco (y Navarra) y el resto de Espa?a, que podemos calificar como territorio com¨²n (TC). Son unos datos que puede ser ¨²til presentar a la sociedad cuando, una vez m¨¢s, nuestro l¨ªder infatigable insin¨²a el camino hacia "la no-Espa?a".
Ver¨¢n, resulta que la sobrefinanciaci¨®n que recibe el Pa¨ªs Vasco gracias a la forma en que funciona el Concierto Econ¨®mico (el c¨¢lculo del Cupo) fue equivalente en 2003 al 3,4% de su Producto Interior Bruto (la diferencia entre la financiaci¨®n que recibe Euskadi -14,7% PIB- y lo que reciben las comunidades de territorio com¨²n -11,4% PIB-. En euros por habitante, la sobrefinanciaci¨®n equivale a 1.237 euros, pero nos quedaremos con el dato del porcentaje PIB a efectos de ulteriores comparaciones porque es m¨¢s significativo: un 3,4% del PIB.
Ning¨²n gobernante en su sano juicio renunciar¨ªa a una tan suculenta relaci¨®n fiscal
Para el Pa¨ªs Vasco, la verdadera Europa de los fondos estructurales y de cohesi¨®n es... Espa?a
?De d¨®nde sale esa sobrefinanciaci¨®n que recibe el Pa¨ªs Vasco? Resulta bastante obvio: es el coste de la solidaridad interauton¨®mica en que el Pa¨ªs Vasco no participa, mientras que el resto de comunidades TC s¨ª la soporta. Dicho en otros t¨¦rminos, el poseer la relaci¨®n fiscal especial con Espa?a que tenemos nos reporta un ingreso adicional del 3,4% PIB anual. Aunque se efect¨²e en forma velada (como un ahorro) se trata de una aut¨¦ntica transferencia financiera que va del resto de Espa?a a Euskadi.
Para llegar a comprender lo que significa esta transferencia en t¨¦rminos econ¨®micos podemos compararla con el volumen de las que Espa?a ha recibido de Europa desde la fecha de su ingreso en 1986. No hace falta subrayar que esas transferencias han sido un factor esencial para el crecimiento econ¨®mico de Espa?a desde entonces hasta ahora mismo, porque este es un hecho tan repetido y comentado que dif¨ªcilmente podr¨ªa exagerarse. Pues bien, el promedio anual de transferencias Europa-Espa?a ha sido del 0,8% del PIB espa?ol, con un m¨¢ximo del 1,6% del PIB en 2003.
Pongan los dos datos en relaci¨®n y deduzcan la importancia del asunto: Euskadi ha recibido anualmente en transferencias de Espa?a, desde 1.980 hasta hoy, un porcentaje que triplica, medido en impacto sobre su PIB, el que Espa?a ha recibido de Europa. O sea, que para el Pa¨ªs Vasco, la verdadera Europa de los fondos estructurales y de cohesi¨®n es... Espa?a. ?sta es nuestro aut¨¦ntico plan Marshall. Y adem¨¢s, y esta es una feliz noticia, as¨ª como los fondos europeos se secar¨¢n para la Pen¨ªnsula en un plazo ya muy breve, la fuente espa?ola no tiene visos de dejar de manar hacia el Pa¨ªs Vasco.
No deja de ser parad¨®jico que una Espa?a TC con un nivel de riqueza medio de 98 (siendo 100 el del conjunto espa?ol) financie a una comunidad, el Pa¨ªs Vasco, cuyo nivel es 124. Pero es el efecto sorprendente de poseer "derechos hist¨®ricos". ?Y luego dicen que la historia no vale para nada! En cualquier caso, lo que as¨ª se entiende mejor es la reluctancia de nuestro l¨ªder soberanista a hablar de secesi¨®n o independencia, y su insistencia en hablar del derecho a decidir una relaci¨®n amable de integraci¨®n. Porque ning¨²n gobernante en su sano juicio renunciar¨ªa a una tan suculenta relaci¨®n fiscal. Estar en Europa directamente, no a trav¨¦s de Espa?a, le supondr¨ªa al Pa¨ªs Vasco la p¨¦rdida inmediata de un 3,4% de su PIB.
No menos interesante resulta comprobar qu¨¦ ha hecho nuestro Gobierno con ese exceso de financiaci¨®n que posee; es decir, en qu¨¦ lo hemos empleado los vascos durante todo este tiempo. Desde luego, una parte habr¨¢ ido a mejorar nuestros servicios sociales y nuestras infraestructuras, pero llama la atenci¨®n que algo as¨ª como nada menos que el 40% de la sobrefinanciaci¨®n se ha transferido a las empresas y empresarios vascos en forma de menor presi¨®n fiscal en el Impuesto de Sociedades. En efecto, Euskadi recauda de media por este impuesto alrededor del 2% de su PIB, mientras que la Espa?a TC recauda m¨¢s del 3%: el volumen medio de la rebaja fiscal de que gozan empresas y empresarios est¨¢ entre el 1 y el 1,5%, gracias a que el tipo efectivo de este impuesto (no los nominales con los que nos distraen en las Juntas Generales) est¨¢ 10 puntos por debajo que en el resto de Espa?a ?C¨®mo puede permitirse el Pa¨ªs Vasco perder un 1,5% PIB de recaudaci¨®n en el Impuesto de Sociedades sin aumentar la recaudaci¨®n por IRPF o IVA? Sencillo: porque tiene un 3,4% PIB de exceso que le permite ser selectivamente generoso con los contribuyentes.
Otto Bauer sol¨ªa decir que en cuestiones nacionales se habla mucho de identidad y autodeterminaci¨®n, pero muy poco de propiedad; y que, sin embargo, ¨¦sta es la cuesti¨®n subyacente: ?de qui¨¦n va a ser la naci¨®n so?ada? En nuestro caso, la pregunta indiscreta ser¨ªa ?de qui¨¦n son los derechos hist¨®ricos? Y la respuesta sonar¨ªa: sobre todo, de las empresas y empresarios, no de los ciudadanos de a pie. Claro que Otto Bauer era un marxista, kantiano pero marxista. Es decir, un autor que cuando analizaba las sociedades de su tiempo se preguntaba imp¨²dicamente ?qui¨¦n obtiene qu¨¦ y por qu¨¦? Una pregunta altamente pedestre y escasamente patri¨®tica, lo reconozco, cuando estamos hablando del sagrado derecho a decidir de un pueblo. Pero que tiene su miga.
Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Soroa es abogado.
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