Calantia investiga la modificaci¨®n gen¨¦tica de cereales para biocombustibles

La producci¨®n de biocombustibles ha tenido parte de culpa en el alza del precio de los cereales. El encarecimiento del grano termin¨® causando un efecto bumer¨¢n: al subir tanto lo que el consumidor estaba dispuesto a pagar para comer, muchos agricultores abandonaron los cultivos ecol¨®gicos (hasta el 15% en el caso de la cebada y el girasol en Espa?a entre 2006 y 2007).

Ni una ni otra cosa habr¨ªan ocurrido, probablemente, de haber triunfado previamente la idea con la que naci¨® Calantia, una empresa joven de Valencia embarcada en la consolidaci¨®n de los llamados cultivos bioenerg¨¦ticos de segunda generaci¨®n, dirigidos exclusivamente a ese objetivo.

"A lo largo la historia se han ido seleccionando unas plantas porque han demostrado que eran buenas para comer por su valor nutritivo, por su sabor... No tiene sentido que cuando se plantea otro problema, como es el caso de la bioenerg¨ªa, la respuesta sea simplemente darle la misma soluci¨®n", afirma Carmen Lladr¨®, directora general de Calantia.

Lladr¨® se uni¨® hace dos a?os a Pablo Vera, uno de los cient¨ªficos m¨¢s respetados del Instituto de Biolog¨ªa Molecular y Celular de Plantas del CSIC para fundar la empresa, que lleva nueve meses en funcionamiento.

Calantia trabaja en las tres fases de producci¨®n de biocombustibles. En la materia prima, con la selecci¨®n de nuevas especies vegetales que sirvan para producir biocombustibles y con el abaratamiento de su cultivo: "?C¨®mo? Haci¨¦ndolas parcialmente resistentes a sequ¨ªas, a enfermedades f¨²ngicas, que son las grandes devastadoras de la productividad, a infecciones v¨ªricas... Se trata de lograr que una planta crezca mejor con menor coste: utilizando poca agua, poco nitr¨®geno, poco f¨®sforo", explica Vera.

El cient¨ªfico -y esto va relacionado con la fase de procesamiento de la materia prima- est¨¢ convencido de que el futuro del bioetanol pasa por la celulosa. Actualmente, la glucosa necesaria para fabricarlo se extrae del almid¨®n de las semillas (el grano), lo que origina que los biocombustibles "interfieran en la ruta alimentaria".

Extraer glucosa de la celulosa

Pero la celulosa, "el esqueleto con el que se forman las plantas", es una fuente ingente de glucosa, y hay muchas especies (algunas medio conocidas, como el sorgo; otras absolutamente clandestinas) m¨¢s all¨¢ de los tratados de bot¨¢nica, asegura Vera, perfectas para el cultivo masivo dedicado a la producci¨®n de hidrocarburos. La dificultad, y eso es lo que est¨¢ investigando la empresa biotecnol¨®gica, consiste en extraer la glucosa de la celulosa.

Calantia trabaja finalmente en la gesti¨®n de los residuos. "En vez de crear un problema medioambiental, existen alternativas para reutilizarlos utilizando la biotecnolog¨ªa: organismos microbianos, prote¨ªnas, ¨¢cidos nucleicos... En el campo de los combustibles de tipo celul¨®sico, los residuos pueden ser muy ¨²tiles en el mundo de la industria qu¨ªmica".

La sede de Calantia, en el parque tecnol¨®gico de Paterna, parece un garaje. Dentro, las plantitas crecen bajo potentes l¨¢mparas de luz blanca o hibernan criopreservadas en neveras de ¨²ltima generaci¨®n. Los problemas, apuntan Vera y Lladr¨®, aguardan fuera, en la resistencia para vender, incluso a quienes ya est¨¢n en el negocio de la energ¨ªa renovable y de los cultivos ecol¨®gicos, la innovaci¨®n.

"En Espa?a", afirma la directora general, "la industria de la bioenerg¨ªa s¨®lo se ha puesto en marcha en cuanto a la producci¨®n. No se apuesta por la investigaci¨®n, y la bioenerg¨ªa no puede estar permanentemente primada a trav¨¦s de subvenciones; debe encontrar su camino hacia la competitividad. En otros pa¨ªses europeos, y en Estados Unidos, hacen cosas que dices: '?Pero c¨®mo van tan r¨¢pido!'. No suena bien, pero yo creo que tiene todo el aspecto de que vamos a volver a perder este tren tecnol¨®gico".

CALANTIA: www.calantia.com