Francesc Candel, escritor
Fue el icono de la inmigraci¨®n en la sociedad catalana
El domicilio de una familia emigrante en la Barcelona de los setenta constaba de varios objetos pop. Como un ¨®leo de una se?ora despechugada con un c¨¢ntaro a cuestas, una Nancy con un traje de sevillana tejido por una se?ora de negro y, entre otras cosas, e indefectiblemente, varias novelas de Plaza & Jan¨¦s en castellano y un extra?o ensayo en catal¨¢n. Era obra de Candel, un ni?o que lleg¨® a Barcelona en 1927, con dos a?itos. Su familia, natural de Casas Altas (Valencia), se instal¨® en las Casa Baratas, hoy, como su nombre indica, desparecidas. Creci¨® en Montjuic, una monta?a que la dictadura de Primo de Rivera convirti¨® en su ¨²ltimo escaparate urban¨ªstico, dejando sus laderas abandonadas a la nueva velocidad industrial, repletas de barracas que fueron renovando a sus inquilinos hasta, como quien dice, ayer.
Siempre vivi¨® en su barrio, en el que la Rep¨²blica le dio una instrucci¨®n que siempre resaltaba en sus notas biogr¨¢ficas. Quer¨ªa ser pintor, como su primo, Juan Genov¨¦s. Un cura del barrio le consigui¨® algo parecido. Trabajo como ceramista. Tras varias ocupaciones accede a la profesionalidad como escritor con su segunda novela, Donde la ciudad pierde su nombre, que est¨¢ a punto de conseguir un premio hasta que el jurado recuerda que la novela es impublicable. Escribi¨® m¨¢s de 50 libros, la mayor¨ªa publicados durante el franquismo -las Naciones Unidas, en el momento de su fundaci¨®n, definieron aquel pa¨ªs como aliado del Eje-, hecho que modul¨® en parte los muchos problemas que sufri¨® su obra, en la que por primera vez por aqu¨ª abajo aparecen barrios, registros y situaciones no calculadas en la realidad del momento, como un nuevo personaje, el emigrante, que recre¨® en las ant¨ªpodas de canon estipulado por Antonio Molina.
Los problemas de Candel con la censura fueron llamativos, tanto durante el Franquismo Gore, como durante el Franquismo Sado-Maso de la ley Fraga, que invitaba a los autores a exponer a la censura su obra para evitar problemas futuros. A modo de met¨¢fora, su Han matado un hombre, han roto un paisaje, sufri¨® m¨¢s de 400 despieces. Ser obrero no es ninguna ganga (1968), el primer libro sobre movimiento obrero publicado en el Franquismo, le supuso a Candel entrar en el top del TOP. El libro estuvo secuestrado -esa costumbre ex¨®tica, pero dilatada en el tiempo- hasta el 72, debido a -Fraga dixit-, su car¨¢cter "sectario y la incitaci¨®n a la lucha de clases".
Su libro m¨¢s representativo fue, sin duda, Els altres catalans (1964), un fen¨®meno editorial y sociol¨®gico, que abri¨® una nueva percepci¨®n ante la emigraci¨®n y ante la sociedad que la recibe, una suerte de espejo que excit¨® a la sociedad a mirarse tal y como era, y a explorar su transversalidad. En su elaboraci¨®n fue importante la participaci¨®n de Jordi Pujol, que aport¨® mucha informaci¨®n que ten¨ªa en su poder, as¨ª como la de Joan Ravent¨®s, futuro l¨ªder del PSC, que consider¨® la redacci¨®n del libro tan importante como para facilitar a Candel 12.000 pesetas de la ¨¦poca, para que s¨®lo se concentrara en el proyecto. El libro tambi¨¦n le supuso el primer viaje al extranjero, a Francia. EL PSUC le pag¨® el billete para explicar al exilio una sociedad que no ve¨ªa desde hac¨ªa 25 a?os.
La relaci¨®n con el PSUC se fue estrechando en la d¨¦cada posterior. En 1977 acepta la invitaci¨®n de L¨®pez Raimundo, Ravent¨®s y Com¨ªn y accede a ser candidato al Senado, junto con Benet y Cirici, en una lista conjunta de toda la izquierda catalana. Fueron los senadores m¨¢s votados en la historia de la democracia espa?ola. De aquella experiencia naci¨® su Un charnego en el Senado. En 1979 fue el candidato del PSUC en las municipales de L'Hospitalet. Candel, a trav¨¦s de su Un ayuntamiento llamado Ellos, parec¨ªa no tener especial buen recuerdo de su etapa pol¨ªtica. Posteriormente mantuvo una actitud independiente y personal dentro de la izquierda. En las ¨²ltimas elecciones, as¨ª, dio su apoyo relajado a ERC.
En sus ¨²ltimos a?os Candel recibi¨® honores al uso de muy poco uso por aqu¨ª abajo. En su barrio hay una biblioteca con su nombre. La Generalitat de Pujol le otorg¨® la Medalla d'Or, m¨¢xima condecoraci¨®n civil. Tambi¨¦n vio nacer la Fundaci¨® Paco Candel, que autodefine su funci¨®n como la de "apoyar a las personas inmigradas que vienen a Catalunya en su proceso de integraci¨®n en la sociedad catalana, para compartir el bienestar social y laboral, la igualdad de oportunidades, la cultura y la lengua". Con Candel desaparece el m¨¢ximo icono de una sociedad que tiende a ver en el uso de la lengua un problema y, tal vez, el gran responsable de que la sociedad catalana sea una de las pocas sociedades biling¨¹es europeas que no se estructuran en comunidades ling¨¹¨ªsticas. Dos cosas dif¨ªciles que, parad¨®jicamente, s¨®lo pueden hacerse con sencillez y humildad.
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