La vida de Adis, en el objetivo
Gervasio S¨¢nchez retrata la tragedia de los mutilados en 'Vidas minadas. Diez a?os'
Adis Smajic ten¨ªa 13 a?os cuando vio aquella mina antipersona semienterrada entre las ruinas de Sarajevo, el 18 de marzo de 1996. En ese momento pens¨® que alguien podr¨ªa resultar herido y decidi¨® retirarla con todo el cuidado que puede tener un ni?o.
De repente, clic. La explosi¨®n le arranc¨® el brazo derecho y el ojo izquierdo, adem¨¢s de desfigurarle el rostro por la metralla. Cuando lleg¨® al hospital, los m¨¦dicos que le escuchaban decir "yo s¨®lo quer¨ªa quitar la mina del suelo" pensaron que no sobrevivir¨ªa. Dos d¨ªas despu¨¦s se convirti¨® en el joven sin rostro inmortalizado por el fotoperiodista Gervasio S¨¢nchez (C¨®rdoba, 1959), reci¨¦n llegado a Sarajevo para cubrir el final de la guerra.
"El primer minuto que vi a Adis en la cama del hospital, luchando entre la vida y la muerte, fue tremendo. Aunque ya hab¨ªa tratado el problema de las minas en Angola y Camboya desde 1995, aquel instante cambi¨® mi perspectiva como informador, sobre lo que est¨¢bamos haciendo all¨ª", recuerda S¨¢nchez. "Los periodistas vamos a los conflictos y nos marchamos cuando se supone que termina la guerra o dicen los pol¨ªticos que termina, pero en realidad las consecuencias en la posguerra son mucho peores".
Aquella imagen en el hospital de Sarajevo hizo que el fot¨®grafo regresara una y otra vez durante la siguiente d¨¦cada para retratar el esp¨ªritu de superaci¨®n de j¨®venes como Adis y otros 11 mutilados desde Camboya a Colombia, pasando por Afganist¨¢n, Irak o Mozambique. A trav¨¦s de su c¨¢mara ha recogido la evoluci¨®n de las vidas entre pr¨®tesis, quir¨®fanos y rutina familiar, que se mostrar¨¢n desde el pr¨®ximo martes hasta el 27 de enero en la exposici¨®n Vidas minadas. Diez a?os, en el Instituto Cervantes de Madrid.
Responsabilidad pol¨ªtica
"Creo que cuanto m¨¢s capaces seamos de acercar a la gente el dolor de las minas antipersona, con nombres y apellidos, m¨¢s posibilidades hay de que el p¨²blico se cabree y decida presionar al Gobierno", afirma el reportero, que se toma cada historia como un asunto personal. Aunque no se considera un "activista", su fotograf¨ªa de denuncia consiste en poner rostro a las cifras: 58.000 v¨ªctimas en los ¨²ltimos ocho a?os y cerca de 20.000 nuevos accidentes anuales a causa de munici¨®n sin explotar. Mientras tanto, Espa?a sigue manteniendo la producci¨®n de bombas de racimo, que tienen los mismos efectos que las minas cuando caen a tierra y no explosionan. "Lo m¨¢s ir¨®nico es que el actual Gobierno, que tanto habla sobre Alianza de Civilizaciones y derechos humanos, no cierra las cuatro empresas subvencionadas que producen bombas de racimo. Es cierto que destina m¨¢s fondos que el Gobierno anterior a labores de desminado y ayudas a v¨ªctimas, pero es un esfuerzo muy c¨ªnico porque al mismo tiempo ha duplicado el volumen de producci¨®n de armas", denuncia S¨¢nchez.
El proyecto Vidas minadas incluye un documental y la publicaci¨®n de un libro con el mismo t¨ªtulo por la editorial Blume, que se vender¨¢ acompa?ado de una colecci¨®n de 365 retratos de mutilados, diferentes tipos de minas y pr¨®tesis caseras fabricadas con materiales imposibles como bamb¨², cuero, carcasa de un proyectil o incluso botellas recortadas de coca-cola. Los beneficios se destinar¨¢n a la ayuda a v¨ªctimas mutiladas. Se trata de un trabajo global que cuenta con la colaboraci¨®n de Interm¨®n Oxfam, Manos Unidas, M¨¦dicos Sin Fronteras y la compa?¨ªa DKV Seguros, que ha financiado las operaciones de las v¨ªctimas en Espa?a.
Adis ha pasado m¨¢s de 30 veces por quir¨®fano -siete en manos de los mejores cirujanos de Barcelona- para recuperar la sonrisa y seguir adelante con su vida, los partidos de f¨²tbol con sus amigos, la m¨²sica de su grupo de hip-hop y su reciente boda, el pasado mi¨¦rcoles, con Naida Vreto. Ambos acompa?ar¨¢n el pr¨®ximo martes al fot¨®grafo que retrat¨® su historia en la apertura de la exposici¨®n de Madrid, junto a otros supervivientes, como la mozambique?a Sofia Elface Fumo, el salvadore?o Manuel Orellana y el camboyano Sokheurm Man. En el libro tambi¨¦n se incluyen rostros nuevos, del Kurdist¨¢n iraqu¨ª y Colombia, que quiz¨¢ dentro de unos a?os protagonice la continuaci¨®n de la serie fotogr¨¢fica. "Seguir¨¦ haciendo estas fotos a pesar de que siempre quedas un poco pre?ado de tanto dolor. Ya que no somos capaces de terminar con las guerras, al menos con mi trabajo intento denunciar la doble moral pol¨ªtica", afirma el reportero.
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