El empresario Tom¨¢s Olivo se enfrenta a diez meses de c¨¢rcel

La decisi¨®n del empresario murciano Tom¨¢s Olivo de no interrumpir las obras de construcci¨®n de un muro en una finca privada adyacente al centro comercial Gran Plaza puede costarle diez meses de c¨¢rcel.

Es lo que pide la Fiscal¨ªa de la Audiencia Provincial de Almer¨ªa para el presidente de General de Galer¨ªas Comerciales, mercantil propietaria de la superficie comercial ubicada en de Roquetas de Mar (Almer¨ªa), al considerarle autor de un delito de desobediencia por el que el letrado que representa al agricultor Francisco Mart¨ªn Sierra, propietario de los terrenos afectados por la obra, ha reclamado para Olivo un a?o de prisi¨®n.

La petici¨®n fiscal se produce despu¨¦s de que el 5 de febrero de 2002 el Juzgado n¨²mero uno de Roquetas de Mar dictase un auto ordenando la suspensi¨®n inmediata de las obras realizadas en la finca propiedad de Mart¨ªn Sierra que, diecis¨¦is meses despu¨¦s, fue confirmado por la secci¨®n segunda de la Audiencia Provincial.

La Fiscal¨ªa le imputa un delito de desobediencia por no parar la obra

Tal y como consta en el escrito de calificaciones del Ministerio Fiscal, "a pesar de tener conocimiento" de lo dispuesto judicialmente, Tom¨¢s Olivo "continu¨® con la ejecuci¨®n de las obras hasta su terminaci¨®n definitiva" mediante la adici¨®n en enero de 2004 en el ¨¢rea a retranquear de un bordillo de tipo no remontable formado por piezas de hormig¨®n prefabricado.

Una vez remitido el escrito al Juzgado n¨²mero dos de Roquetas de Mar, su titular ha dictado un auto en el que se declara apertura de juicio oral en el Juzgado de lo Penal contra el empresario, imputado en los casos Malaya y Nevada por presuntos delitos entre otros de cohecho y contra la ordenaci¨®n del territorio, al considerar que los hechos relatados por la Fiscal¨ªa "revisten caracteres de delito" y que en las actuaciones practicadas hasta la fecha por esta causa "aparecen m¨¦ritos suficientes para exigir responsabilidad criminal" al promotor del Gran Plaza.

Este litigio arranc¨® hace ya cerca de seis a?os, cuando Francisco Mart¨ªn Sierra denunci¨® que, durante las obras para alzar la superficie comercial, Olivo construy¨® un muro dentro del per¨ªmetro comprendido entre su invernadero y una l¨ªnea de seis metros contados desde el eje del camino situado en el lindero Este de la finca privada.

Dentro de la mara?a judicial que rodea a la superficie comercial, en febrero de este a?o se dict¨® una providencia para que General de Galer¨ªas Comerciales y el Ayuntamiento de la localidad procediesen en el plazo de un mes al derribo de un muro que, a d¨ªa de hoy, contin¨²a encajonando literalmente la finca del agricultor.