Vida de una funcionaria (en huelga)
El paro en la Administraci¨®n de justicia interrumpe unos 800 juicios al d¨ªa
A las nueve de la ma?ana empieza el tajo en los juzgados de Legan¨¦s. Luc¨ªa, licenciada en Derecho, de 32 a?os, trabaja en como funcionaria de gesti¨®n procesal. Su salario base es de 1.070 euros. Cuando llega a su puesto se enfrenta cada d¨ªa a los cerca de 10 procedimientos que lleva en paralelo, otras tantas declaraciones y se prepara para atender a hileras de ciudadanos y profesionales. "La cantidad de trabajo nos desborda", afirma. "Tenemos que ir lo m¨¢s deprisa que podamos. Somos pocos y las causas, muchas. Ves filas de personas a las que no vas a poder atender todo lo bien que quisieras: tienes que ir r¨¢pido para poder atender al siguiente. Y son personas con problemas: v¨ªctimas de delitos, agresiones, robos... est¨¢n desprotegidas".
El 75% de los 5.700 trabajadores secunda los paros desde el mi¨¦rcoles
Los procedimientos se amontonan, algunos en tr¨¢mites desde hace a?os. "La poblaci¨®n crece y el personal de Justicia, no", resume Luc¨ªa. "Los centros comerciales se multiplican en la zona sur y crecen los robos y hurtos. Pero somos los mismos para tramitarlos. Es insostenible, te sientes impotente porque no puedes hacer m¨¢s".
El paro indefinido convocado por los funcionarios de la Administraci¨®n de justicia regional alcanza hoy su cuarto d¨ªa. Los sindicatos afirman que la Comunidad soporta cerca del 38% de los asuntos judiciales de Espa?a. Por enfrentarse a este volumen de trabajo los funcionarios de la Administraci¨®n reciben un complemento salarial que depende de las comunidades y el puesto de trabajo.
Luc¨ªa recibe un complemento de 255 euros, que es de los m¨¢s bajos que otorgan las ocho comunidades que tienen transferida la gesti¨®n del personal de justicia. Sus compa?eros del Pa¨ªs Vasco reciben el doble. En Catalu?a, el suplemento es de unos 230 euros m¨¢s altos que en Madrid, seg¨²n los sindicatos.
Una de cada siete semanas Luc¨ªa tiene guardia: ocho d¨ªas de disponibilidad absoluta que, cuando concluyen, se solapan con su jornada semanal. Llega a trabajar 13 d¨ªas sin descanso. "Pueden llamarme, por ejemplo, a las cuatro de la ma?ana para atender a un detenido. Y cada vez es m¨¢s frecuente, pero el n¨²mero de funcionarios estipulado por la Administraci¨®n es fijo desde hace a?os". Por las guardias reciben otro suplemento, pero son demasiadas y demasiado extenuantes.
Los sindicatos estiman que, por cada jornada de huelga, quedan sin celebrarse 800 juicios en la regi¨®n. Cerca de un 75% de los aproximadamente 5.700 funcionarios de la Administraci¨®n de justicia de la Comunidad de Madrid secunda el paro. Son las Luc¨ªas que ponen los papeles sobre las mesas de los jueces: los encargados de tramitar diligencias, oficios, declaraciones, citaciones... Ayer, 1.500 cortaron el tr¨¢fico en el paseo de la Castellana, a la altura de los juzgados de la plaza de Castilla, tras una asamblea en la que planificaron sus acciones para la pr¨®xima semana.
"Desde el punto de vista de la justicia esta huelga es una tragedia", lamenta Arturo Bertr¨¢n, presidente de la Secci¨®n 5? de la Audiencia Provincial de Madrid. "Muchos estamos preocupados. El n¨²mero de jueces de la regi¨®n es bajo para su poblaci¨®n, tenemos m¨¢s trabajo que en el resto de Espa?a. Por eso a nosotros se nos reconoce. Los funcionarios son los que nos acompa?an siempre en nuestro trabajo y merecen que se les reconozca ese esfuerzo".
Bertr¨¢n estima que, a ra¨ªz de la huelga, s¨®lo en su secci¨®n cada semana se quedar¨¢n sin celebrar 140 juicios. "Las consecuencias de la huelga afectan a los m¨¢s d¨¦biles, en nuestro caso a los presos, que son los olvidados de la sociedad: la tramitaci¨®n de permisos, revisiones de grado o sentencia... A este paso a partir del martes van tener que dejar de ser atendidos. Hace falta que se sienten a dialogar con los trabajadores".
Los sindicatos denuncian que la Consejer¨ªa de Justicia no se ha puesto en contacto con ellos, a pesar del paro. Este peri¨®dico intent¨® sin ¨¦xito hablar con dicha consejer¨ªa para que explicase las razones del desencuentro.
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