Claridad y entusiasmo
Si excluimos los textos verdaderamente nuevos de esta edici¨®n, la obra de Pedro Salinas estaba ya publicada. Sin embargo, es ¨¦sta una edici¨®n imprescindible, cuyos preparadores presentan un cuerpo de escritura ajustado a la voluntad de su autor. La continuidad cronol¨®gica entre creaci¨®n e impresi¨®n, y la conexi¨®n entre el escritor y sus lectores, quedaron alteradas en 1936, cuando march¨® al Wellesley College ignorando que no retornar¨ªa nunca. Ello afect¨® a su poes¨ªa, pero a¨²n m¨¢s a g¨¦neros que, como el teatro, corresponden de plano a la ¨¦poca del exilio. Salinas muri¨® en Boston en 1951, con apenas sesenta a?os; aunque vivi¨® lo bastante para que su poes¨ªa, alumbradora sin luminarias y juvenil sin chisporroteos metaf¨®ricos, recibiera el impacto de la segunda Gran Guerra, tras aquella trilog¨ªa a modo de cancionero sentimental inspirada por Katherine Whitmore (La voz a ti debida, Raz¨®n de amor y, publicado mucho despu¨¦s, Largo lamento), donde logra la m¨¢xima conjunci¨®n entre ebullici¨®n amorosa y transparencia conceptual. Desde ah¨ª su escritura descendi¨® de la plenitud del amor en vilo hasta el infierno at¨®mico del poema Cero, anticipo de los efectos de la bomba antes de la hecatombe de Hiroshima, y correlato del drama Ca¨ªn y una gloria cient¨ªfica (1945) y de la novela aleg¨®rica La bomba incre¨ªble (1950). El tremor y la sinraz¨®n de la historia, perceptibles en Todo m¨¢s claro (1949), se compensan con las estampas oce¨¢nicas de El contemplado (1946), libro compuesto, como el anterior, durante la placidez de los a?os de Puerto Rico.
Obras completas. Volumen I: poes¨ªa, narrativa, teatro Volumen II: ensayos completos
Pedro Salinas. Edici¨®n de Enric Bou (con
Monserrat Escart¨ªn y Andr¨¦s Soria Olmedo)
C¨¢tedra. Madrid, 2007
1.600 y 1.536 p¨¢ginas. 38,50 euros cada uno
Los descuidos acumulados en las sucesivas reimpresiones de su obra hac¨ªan exigible una depuraci¨®n de erratas que atendiera a las primeras ediciones y, cuando no fuera posible (en los textos dados a conocer tras su muerte, como Confianza y Largo lamento), a criterios filol¨®gicamente fiables. En las cartas enviadas entre 1932 y 1947 a su amante, la hispanista norteamericana Katherine Whitmore, que s¨®lo han podido consultarse a partir de 1999, hay entreverados varios poemas in¨¦ditos, a?adidos ahora a su corpus l¨ªrico. En la narrativa y el teatro, el trabajo editorial ha consistido en restituir el estado primitivo del texto, aun cuando ello supusiera, en el caso de este autor que dej¨® la correcci¨®n de pruebas en manos de terceros, respetar las acometidas de un ritmo "m¨¢s atento a los efectos sonoros que a las leyes de la sintaxis", en palabras de Bou.
Otras son las circunstancias del segundo volumen de esta edici¨®n, que contiene la faceta del profesor volcado a la tarea de ayudar a leer a estudiantes y estudiosos, en la l¨ªnea del New Criticism. En lo b¨¢sico, los responsables reproducen los Ensayos completos (Taurus, 1983), y aunque incorporan algunos in¨¦ditos, reh¨²san incluir borradores irrelevantes u otros materiales de ocasi¨®n. Lo contrario habr¨ªa quebrantado el deseo de Salinas, quien en carta a Guill¨¦n confesaba detestar "la arreba?adura literaria, para hacer bulto bibliogr¨¢fico"; un rechazo no menos intenso que el que le produc¨ªan los scholars de ostentoso aparato erudito y escasa sensibilidad l¨ªrica, quienes lo consideraban, pensaba ¨¦l, "como a un poeta, o cr¨ªtico impresionista, es decir sin patas, o footnotes".
Se anuncia inmediato, adem¨¢s, el tercer volumen de esta obra, dedicado a la correspondencia. Basta leer la Correspondencia Salinas-Guill¨¦n (Tusquets, 1992) o las Cartas a Katherine Whitmore (Tusquets, 2002) para comprender la importancia del Salinas epistol¨®grafo. A la espera de ese volumen final, es ¨¦sta una edici¨®n, en fin, que, aunque en¨¦sima, en varios aspectos es la primera de un autor en el que se conjuntan arm¨®nicamente la claridad y el entusiasmo. -
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