Llu¨ªs Pasqual cierra el a?o Goldoni en el Matadero
El director actualiza 'La famiglia dell'antiquario'
Con La famiglia dell'antiquario, espect¨¢culo dirigido por Llu¨ªs Pasqual y estrenado anoche en el teatro del Matadero, hemos visto en Madrid en poco m¨¢s de un mes tres maneras distintas de actualizar a Goldoni, en el trescientos aniversario de su nacimiento.
Los cl¨¢sicos espa?oles no suelen tener tanta suerte, y bueno ser¨ªa que pudi¨¦ramos disfrutar de otros tantos montajes de Rojas Zorrilla, cuyo cuarto centenario celebramos ahora: hay un par de ellos en gira, pero no acaban de aterrizar por aqu¨ª.
El espect¨¢culo empieza en el XVIII y termina en un plat¨® de televisi¨®n
En El abanico, primero de estos tres goldonis, presentado en el Espa?ol, el director Luca Ronconi orquesta la acci¨®n en torno a una idea s¨ªmbolo: ese abanico que de mano en mano va y ninguno se lo queda, al que el t¨ªtulo alude, es el deseo de ser querido que todos los personajes comparten y reprimen.
Al liberarlo, en el ¨²ltimo acto, un viento huracanado tumba los muebles, derriba las paredes, despeja el estado de ¨¢nimo colectivo y trae cierta paz y felicidad.
En Argelino servidor de dos amos, la actualizaci¨®n m¨¢s arriesgada de esta terna, la compa?¨ªa Animalario sit¨²a el cl¨¢sico a d¨ªa de hoy, rompe la cuarta pared, apura el sentido del humor del original con una actuaci¨®n antol¨®gica de Javier Guti¨¦rrez y nos dice, en clave pol¨ªtica, que los nuevos arlecchinos son esos inmigrantes sin papeles contratados a precio de saldo.
De La famiglia dell'antiquario tambi¨¦n podr¨ªa hacerse una lectura social. Doralice, la reci¨¦n casada ansiosa por desplazar a su suegra arist¨®crata en el mando de la casa, prefigura la Natasha de Tres hermanas, y el avispado Pantalone, su padre, es un predecesor de Lopajin, el comerciante que se acaba adue?ando de El jard¨ªn de los cerezos.
Goldoni retrat¨® la retirada de la aristocracia ante el ¨ªmpetu de la burgues¨ªa casi un siglo y medio antes que Ch¨¦jov: el fen¨®meno comenz¨® a producirse en la pr¨®spera Venecia con enorme antelaci¨®n respecto a Rusia, donde la bota zarista no dejaba margen de maniobra.
En cierto sentido, el autor veneciano va m¨¢s all¨¢ de lo que su hom¨®logo acabar¨¢ yendo cuando, al final de La famiglia dell'antiquario, nos muestra ir¨®nicamente la alianza de intereses, que sigue hoy de actualidad, entre el capitalismo, emergente entonces, y la aristocracia.
Llu¨ªs Pasqual hace una lectura amable de la comedia y subraya su vigencia con cambios de vestuario: en cada escena, los personajes visten cuarenta a?os m¨¢s moderno que en la anterior.
El espect¨¢culo empieza a mediados del siglo XVIII y acaba en un plat¨® de televisi¨®n, con un reality-show conducido por Pantalone, estupendamente interpretado por el veterano Gaia Aprea.
Franca Squarciapino ha dise?ado un fondo de armario de cincuenta trajes, todos en estilo, y el maestro Ezio Frigerio, una escenograf¨ªa funcional, quiz¨¢ menos brillante que otras suyas recordadas con admiraci¨®n.
Aprea aparte, brillan m¨¢s las actrices que los actores de esta coproducci¨®n de los teatros estables del Veneto y de G¨¦nova: la viveza de las tres supera el estereotipo.
La famiglia dell'antiquario puede verse en el centro cultural Matadero Madrid/Las Naves del Espa?ol. Hasta el 23 de diciembre. 22 euros. www.teatroespanol.es.
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