Pap¨¢ Noel es empresario

Empresario, pintor, atleta, coleccionista y actor. La vida de Daniel Aguilar, un rotulista lucense a punto de jubilarse, est¨¢ marcada por su esp¨ªritu aventurero y solidario. Desde hace 16 a?os, cada tarde de Nochebuena se disfraza de Pap¨¢ Noel para repartir "ilusi¨®n" en forma de regalos. Enfundado en un traje rojo, con gafas, campanilla y coj¨ªn para simular barriga, Aguilar se echa a las calles de Lugo cargado con un saco de 45 kilos de juguetes, pagados de su propio bolsillo.

Antes de recorrer la ciudad, este Pap¨¢ Noel empresario cumple con el ritual de visitar a los ni?os de su propio inmueble. All¨ª la peque?a Luc¨ªa est¨¢ convencida de que San Nicol¨¢s vive todo el a?o en su edificio, aunque nunca ha logrado averiguar d¨®nde guarda los renos.

La peque?a Luc¨ªa cree que su vecino es el verdadero Santa Claus

A Aguilar le va la aventura. Recorrer¨¢ 5.000 kil¨®metros en bici al jubilarse

Daniel Aguilar agita la campanilla, saluda con un "feliz Navidad" a los mayores y responde con un movimiento de badajo a los conductores que hacen sonar el claxon. "Este a?o llevo varios juguetes cargados con agua, y el saco pesa una barbaridad. Son los primeros de los que me tengo que deshacer", razona a modo de estrategia. Y es entonces cuando explica el origen de su afici¨®n.

Hace 16 a?os una modista le regal¨® un traje de Pap¨¢ Noel cosido a mano porque, recuerda, "dec¨ªa que me parec¨ªa mucho a ¨¦l". En ese momento decidi¨® repartir juguetes. "No sabes la ilusi¨®n que genera ver a un ni?o que te mira con esos ojitos de cre¨¦rselo todo y que est¨¢ en un mundo tan alejado de los mayores. Son muy agradecidos".

Daniel Aguilar comienza su caminata y se queja: "?Qu¨¦ pasa que no se ve a ning¨²n ni?o?". Enseguida aparece el primero y poco despu¨¦s el saco pierde peso a ritmo endiablado. Pero la actividad de Daniel se ve alterada por la p¨¦rdida del badajo de la campana. Entra en una cafeter¨ªa y pide un alicate. No funcion¨® el arreglo y se va a una parag¨¹er¨ªa para solucionar el desaguisado. "Un Pap¨¢ Noel sin campana", explica, "es un Pap¨¢ Noel desnudo". All¨ª le comenta al propietario cu¨¢l ser¨¢ su pr¨®xima aventura: "Tengo una rueda de afilador y voy a recorrer el camino de Santiago afilando cuchillos y arreglando paraguas".

Es perfectamente cre¨ªble. Daniel es padre de Alesandra Aguilar, campeona de Europa de cross, ¨¦l mismo tiene una dilatada trayectoria deportiva que lo llev¨® a proclamarse campe¨®n de Europa de marcha en veteranos, quedar entre los mil primeros en la marat¨®n de Nueva York o subir corriendo las escaleras del Empire State. Ahora planifica su viaje de jubilaci¨®n en el que tiene previsto recorrer 5.000 kil¨®metros en bicicleta por distintos puntos de Europa, aunque no quiere facilitar m¨¢s detalles.

En su marcha de Nochebuena por las calles de Lugo comete un error de itinerario y cruza junto a un parque infantil. "Me acabo de meter en la boca del lobo", lamenta. Decenas de ni?os abandonan el ¨¢rea de juegos y el Pap¨¢ Noel empresario se ve obligado a sentarse en un banco y entregar m¨¢s juguetes. Con la advertencia de que primero van "los m¨¢s peque?itos", intenta ordenar el asalto. Los ni?os se van ilusionados, aunque alguno pregunta: "?Volver¨¢s a la noche?". "Claro que s¨ª. Esto es para que sep¨¢is que estoy en la ciudad, pero ya recib¨ª t¨² carta y a la noche te llevar¨¦ todo, s¨¦ que has sido muy bueno", responde. "?Bien!", clama, aliviado, el peque?o.

Tras superar el atasco junto al parque infantil, el hombre del traje rojo y la barba blanca contin¨²a el reparto y a¨²n tiene tiempo de salir fuera del centro y meterle al cuerpo m¨¢s kil¨®metros. No importa. Caminar es lo de menos para quien dispone de marcas espectaculares en carreras de fondo, que estuvo a punto de ir a correr el marat¨®n de Les Sables o que hace a?os se libr¨® por piernas de un atraco en Ciudad del Cabo.

El pr¨®ximo a?o, Daniel espera mantener su tradici¨®n, aunque antes quiere entregar a la Diputaci¨®n de Lugo los centenares de juguetes que posee de colecci¨®n, especialmente trenes. Su sue?o es que sirvan para poner en marcha un museo.