Cuando el tama?o s¨ª importa

El pr¨®ximo 10 de marzo, mientras las direcciones de los partidos est¨¦n digiriendo a¨²n los resultados electorales de la v¨ªspera, la Armada celebrar¨¢ un hito hist¨®rico: la botadura en los astilleros de la empresa p¨²blica Navantia en Ferrol del Juan Carlos I, el mayor buque de guerra con que ha contado en su historia.

Aunque no se ha revelado la identidad de la madrina del barco, todo parece indicar que ser¨¢ la propia reina Sof¨ªa. No por casualidad los Reyes tienen previsto visitar ese mismo d¨ªa Ferrol. La Armada ya tiene las corbetas Infanta Elena e Infanta Cristina, las fragatas Reina Sof¨ªa y Juan de Borb¨®n e incluso el portaaeronaves Pr¨ªncipe de Asturias, pero el Juan Carlos I ser¨¢ el primer buque al que d¨¦ nombre el Rey.

Lo que m¨¢s destaca del Juan Carlos I son sus dimensiones: 27.000 toneladas de desplazamiento a plena carga, 10.000 m¨¢s que el Pr¨ªncipe de Asturias. Su eslora es de 230,82 metros (frente a 195,9 del portaaeronaves) y su manga de 32 (por 24,3).

En este caso, el tama?o s¨ª importa, porque es su envergadura la que le permite cumplir la doble funci¨®n para la que est¨¢ dise?ado: servir de portaaeronaves alternativo y proyectar fuerza.

El BPE (Buque de Proyecci¨®n Estrat¨¦gica) o LHD (Plataforma de Toma de Helic¨®pteros) vendr¨¢ a cubrir el vac¨ªo que deja el Pr¨ªncipe de Asturias cada vez que entra en dique seco y deja en tierra su aviaci¨®n embarcada. En la cubierta del Juan Carlos I podr¨¢n operar simult¨¢neamente seis helic¨®pteros medios, como el NH-90, o cuatro pesados, tipo Chinook, y dispone de una rampa para el despegue de aviones de combate Harrier.

Fuerza de 902 soldados

Pero lo m¨¢s caracter¨ªstico del barco es su capacidad para transportar a unas 9.000 millas de distancia (m¨¢s de 16.600 kil¨®metros) una fuerza de 902 soldados -lo que se suma a otros 540 pasajeros, incluidos los 243 tripulantes-, con 46 carros de combate Leopard o equivalente. Todo ello, con lo necesario para sostenerla durante 30 d¨ªas.

En un momento en que la capacidad de proyectar unidades a teatros lejanos es una de las carencias cr¨ªticas de los ej¨¦rcitos occidentales, el Juan Carlos I supone un salto cualitativo. No sorprende por ello que, antes incluso de que navegue, Navantia ya haya vendido a la Marina australiana dos buques gemelos.

El proceso de construcci¨®n ha sido muy r¨¢pido, ya que el contrato, por 360 millones de euros, se firm¨® en marzo de 2004, hace menos de cuatro a?os.

Las fuentes consultadas admiten que el 10 de marzo puede no ser el d¨ªa m¨¢s adecuado para la botadura, "pero en un buque de este tama?o, la fecha e incluso la hora no depende de las elecciones, sino de la marea".