Cat¨®licos de base lamentan que los obispos ignoren la realidad social

Una 'hoja de ruta' para reforzar el laicismo

Las zozobras de los obispos ante este Gobierno empezaron pronto, en octubre de 2004. Y tambi¨¦n han resonado en el Vaticano, en la voz del cardenal Juli¨¢n Herranz, del Opus Dei y miembro de la Curia (Gobierno vaticano). Dijo: "Compartimos la seria preocupaci¨®n de la Conferencia Episcopal porque el concepto de laicidad del Estado se est¨¢ transformando en fundamentalismo laicista. Ese laicismo agresivo tendr¨¢ repercusiones muy negativas".

?Ten¨ªa -tiene- el Ejecutivo socialista lo que los obispos llaman "una hoja de ruta" para reforzar el laicismo y la aconfesionalidad del Estado y de la sociedad? Los cardenales Rouco y Ca?izares creen que s¨ª. Rodr¨ªguez Zapatero se ha esforzado en demostrar que no, anunciando p¨²blicamente que renuncia a denunciar los acuerdos con la Santa Sede, de 1979. En ellos se sustentan los privilegios y las milmillonarias ayudas que Espa?a entrega a esta Iglesia para pagar sueldos de obispos y sacerdotes, los salarios de 30.000 profesores de catolicismo y los de cientos de capellanes castrenses, penitenciarios y en hospitales p¨²blicos, o para subvencionar los colegios religiosos concertados, adem¨¢s del mantenimiento de un para¨ªso fiscal casi completo.

Pese a todo, los recelos del episcopado siguen en pie, como se demostr¨® el pasado domingo.

'Divorcio expr¨¦s', aborto y las subversiones del sexo

El sexo siempre pone nerviosa a la jerarqu¨ªa cat¨®lica, pese a haber sido un asunto desprovisto de importancia entre los primeros cristianos -hasta que san Ambrosio en el siglo IV introdujo el debate del celibato de los eclesi¨¢sticos. Las declaraciones del obispo de Tenerife sobre homosexualidad y abusos a menores lo han vuelto a demostrar.

"Un homosexual no es normal", sostienen los prelados. Por eso dibujan una Espa?a sexualmente subversiva, culpando casi siempre a los Gobiernos: abortos sin condiciones, divorcios expr¨¦s, amor libre, preservativos en venta en cada esquina, parejas de hecho, p¨ªldoras del d¨ªa despu¨¦s... "La revoluci¨®n sexual ha separado la sexualidad del matrimonio, de la procreaci¨®n y del amor", dice la Conferencia Episcopal, que ve al espa?ol como un "sujeto d¨¦bil, arrastrado por los impulsos". La legalizaci¨®n del matrimonio -con este nombre- entre personas del mismo sexo ha sido la gran "subversi¨®n". No lo perdonan. Tampoco el PP, que tiene recurrida la ley.

Y junto a ello, que Zapatero quiera ampliar la despenalizaci¨®n del aborto, legalizar la eutanasia, investigar con embriones, etc. En algunos de estos casos, el Gobierno ha dicho que no har¨¢ lo que los obispos suponen que va a hacer. Pero es como si ya nadie escuchara a nadie.

La educaci¨®n de los j¨®venes y la ense?anza religiosa

Los cuatro acuerdos firmados el 3 de enero de 1979 entre el Gobierno de Adolfo Su¨¢rez y el Estado vaticano -sobre asuntos jur¨ªdicos, asuntos econ¨®micos, ense?anza y asuntos culturales, y sobre asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas y el servicio militar de cl¨¦rigos- terminaron s¨®lo a medias con el Concordato nacionalcat¨®lico de 1953. Por eso fueron rechazados airadamente por los socialistas, que los consideraron un tr¨¢gala del d¨¦bil Ejecutivo suarista, adem¨¢s de preconstitucionales, e incluso inconstitucionales.

Pronto se vio que la ense?anza iba a ser, de los cuatro pactos, el caballo para muchas batallas. Lo sufri¨® Felipe Gonz¨¢lez cuando aprob¨® la LODE en 1985, y el problema arreci¨® frente a Zapatero cuando este Gobierno suspendi¨®, nada m¨¢s tomar el poder, la entrada en vigor de la reforma Aznar, abordando una propia. Hubo muchos motivos de desacuerdo, pero la imposici¨®n de la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa -tambi¨¦n recurrida por el PP-, acab¨® en incendio general.

Tambi¨¦n lamentan los obispos que el Ejecutivo haya buscado soluci¨®n -insatisfactoria para todos, por cierto- al conflicto de los profesores de religi¨®n, que contrata y paga el Estado, pero que los prelados pretenden despedir cuando quieran.