Movilizaci¨®n
Las encuestas que se vienen conociendo mantienen la mayor¨ªa absoluta de los socialistas en Andaluc¨ªa. Si bien se observa un crecimiento de los populares, no resulta suficiente para romper la hegemon¨ªa del PSOE, al tiempo que unos y otros sondeos apuntan el desplome de los andalucistas y los pobres resultados de IU. A pesar de este halag¨¹e?o escenario, Manuel Chaves no quiere confianzas y demandar¨¢ a los suyos la m¨¢xima tensi¨®n posible con el objetivo final de lograr la movilizaci¨®n de su electorado. Tendr¨¢ ocasi¨®n para ello en el Comit¨¦ Director de su partido que, esta semana aprueba las listas con las que concurrir¨¢n a los comicios auton¨®micos.
El secretario general del PSOE se muestra siempre muy serio advirtiendo de que habr¨¢ pelea en esta campa?a y lanza mensajes que indican que nada est¨¢ a¨²n ganado. De ah¨ª los mensajes avisando del riesgo que se corre de una reedici¨®n de la pinza, perverso sistema de gobierno desde la oposici¨®n que Andaluc¨ªa sufri¨® y que lleva la firma de Arenas y Rej¨®n, en un documento a¨²n por descubrir, y del que ahora parece que hacen tanto asco PP e IU.
Lo cierto es que en estos momentos, m¨¢s que nunca, al empresario andaluz no le hace gracia alguna este tipo de experiencias que encierran, entre otras, la posibilidad de que un radical como S¨¢nchez Gordillo pueda convertirse en llave para formar gobierno.
Tampoco parece que resulte especialmente satisfactorio para los seguidores del PP en Sevilla observar a su l¨ªder, Javier Arenas, entreg¨¢ndose en cuerpo y alma "por Almer¨ªa", que es como reza su lema electoral. Aquel al que se le debe exigir una propuesta conjunta e integral para Andaluc¨ªa resulta que se presenta como candidato a la presidencia de la Junta con una opci¨®n netamente localista que resulta dif¨ªcil de entender para alguien que est¨¢ llamado a dar respuesta a las demandas de toda la comunidad, con coherencia y solvencia. Otra cosa es que se renuncie a esta exigencia y que se vaya prometiendo, por donde se tercie, lo que haga falta y dos huevos duros m¨¢s: sedes de consejer¨ªas por aqu¨ª, organismos p¨²blicos por all¨ª y as¨ª, sin parar.
Menos mal que en el mismo PP tranquilizan a la sociedad. Aclaran que eso de la pinza es un cuento chino. Con tal precisi¨®n, no hay nada que temer en una formaci¨®n que, como viene siendo habitual, afronta a las puertas de la campa?a, el proceso de confecci¨®n de listas sin la m¨¢s m¨ªnima convulsi¨®n interna, al menos, a priori. Siempre lo dejan para ¨²ltima hora sin que este tr¨¢mite les suponga problema alguno, salvo determinado sobresalto de ¨²ltima hora.
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