"Cuando act¨²o abandono mi identidad"
"Bajo esa frente despejada y serena se hab¨ªan agitado y reordenado las ideas m¨¢s profundas del siglo", escribe Guillermo Mart¨ªnez a prop¨®sito de Arthur Seldom, motor ambiguo e inquietante de su novela Los cr¨ªmenes de Oxford, cuya adaptaci¨®n al cine se estrena el pr¨®ximo viernes. En la pel¨ªcula, dirigida por ?lex de la Iglesia, Arthur Seldom adopta los rasgos del veterano John Hurt (Chesterfield, 1940): su mirada tambi¨¦n parece haber reordenado ideas profundas para dar vida a personajes tan complejos como su Cal¨ªgula en Yo, Claudio (1976), el conmovedor John Merrick de El hombre elefante (1980), el escritor Quentin Crisp de El funcionario desnudo (1975) o este Seldom donde se dan cita la l¨®gica pura y las turbulencias del esp¨ªritu.
"La personalidad de ?lex de la Iglesia es irresistible y su pasi¨®n, contagiosa"
"Todo buen profesor tiene algo de actor, la oratoria es ¨²til en su profesi¨®n"
Hijo de un pastor anglicano con formaci¨®n matem¨¢tica, Hurt da vida a un personaje convencido que no hay otra verdad m¨¢s all¨¢ de los n¨²meros: "Seldom es un profesor que ha alcanzado la c¨²spide de su carrera, pero sigue siendo una mente formidable. No le interesa la gente que no est¨¢ a su nivel intelectual. Se le podr¨ªa considerar arrogante, tortuoso y manipulador. Es alguien que posee esa habilidad que ten¨ªa George Bernard Shaw de poder argumentar, con id¨¦ntica lucidez, dos soluciones contrarias de un mismo problema. Las circunstancias narradas en la pel¨ªcula logran que emerja en ¨¦l un lado humano que permanec¨ªa oculto".
Asesinatos, series l¨®gicas, rivalidades acad¨¦micas y secretos de alcoba confluyen en una trama que acciona los mecanismos del suspense para, al mismo tiempo, cuestionar su validez recurriendo a la filosof¨ªa del lenguaje de Wittgenstein y al Principio de Incertidumbre de Heisenberg. "En la mayor¨ªa de thrillers", subraya el actor, "el argumento est¨¢ planeado de antemano, es todo construcci¨®n. Lo delicioso de esta pel¨ªcula es que el argumento sucede ante los ojos del espectador, todo ocurre y se articula mientras lo est¨¢s viendo. Es como cocinar un souffl¨¦: para evitar que se derrumbe, tienes que azuzar el fuego constantemente". ?lex de la Iglesia logr¨® seducir a John Hurt con el gui¨®n que hab¨ªa co-escrito junto a Jorge Guerricaechevarr¨ªa. El actor recuerda su primer encuentro con el director bilba¨ªno como "algo explosivo": "Est¨¢bamos en un restaurante y lo primero que me dijo es que ¨¦l no era el director adecuado para hacer esta pel¨ªcula. Le contest¨¦ que yo tampoco era el actor adecuado. Decidimos seguir adelante. Su personalidad es irresistible, es alguien con una gran curiosidad intelectual y su pasi¨®n por la pel¨ªcula result¨® contagiosa".
Los cr¨ªmenes de Oxford se abre con una magn¨¦tica clase magistral de Arthur Seldom que anuncia el sofisticado recital interpretativo que Hurt va a dar en la pel¨ªcula: "Todo buen profesor tiene algo de actor. La oratoria es tan ¨²til en su profesi¨®n como deber¨ªa serlo en la de los pol¨ªticos. Alguien deber¨ªa ense?¨¢rselo a Bush", bromea el actor, que ha vuelto a investirse de acad¨¦mico en otros trabajos posteriores como las inminentes Lezione 21 -debut en la direcci¨®n del escritor Alessandro Baricco, en cuyo reparto Hurt ha vuelto a coincidir con Leonor Watling- e Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, que define como "la pel¨ªcula m¨¢s aparatosa" que ha hecho, junto a La puerta del cielo de Michael Cimino.
Capaz de desaparecer en el interior de sus personajes, tan convincente en la piel de v¨ªctima como en la de verdugo, Hurt es de los pocos profesionales capaces de poner tanto empe?o en una escena antol¨®gica -su brutal muerte en Alien, el octavo pasajero (1979)- como en su parodia -la recuperaci¨®n ir¨®nica de ese momento en La loca historia de las galaxias (1987)-. Detr¨¢s de sus capacidades portentosas existe toda una teor¨ªa de la interpretaci¨®n: "Me gusta ser el personaje. Creo que mi oficio consiste en esto. Hay dos aproximaciones distintas a la profesi¨®n: por un lado, la propia de los actores de Hollywood, que llevan cada personaje a su terreno. Por otro, la metodolog¨ªa europea de ir hacia el personaje y dejar la identidad propia detr¨¢s. Yo apuesto por este camino".
En la agenda profesional de John Hurt se agolpan los proyectos de futuro: ha confirmado a Jim Jarmusch, que har¨¢ un cameo en su pr¨®xima pel¨ªcula ("en la que, al parecer, todo el mundo har¨¢ un cameo sin que nadie sepa a¨²n de qu¨¦ ir¨¢") y se entusiasma al hablar de su inmediata participaci¨®n junto a Ray Winstone y Tim Roth en 42 Inch Chest, proyecto "duro y algo po¨¦tico" de los guionistas de Sexy Beast (2000). El actor tambi¨¦n espera producir junto a su esposa lo ¨²ltimo, No One Gets Off in This Town, de Richard Kwietniowski. Y quiz¨¢s vuelva a meterse en la piel de Quentin Crisp en un proyecto que detallar¨¢ los a?os neoyorquinos en la vida del ic¨®nico escritor gay.
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