Elogio de la bici
Madrid es territorio esquivo para las bicicletas. Los ciclistas ciudadanos son h¨¦roes: hacen ejercicio, tardan menos en llegar, no contaminan y suelen ser gente afable. Sin embargo, constituyen un colectivo con la muerte en los talones. Nada que ver con el sosiego buc¨®lico de algunas ciudades holandesas. Circular en bici por Madrid es una temeridad. Los carriles habilitados para las bicicletas en la ciudad son m¨¢s que insuficientes, no recorren las v¨ªas m¨¢s importantes. Quiz¨¢ por eso, hoy a mediod¨ªa, el madrile?o Daniel Ramiro (de 28 a?os, inform¨¢tico) inicia en la plaza de la Cebada la Ruta de la Seda en bicicleta y en solitario. Fue Marco Polo, en el siglo XIII, el primer europeo que anduvo por esos parajes. Ramiro no est¨¢ loco; es, simplemente, un aventurero. Ya ha recorrido medio mundo a golpe de pedal, de Laos a Vietnam, pasando por Cuba.
Nadie le patrocina. Sus amigos calculan que, si todo va bien, el periplo podr¨ªa durar un a?o, m¨¢s o menos. Pero la cosa se puede prolongar indefinidamente. Por dos razones. Primera: Daniel Ramiro, cansado de la inform¨¢tica, pretende aprender algunos oficios tradicionales de Libia, Egipto e Ir¨¢n. Segunda: el ciclista tendr¨¢ que atravesar pa¨ªses en permanente agitaci¨®n pol¨ªtica y terrorista. Siempre est¨¢ expuesto a que le roben su m¨¢quina en cualquier descuido. Hay que tener mucha afici¨®n para meterse en estos berenjenales.
La bici, como los caballos, ha ayudado mucho a la humanidad y sigue teniendo caballeros andantes. Es como los buenos perros: noble, fiel, resistente, amiga. El primer dise?o fue obra, una vez m¨¢s, de Leonardo da Vinci. El primer viaje en bicicleta alrededor del mundo fue realizado en 1887 por el norteamericano Thomas Stevens, que sali¨® de San Francisco y tard¨® tres a?os en volver sano y salvo.
La bici merece un respeto y un trato preferente por parte de las autoridades. Buen viaje, Daniel, y mucho ojo con los talibanes. Cuida de tu m¨¢quina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.