No pasa nada
Por eso, matices pol¨ªticos aparte, mi m¨¢s sincera solidaridad de g¨¦nero con el alcalde madrile?o
Ocurre que pasas una semana sin escribir y te das cuenta de lo vertiginosamente que pasan por delante de ti los acontecimientos. En menos de quince d¨ªas tuvimos, por fin, letra para nuestro himno nacional y nos quedamos sin ella en menos plazo. El se?or Cubero, su autor, podr¨ªa haber encarnado aquel programa de cuando la TVE era la mejor televisi¨®n de Espa?a, seg¨²n axiom¨¢tica declaraci¨®n del inolvidable Perich, pues no hab¨ªa otra, que se llamaba Reina por un d¨ªa. Lleg¨® a la fama, ?oh patria bastarda!, y se la arrebataron de forma brutal. Lo del s¨ªndrome del Vietnam -el regreso de los soldados estadounidenses sin ning¨²n reconocimiento, casi con el desprecio de sus conciudadanos, despu¨¦s de haberse jugado el pellejo en una guerra- no tiene comparaci¨®n con lo que ha pasado al autor de la letra de nuestro himno nacional. Es peor lo del se?or Cubero. Moraleja: en este pa¨ªs no te metas a empresa patri¨®tica alguna, porque ni hay patria ni mucho menos empresa.
Te quedas sin escribir quince d¨ªas y pasa lo del culebr¨®n de Gallard¨®n, y no lo puedes comentar m¨¢s que cuando ha pasado. Para m¨ª, en esta coyuntura de imperio femenino, lo del PP y Gallard¨®n es como Falcon Crest, donde la que de verdad mandaba -como en mi casa- era una p¨¦rfida Angela Channing. Por eso, matices pol¨ªticos aparte, mi m¨¢s sincera solidaridad de g¨¦nero con el alcalde madrile?o. Tengo que manifestar desde aqu¨ª, espero que me lo permitan, mi camarader¨ªa con el representante de la derecha con verbo m¨¢s florido, barroco, y rebuscado de todos los que he escuchado. De perdedor a perdedor, un abrazo.
Y algo que no he podido escuchar, que seguro tiene que ser producto de la confusi¨®n, producto probable de una alucinaci¨®n. El otro d¨ªa me pareci¨® entender en la tele que en Catalu?a se hab¨ªan constituido para los ni?os inmigrantes que no dominaban ninguna lengua del pa¨ªs, ni catal¨¢n ni castellano, centros de segregaci¨®n. As¨ª como suena, "centros de segregaci¨®n", lo que me dej¨® pasmado por la crudeza del t¨¦rmino en una ¨¦poca en la que ante esos problemas usamos todo tipo de eufemismos correctos y talante de delicadeza suma. As¨ª, a la manera de Torrente, con dos cojones, centros de segregaci¨®n. Pero es que, quiz¨¢s, el lenguaje de un pueblo oprimido no debe de andarse con filigranas. Otra cosa ser¨ªa si fuera por obra y gracia de los malvados castellanos, o espa?oles; entonces no tendr¨ªa lugar ni excusa tal denominaci¨®n aberrante. Sigo esperando que fuera algo de una pesadilla.
Parece que no pasan cosas, pero f¨ªjense ustedes todo lo que ha pasado. Adem¨¢s, sin salir de Catalu?a, eso que se llama terrorismo internacional -aqu¨ª s¨ª hay eufemismo- estaba preparando una c¨¦lula para atentar. Vean todo lo que pasa fuera de nuestras fronteras, fuera de la Euskadi, incluso de Euskal Herria, concepto de carlistas, Blas Pi?ar y la izquierda abertzale. Y es que, por mucho que queramos salirnos del tiesto, lo nuestro es una cuesti¨®n casi matrimonial, una cuesti¨®n de amor y odio permanente hasta la muerte os separe. Vivimos a expensas de lo que pase en Espa?a, afirmaci¨®n que se demuestra de la manera m¨¢s fehaciente en el seguimiento de los programas de cotilleo y del coraz¨®n, en eso todav¨ªa no somos marco aut¨®nomo de prensa rosa. Es que nuestro pisito vasco es como el de Gila, que cuando vamos a ponernos la camisa y estiramos el brazo estamos ya en Espa?a. Por eso nuestra cr¨®nica local trasciende de Miranda de Ebro.
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