Girona conf¨ªa en el AVE para una gran reforma urban¨ªstica
La nueva estaci¨®n ser¨¢ el elemento m¨¢s distorsionador de la vida de la ciudad
Girona es la ¨²ltima capital catalana a la que llegar¨¢ la l¨ªnea de alta velocidad. La larga espera y los constantes aplazamientos han provocado una sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu entre la ciudadan¨ªa. No se espera que los nuevos trenes comporten demasiados cambios en los h¨¢bitos de los usuarios, pero la llegada de la infraestructura implica una transformaci¨®n urban¨ªstica de la ciudad. Se soterrar¨¢n las v¨ªas a su paso por el centro y se eliminar¨¢ el caracter¨ªstico viaducto de tren que divide Girona.
El AVE est¨¢ anunciado para 2012, pero las obras, o al menos las obras en may¨²sculas, a¨²n no han comenzado. Gran parte de la infraestructura se llevar¨¢ a cabo con una tuneladora de 11,5 metros de di¨¢metro que a¨²n est¨¢ por construir y que no entrar¨¢ en servicio hasta un a?o y medio despu¨¦s del inicio de los trabajos.
Se soterrar¨¢n las v¨ªas y se eliminar¨¢ el viaducto de tren que divide la ciudad
Cuando el AVE llegue a Girona dejar¨¢ a los pasajeros en el centro
La construcci¨®n de una nueva estaci¨®n en el centro de la ciudad tambi¨¦n va para largo. Solamente para hacer las excavaciones y la caja de la estructura se emplear¨¢n unos 20 meses. Por el momento, se han dado algunos pasos en el devenir de la infraestructura, como expropiaciones y actas de ocupaci¨®n de terrenos afectados en las inmediaciones de Riudellots de la Selva y la revisi¨®n de las fachadas de los edificios m¨¢s pr¨®ximos a las obras.
Seg¨²n datos del Ayuntamiento, Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ya ha revisado m¨¢s del 92% de las fachadas situadas entre la calle de Joan Torr¨® y la avenida de Josep Tarradellas. El ente gestor tambi¨¦n ha comenzado a enviar cartas a las comunidades de vecinos para inspeccionar las zonas comunes de los edificios afectados. Adif ha puesto un tel¨¦fono de consulta a disposici¨®n de vecinos y otros ciudadanos, pero a¨²n no ha instalado la reclamada oficina de atenci¨®n a los usuarios que le exigen desde el Consistorio.
Cuando el AVE llegue a Girona dejar¨¢ a los pasajeros en pleno centro. La apuesta por una estaci¨®n central inmersa en el tejido urbano se ha impuesto frente a la opci¨®n de construir la parada principal en el aeropuerto Girona-Costa Brava, de Vilob¨ª d'Onyar.
La nueva estaci¨®n ser¨¢ precisamente el elemento m¨¢s "distorsionador" en la vida cotidiana de Girona. A diferencia de los t¨²neles, se har¨¢ con pantallas y las obras ser¨¢n m¨¢s complejas. El proyecto exterior, arquitect¨®nico, a¨²n no ha salido a concurso p¨²blico, pero se conocen detalles de la futura estaci¨®n subterr¨¢nea. Las obras se har¨¢n en dos fases: en la primera se construir¨¢n la estaci¨®n de autobuses y la del AVE y m¨¢s adelante la del tren convencional. A la nueva estaci¨®n se acceder¨¢ desde un gran vest¨ªbulo que conectar¨¢ la zona de autobuses con la zona de trenes. El edificio del AVE tendr¨¢ unos 8.000 metros cuadrados en el plano de la calle, mientras que los andenes ocupar¨¢n m¨¢s de 18.800 metros cuadrados.
Pero adem¨¢s del d¨ªa a d¨ªa de las obras, tambi¨¦n interesa conocer el impacto econ¨®mico, social y cultural de la llegada de la alta velocidad a Girona. La proximidad de Barcelona, por ejemplo, se ha esgrimido para asegurar que la ciudad se convertir¨ªa en un "barrio dormitorio" para muchos barceloneses atra¨ªdos por una vivienda m¨¢s barata. Sin embargo, un estudio de la red Interreg encargado por el Ayuntamiento concluye que Girona est¨¢ demasiado cerca de Barcelona para que el AVE suponga ventajas econ¨®micas respecto al coche.
El mismo informe recomienda que se aprovechen al m¨¢ximo el turismo y los congresos para sacarle partido a la infraestructura. Interreg tambi¨¦n calcula que Girona no ser¨¢ una estaci¨®n importante en la l¨ªnea Madrid-Barcelona-Par¨ªs y que no se parar¨¢n trenes cada media hora. Otro consejo para aprovechar el AVE es intensificar las relaciones con otras ciudades catalanas como Lleida y Tarragona.
EL IMPACTO DE LA ALTA VELOCIDAD
El AVE, cuatro a?os despu¨¦s de lo previsto, llegar¨¢ a Barcelona el mi¨¦rcoles, como antes lo hizo a Lleida (2003), Tarragona (2006) y dentro de un par de a?os puede hacerlo a Girona. En cada caso, el impacto ha sido doble: por supuesto, un cambio en la movilidad, pero tambi¨¦n una transformaci¨®n urban¨ªstica que, eso s¨ª, ha sido hasta ahora m¨¢s lenta que la ferroviaria. En Lleida, los cambios en el entorno de la estaci¨®n tardar¨¢n a¨²n entre siete y ocho a?os en terminar. En Tarragona, la integraci¨®n va tambi¨¦n para largo, porque la estaci¨®n del Camp de Tarragona necesita las conexiones con el entorno (Reus, Valls, Tarragona y las playas de la costa Dorada). Un tren tiene una fase de maduraci¨®n (periodo entre que nace el proyecto y que entra en funcionamiento) de entre 15 y 20 a?os, pero sus consecuencias son mucho m¨¢s largas y perduran durante d¨¦cadas, superando ampliamente el siglo. El tren tarda, pero luego se queda. Vale la pena que sea para bien.
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