Madrid, a la cola de Europa en la lucha contra la poluci¨®n

Madrid no es Roma. Durante el mes de enero, al menos cinco estaciones de la red que mide la contaminaci¨®n en Madrid registraron, durante tres d¨ªas seguidos, valores superiores al l¨ªmite diario (50 microgramos por metro c¨²bico) que marca la legislaci¨®n europea. Recoletos y Luca de Tena pasaron de 80 y el paseo de Extremadura, de 70.

Madrid no es Roma, porque, de serlo, el viernes 1 de febrero los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes (matriculados antes de 2001) no hubieran podido circular. Si dos estaciones superan a la vez el l¨ªmite tres d¨ªas seguidos, se impone el blocco totale para "salvaguardar la salud de los ciudadanos". A los que lo hacen les cae una multa de 71 euros.

Madrid tampoco es Par¨ªs. En la capital francesa, las autoridades locales est¨¢n obligadas a avisar a la poblaci¨®n si se superan los 200 mg/m3 de di¨®xido de nitr¨®geno en tres estaciones a la vez. Algo que pas¨® aqu¨ª los d¨ªas 19, 20, 21 y 22 de enero. Al d¨ªa siguiente, el Ayuntamiento s¨ª que lanz¨® un aviso que desaconsejaba hacer deporte. Pero lo atribu¨ªa al aumento de las part¨ªculas en suspensi¨®n provocadas por masas de aire africano. En Madrid, el procedimiento s¨®lo obliga a alertar a la poblaci¨®n cuando se superan los 300 mg/m3 en toda la red, una cifra que se obtiene al hacer la media de estaciones tan dispares como Recoletos y Casa de Campo.

Madrid no es ni Londres, ni Mil¨¢n ni Berl¨ªn. Tres ciudades que han aplicado restricciones al tr¨¢fico de manera permanente, ya sea disuadiendo a los conductores al imponer un peaje o prohibiendo el paso a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes.

Madrid aprob¨® en febrero de 2006 su Estrategia Local de Calidad del Aire, que incluye, entre otras actuaciones, prohibir el acceso al centro a los coches m¨¢s contaminantes (los fabricados antes de 1993). Esa restricci¨®n deb¨ªa estar en marcha en 2008, pero, de momento, nada se sabe de la marcha del plan. Las ciudades que han implantado sistemas parecidos, como Estocolmo, han necesitado meses de pruebas. "Estamos en plazo", reiteran fuentes del Ayuntamiento, a la vez que reh¨²san ofrecer m¨¢s informaci¨®n.

?Por qu¨¦ Madrid todav¨ªa no tiene planes similares??Est¨¢ mejor o peor que estas ciudades? "Peor", contesta Fernando Prieto, doctor en Ecolog¨ªa y coordinador del informe Calidad del aire en las ciudades (2007), encargado por el Ministerio de Medio Ambiente. Para este experto, lo m¨¢s urgente es alertar a la poblaci¨®n cuando se superen los niveles para reducir su exposici¨®n y sacar de las ciudades los coches m¨¢s contaminantes. Madrid registr¨® una media de 60 mg/m3 de di¨®xido de nitr¨®geno el a?o pasado, cuando el m¨¢ximo que marca la UE es 46.Miguel ?ngel Alcolea, ge¨®grafo del Instituto Complutense de Ciencias Ambientales, enumera tres maneras de reducir la contaminaci¨®n: fomentar el transporte p¨²blico, peatonalizar e imponer un impuesto como el de Londres. ?Y para los episodios de contaminaci¨®n alarmante? "Restricci¨®n del tr¨¢fico; no hay otra" Y concluye: "Lo id¨®neo ser¨ªa avisar a la poblaci¨®n cuando se superen los niveles m¨¢ximos".

Madrid deber¨ªa fijarse en Alemania e Italia, que restringen el acceso a los coches m¨¢s contaminantes o les hacen pagar, opina Pedro Sauret, director t¨¦cnico del RACC. El peaje urbano de Londres y la restricci¨®n de la velocidad de acceso a Barcelona ser¨ªan buenas medidas, seg¨²n Paco Segura, de Ecologistas en Acci¨®n. En todo caso, asegura, lo ideal ser¨ªa coordinar un plan con la Comunidad de Madrid. "La contaminaci¨®n no es un problema exclusivo de la ciudad, sino metropolitano. Cada d¨ªa llegan 800.000 coches de fuera". ?stas son medidas aplicadas en otras ciudades europeas:

- Roma. Durante 12 jueves del invierno, s¨®lo circulan por la Fascia Verde (que engloba casi toda la ciudad) los veh¨ªculos con matr¨ªcula par o impar, seg¨²n el d¨ªa. Adem¨¢s, hay prohibici¨®n total de circular tres domingos (26 de enero, 17 de febrero y 2 de marzo).

- Mil¨¢n. Acaba de poner en marcha el Ecopass, un sistema de limitaci¨®n de acceso al centro para los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes. Los m¨¢s limpios est¨¢n exentos de pago. El resto desembolsan entre 2 y 10 euros al d¨ªa. Las sanciones por impago van de los 70 a los 275 euros.

- Par¨ªs. Los valores de di¨®xido de nitr¨®geno siempre son superiores a los que recomienda la UE, seg¨²n admite el propio Ayuntamiento. Par¨ªs tiene un plan de actuaci¨®n por el que est¨¢ obligado a informar a la poblaci¨®n en caso de que se superen los niveles m¨¢ximos de cuatro contaminantes: di¨®xido de nitr¨®geno, ozono, di¨®xido de azufre y part¨ªculas PM 10. Ha instalado paneles informativos en las calles y lanza alertas.

- Berl¨ªn. El tr¨¢fico es responsable de un 40% de la poluci¨®n por part¨ªculas y de un 80% de la de di¨®xido de nitr¨®geno, seg¨²n el Ayuntamiento de Berl¨ªn. El 1 de enero entr¨® en vigor la llamada "zona ambiental", un ¨¢rea de 88 kil¨®metros cuadrados con un mill¨®n de residentes. De momento, s¨®lo los coches Euro 1 (anteriores a 1995 y los m¨¢s contaminantes) tienen prohibido circular por ella (suponen el 7% de los 1,2 millones de veh¨ªculos de Berl¨ªn), pero en 2010 ya s¨®lo podr¨¢n entrar los veh¨ªculos Euro 4 o superiores (a partir de 2001).

- Londres. El peaje urbano empez¨® a funcionar en 2003 y el a?o pasado se extendi¨® hacia el oeste. La llamada "tasa de congesti¨®n" es una tarifa diaria de ocho libras (11 euros) en d¨ªas laborables. No hay puestos de peaje ni barreras, sino que unas c¨¢maras leen la matr¨ªcula. Los residentes en la zona tienen un descuento del 90%. El a?o pasado, el peaje urbano recaud¨® m¨¢s de 164 millones de euros, que se emplean en mejorar el transporte p¨²blico. Londres cobrar¨¢ a partir de octubre 25 libras (33 euros) a los coches m¨¢s contaminantes. A los m¨¢s limpios, nada. El peaje urbano ha reducido el tr¨¢fico un 21%.

- Barcelona. El principio "a menos velocidad, menos contaminaci¨®n" est¨¢ detr¨¢s de la decisi¨®n de la Generalitat de limitar a 80 kil¨®metros por hora la velocidad de entrada a Barcelona. La norma afecta a 17 municipios. Seg¨²n c¨¢lculos del Gobierno catal¨¢n, a esta velocidad las emisiones de ¨®xidos de nitr¨®geno se reducen una media del 17% respecto a circular a 100 kil¨®metros por hora. El bicing es la otra gran apuesta de Barcelona: un servicio p¨²blico de 3.000 bicicletas de uso compartido distribuidas por toda la ciudad. M¨¢s de 100.000 abonados pagan 24 euros al a?o.