Coleccionar arte despu¨¦s de Mao
La Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona exhibe obras de Uli Sigg, el principal comprador de arte chino actual
"Hay dos tipos de arte contempor¨¢neo en China; el que podr¨ªamos decir mundial, al que todos podemos acceder, y despu¨¦s el que precisa de un mayor conocimiento de la tradici¨®n para poder entenderse. En Occidente, en los ¨²ltimos tiempos, lo que ha interesado m¨¢s es el arte relacionado con el pop o el de tipo pol¨ªtico, pero tal vez no se haya valorado de manera suficiente el que requiere entender el contexto chino".
Uli Sigg (Lucerna, 1946) sabe lo que dice porque lo ha vivido a fondo. Aterriz¨® en China por primera vez en 1979 -justo un a?o despu¨¦s de que Den Xiaoping iniciara la hist¨®rica apertura del pa¨ªs al exterior- como alto ejecutivo del grupo Schindler China, la primera empresa conjunta chino-occidental. Entre 1995 y 1998 fue embajador suizo en China, Corea del Norte y Mongolia.
"La evoluci¨®n ha sido incluso m¨¢s r¨¢pida en el arte que en el terreno social"
Hoy puede ser considerado como uno de los mayores, si no el m¨¢s grande, coleccionista de arte chino contempor¨¢neo. Una selecci¨®n de 80 obras de su fabulosa colecci¨®n, integrada por unas 2.000 piezas, puede verse desde hoy en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, sin contar que parte de las que se presentan en la exposici¨®n Zh¨´ Y¨ª! de fotograf¨ªa contempor¨¢nea china en el barcelon¨¦s palacio de la Virreina (que ya pudo verse antes en el Artium de Vitoria) tambi¨¦n forman parte, en otras copias o ediciones, de sus fondos.
Las dos exposiciones permiten hacerse una idea bastante amplia de c¨®mo ha evolucionado el arte chino experimental en los ¨²ltimos 15 a?os. Desde una serigraf¨ªa de 1989 a partir de una fotograf¨ªa de Mao realizada por uno de los mayores artistas chinos actuales, Ai Weiwei, hasta la columna de reminiscencias arqueol¨®gicas realizada el a?o pasado por Peng Yu y Sun Yuan con restos de cenizas humanas. "La evoluci¨®n ha sido incluso m¨¢s r¨¢pida en el terreno del arte que en el social", comenta Sigg, que no pudo comenzar a comprar de manera sistem¨¢tica -siempre, afirma, directamente a los artistas- hasta finales de los ochenta, si bien el grup¨²sculo de arte contempor¨¢neo que se sal¨ªa de las corrientes del realismo socialista oficial hab¨ªa comenzado sus actividades un poco antes de 1979, fecha en la que se fund¨® el grupo Star, del que surgieron nombres hoy reconocidos y cotizados como Ma Desheng, Wang Keping o el mismo Ai Wewei.
Si a inicios de los ochenta uno de los temas principales del trabajo de estos artistas fue la revisi¨®n cr¨ªtica de la historia reciente, especialmente de la tr¨¢gica Revoluci¨®n Cultural, tras los acontecimientos de Tiananmen en 1989 la esperanza en un cambio democr¨¢tico qued¨® truncada y comenz¨® lo que vino a llamarse pop pol¨ªtico -representado por artistas como Wang Guangyi- y tambi¨¦n el "realismo c¨ªnico", que tiene en la obra de Yue Min Jun uno de sus mejores ejemplos.
En los noventa, cuando algunos artistas comenzaron a tener acceso a la fotograf¨ªa y al v¨ªdeo adem¨¢s de una mayor informaci¨®n de la escena internacional, los temas se ampliaron con referencias cr¨ªticas al consumismo (como en las obras de Luo Brothers) y a las r¨¢pidas transformaciones sociales del pa¨ªs (una prueba es la inquietante serie sobre la pol¨ªtica del hijo ¨²nico de Zhang Xiaogang). Tambi¨¦n hay recuperaciones de la tradici¨®n, bien a trav¨¦s de la t¨¦cnica (como el exquisito escrito sobre un grano de arena en el que Lu Hao relata la historia de un campesino emigrado a la ciudad) o de la revisitaci¨®n de sus temas (como los casi monocromos paisajes de Qui Shiua). La lista ser¨ªa larga porque casi cada pieza tiene detr¨¢s una historia de por s¨ª fascinante. Desde los fantasmag¨®ricos paisajes de Guilin, recreados con cuerpos humanos de Liu Wei, pasando por la instalaci¨®n de sedas bordadas con cabellos, de Hu Xiaoyuan.
Tambi¨¦n es cierto que algunas obras tienen un punto kitsch, algo casi siempre buscado, o parecen en exceso copias del arte occidental. ?Por qu¨¦ no? Uli Sigg es tajante: "En Asia, no s¨®lo en China, el copiar es signo de inteligencia. En el arte tradicional caligr¨¢fico los artistas ten¨ªan que copiar mil veces a su maestro antes de poder empezar a hacer cosas propias. Y en Occidente habr¨ªa que ver qu¨¦ quedar¨ªa si eliminamos las obras basadas en las de otros artistas... Los chinos copian, asimilan, absorben y despu¨¦s lo convierten en otra cosa diferente. ?sta es su fortaleza".
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