Ra¨²l Castro controlar¨¢ los cambios en el sistema
El hermano de Fidel mantendr¨¢ el poder desde la sombra o como nuevo gran l¨ªder
En los 19 meses que ha ejercido de presidente provisional de Cuba, Ra¨²l Castro no ha ido ni una vez a la televisi¨®n y s¨®lo ha concedido una entrevista al diario Granma. La discreci¨®n y el trabajo met¨®dico y silencioso forman parte de su estilo, y ¨¦sa ser¨¢ tambi¨¦n la f¨®rmula para llevar adelante sus reformas en estos momentos cruciales, aseguran los que le conocen. Bajo su mando, como nuevo comandante en jefe o desde la sombra, los cambios en el modelo socialista llegar¨¢n poco a poco y sin chirriar, a lomos de delicados equilibrios.
La revoluci¨®n es tan suya como de Fidel Castro y la transici¨®n que pretende es dentro del propio sistema; c¨®mo conjugar apertura econ¨®mica y control pol¨ªtico es la principal ecuaci¨®n que ha de resolver, y no es sencilla. Un ex militar que trabaj¨® cerca de ¨¦l durante a?os destaca tres caracter¨ªsticas de su personalidad que marcar¨¢n el proceso pol¨ªtico que comienza. La primera es su lealtad con los amigos. En m¨¢s de una ocasi¨®n, Ra¨²l ha protegido a compa?eros y familiares ca¨ªdos en desgracia y les ha buscado una salida digna. "El que crea que Ra¨²l Castro va a traicionar a su hermano se equivoca. Fidel puede estar tranquilo. Eso s¨ª, defender¨¢ sus ideas y buscar¨¢ los consensos necesarios para fundamentar que es necesario hacer ciertas cosas".
El modo de tomar decisiones de Ra¨²l nada tiene que ver con el de Fidel
La discreci¨®n y el trabajo met¨®dico y silencioso forman parte de su estilo
Un segundo rasgo del jefe del Ej¨¦rcito, seg¨²n su ex compa?ero, es que "los domingos son para ¨¦l". A diferencia de Fidel, Ra¨²l es un hombre familiar, preocupado por los suyos y por los peque?os detalles, lo que le hace m¨¢s sensible a los problemas cotidianos de la gente. En una famosa sesi¨®n del Parlamento en la que Fidel pronunci¨® una de las intervenciones m¨¢s largas que se recuerdan, Ra¨²l, para alivio de los diputados, le interrumpi¨®: "Fidel, llevas casi siete horas hablando". La respuesta de su hermano fue que no estaba cansado y que todav¨ªa le quedaban cosas por decir.
Ra¨²l es consciente de sus capacidades y limitaciones, "no quiere ser lo que no es". Cuando no sabe algo se asesora y busca opiniones diferentes, y esta tercera caracter¨ªstica es esencial en la nueva forma de gobernar Cuba. Su modo de tomar decisiones nada tiene que ver con el de Fidel, guiado siempre por su instinto. "Con Ra¨²l no hay improvisaciones. Cuando no entiende algo o no lo ve claro, pide un informe, y despu¨¦s otro m¨¢s preciso, y luego otro, y as¨ª hasta que llega a una determinaci¨®n. Es lento, pero una vez que ha decidido, lleva las cosas hasta el final".
En los ¨²ltimos meses, Ra¨²l ha preparado meticulosamente el terreno para introducir algunos cambios que la sociedad demanda con fuerza. Sin ninguna publicidad y bajo la tutela de las Fuerzas Armadas, ha ensayado en el campo con cientos de fincas nuevas formas de organizaci¨®n de la producci¨®n de alimentos, con mayores m¨¢rgenes para la iniciativa privada. Los resultados del experimento no se han dado a conocer, como tampoco los del gran debate nacional que alent¨® el a?o pasado para que la gente expusiera sus cr¨ªticas y propusiera soluciones. M¨¢s de un mill¨®n de opiniones recogidas, la inmensa mayor¨ªa favorable al cambio, son una alarma encendida y a la vez un valor con el que cuenta Ra¨²l Castro frente a la tentaci¨®n del inmovilismo en la legislatura que comienza.
La fama de hombre pr¨¢ctico de Ra¨²l no es gratuita, como sus dotes de organizador. Despu¨¦s del triunfo de la revoluci¨®n, Ra¨²l convirti¨® a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en un ej¨¦rcito moderno y poderoso, pero cuando vinieron mal dadas tuvo la cintura suficiente para reducir sus efectivos, garantizar su autoconsumo y transformar al ej¨¦rcito en una gran empresa que hoy aporta valores significativos al pa¨ªs. A ¨¦l se debe la introducci¨®n del sistema de autogesti¨®n empresarial en las industrias de las FAR como forma de hacer m¨¢s eficiente la econom¨ªa socialista.
Si cuando el pa¨ªs marchaba por la senda de la centralizaci¨®n fue capaz de ensayar f¨®rmulas heterodoxas, al llegar el Periodo Especial, tras la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, supo convencer a su hermano de la necesidad de reabrir los mercados libres campesinos, regidos por la ley de la oferta y la demanda, que sirvieron para aliviar el desabastecimiento. Una persona de su c¨ªrculo ¨ªntimo asegura que en 1968, cuando Fidel nacionaliz¨® m¨¢s de 50.000 peque?os negocios que quedaban en manos privadas, no estuvo de acuerdo con la medida, aunque por supuesto la acept¨®.
Del mismo modo, Ra¨²l Castro ha estudiado con inter¨¦s las experiencias de China y Vietnam que, adaptadas a las peculiaridades de la isla, se vislumbran como la mejor -o ¨²nica- forma para hacer viable la apertura econ¨®mica en un sistema pol¨ªtico como el cubano, en el que el Partido Comunista, ¨²nico y omnipresente, no est¨¢ dispuesto a perder el control.
Algunos analistas consideran que Ra¨²l ha dado se?ales de por d¨®nde ir¨¢n las cosas. En un esfuerzo por aumentar la producci¨®n de alimentos, pag¨® la deuda del Gobierno con los peque?os agricultores y aument¨® los precios que los productores reciben por la leche y la carne. Tambi¨¦n flexibiliz¨® las restricciones aduaneras y alent¨® una pol¨ªtica informativa diferente en los medios de prensa estatales, que han empezado a tratar los problemas econ¨®micos y sociales de la isla con sentido cr¨ªtico. Medidas todav¨ªa muy t¨ªmidas, pero que indican una tendencia.
Dentro y fuera de la isla, Ra¨²l Castro sigue siendo una inc¨®gnita. Algunos recuerdan su pasado extremista, los fusilamientos de los primeros d¨ªas de la revoluci¨®n y su falta de carisma. La realidad es que, despu¨¦s de casi medio siglo a la sombra de Fidel, en estos 19 meses Ra¨²l ha logrado despertar esperanzas y expectativas. Ahora, en medio de delicados equilibrios, la presi¨®n recae completamente sobre sus hombros. Es la hora, y de lo que trate o haga en silencio depende si su revoluci¨®n, aunque sea convertida en otra cosa, sobrevive.
![De izquierda a derecha, Ra¨²l Castro, Fidel Castro y Camilo Cienfuegos, en una imagen emitida por el canal National Geographic.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MQXQKITAYY4ZAFAKTFKZFQWCNM.jpg?auth=15d8bd637db28c3c7d88140f511f45980af47af2e8575af8f44e8f01ca1f4c35&width=414)
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