La lucha contra el blanqueo hace aflorar 4.100 millones en cuatro a?os
Se ha apostado por reforzar las unidades para la investigaci¨®n patrimonial
Un estudio elaborado por la Unidad de Inteligencia Criminal espa?ola en 2002, reci¨¦n entrado en vigor el euro, lleg¨® a estimar en un bill¨®n de pesetas (6.000 millones de euros) el patrimonio en poder de las organizaciones delictivas en Espa?a. Es decir, el dinero sucio.
La estrategia ha sido unificar las polic¨ªas sobre delitos econ¨®micos
M¨¢s de 30 polic¨ªas especializados en blanqueo trabajan en la Costa del Sol
Si aquella cifra resultaba preocupante, la realidad la ha dejado peque?a a la vista de datos tangibles: s¨®lo en los ¨²ltimos cuatro a?os, el valor de lo intervenido a estas organizaciones suma 4.125 millones de euros, cifra que podr¨ªa acercarse a los 6.000 millones si se practicase una valoraci¨®n de 1.296 fincas e inmuebles todav¨ªa no evaluados y 493 obras de arte. Reforzar la lucha contra el blanqueo de capitales y multiplicar las unidades destinadas a la investigaci¨®n patrimonial ha permitido a Interior empezar a conocer el verdadero tama?o del dinero sucio en Espa?a.
Desde hace a?os, los expertos policiales ten¨ªan claro que la clave para una estrategia eficaz contra las organizaciones delictivas pasaba por atacar sus tramas financieras. De hecho, en el a?o 2002, durante la presidencia espa?ola en la Uni¨®n Europea, se aprob¨® una directiva por la cual se recomendaba a las fuerzas de seguridad que practicaran, en toda actuaci¨®n policial, una investigaci¨®n paralela de tipo econ¨®mico. En ese punto, todos los expertos coinciden en que la verdadera amenaza del crimen organizado est¨¢ en su capacidad para corromper el sistema a trav¨¦s del poder econ¨®mico y la influencia pol¨ªtica.
Hasta hace bien poco, las estad¨ªsticas policiales pon¨ªan mucho ¨¦nfasis en el n¨²mero de detenidos y, en el caso de Espa?a, en las toneladas intervenidas de droga. Aunque las cifras aumentaban de a?o en a?o y pod¨ªan interpretarse como un sin¨®nimo de eficacia policial, lo cierto es que esos resultados no dejaban de ser frustrantes.
No hab¨ªa otros resultados econ¨®micos que los miles de veh¨ªculos y cientos de embarcaciones incautados a los narcotraficantes. La realidad era que muchas organizaciones sobreviv¨ªan a los golpes policiales dado que su capacidad econ¨®mica para sobreponerse segu¨ªa intacta. Del dinero sucio apenas hab¨ªa noticias, a pesar de que el nombre de Espa?a coincidiera en numerosos informes policiales como uno de los pa¨ªses donde se refugiaba el dinero de la delincuencia internacional.
El cambio de estrategia est¨¢ permitiendo tener una visi¨®n m¨¢s aproximada de la realidad, sobre todo cuando se considera tambi¨¦n como parte del problema la delincuencia econ¨®mica y el blanqueo de capitales. En Espa?a, este cambio de estrategia tiene su origen en la unificaci¨®n policial de todas las unidades relacionadas con la investigaci¨®n econ¨®mica y en la creaci¨®n de unidades especiales en la lucha contra el lavado de dinero.
Durante a?os, la polic¨ªa espa?ola se hab¨ªa organizado en peque?as unidades dispersas especializadas en delitos monetarios, fiscales, financieros, unidades de actividad muy secundaria, dudosa eficacia y generalmente poco coordinadas. Bajo el mando del actual comisario general de Polic¨ªa Judicial, todas estas unidades se fusionaron en una: la UDEF (Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal), a la que tambi¨¦n se incorpor¨® la Brigada de Delitos Tecnol¨®gicos. ?se fue el primer proceso.
El segundo fue la formaci¨®n de polic¨ªas especializados en investigaci¨®n patrimonial, la dotaci¨®n de esos expertos en determinadas comisar¨ªas provinciales y la creaci¨®n de la Brigada de Blanqueo de Capitales. Dicha unidad cuenta en la actualidad con m¨¢s de 100 investigadores. En una zona sensible como es la Costa del Sol, trabajan actualmente m¨¢s de 30 polic¨ªas especializados en blanqueo.
Los resultados no se hicieron esperar. Las investigaciones demostraban c¨®mo las redes financieras de las organizaciones delictivas se hab¨ªan infiltrado en el sistema a trav¨¦s de colectivos de profesionales (abogados, notarios, asesores, incluso instituciones bancarias) y c¨®mo hab¨ªan contaminado tambi¨¦n determinadas capas del sistema pol¨ªtico. Operaciones como Ballena Blanca, Malaya, Avispa, M¨¢rmol Rojo o Hidalgo, por citar las m¨¢s espectaculares, evidenciaban las ramificaciones.
Antes, el n¨²mero de detenidos era alto y el valor de los bienes intervenidos muy bajo. El dinero sucio permanec¨ªa intocable. Ahora el n¨²mero de detenidos sigue siendo elevado (algo m¨¢s de 23.000 si se tienen en cuenta las redes de inmigraci¨®n y trata de seres humanos), pero el valor del patrimonio decomisado ya es llamativo: 4.126 millones de euros.
Inmuebles y veh¨ªculos
Espa?a tiene en su territorio algunos de los dep¨®sitos judiciales m¨¢s grandes de Europa. ?se es el caso, por ejemplo, del situado en la localidad de C¨¢rtama (M¨¢laga), donde se amontonan miles de veh¨ªculos de alta gama y cientos de embarcaciones, producto de las incautaciones efectuadas por la polic¨ªa a los delincuentes en estos sectores.Buena parte de ese patrimonio queda inservible por efecto del tiempo y la lentitud de la justicia, y termina siendo vendido como chatarra, con la consiguiente p¨¦rdida de valor.Aunque el Plan Nacional de Drogas estableci¨® un mecanismo para una subasta r¨¢pida de estos bienes, los procedimientos siguen siendo frustrantes y muy limitados.En los cuatro ¨²ltimos a?os, las fuerzas de seguridad del Estado han intervenido un patrimonio valorado en 4.126 millones de euros, adem¨¢s de 1.296 fincas o pisos todav¨ªa sin valorar, 3.117 veh¨ªculos (una buena parte de alta cilindrada) y hasta ocho avionetas y dos helic¨®pteros. ?Habr¨¢ que esperar a?os para ver c¨®mo ese patrimonio termina deterior¨¢ndose y pierde valor?El Ministerio del Interior, que dirige Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, trabaja a buen ritmo en la creaci¨®n de una Oficina de Localizaci¨®n e Intervenci¨®n de Activos. Su funci¨®n ser¨¢ la de coordinar los bienes incautados y proceder a una subasta p¨²blica para que los beneficios reviertan en el erario p¨²blico en el menor plazo posible. Ese proyecto tendr¨¢ que superar un escollo que hasta ahora parec¨ªa insalvable: la lentitud del sistema judicial espa?ol, algo en lo que todos los sectores coinciden en quejarse.
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