"Sin ciencia no hay cultura"
Tras m¨¢s de 25 a?os sin sede, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa inicia una nueva etapa que es en realidad "una refundaci¨®n", en palabras de su reci¨¦n nombrado director, Ram¨®n N¨²?ez, y estrenar¨¢ en A Coru?a su sede principal. Pero no se trata, explica, ¨²nicamente de exponer por fin al menos parte de las colecciones hist¨®ricas acumuladas a lo largo de su breve existencia, sino, sobre todo, de contribuir a la cultura cient¨ªfica de los espa?oles, de ser un escaparate para la ciencia que se hace en Espa?a y de constituir un elemento definidor de la cultura.
"Yo dir¨ªa que la s¨ªntesis de la esencia de un museo nacional de la ciencia del siglo XXI es que es donde est¨¢ la responsabilidad de la cultura cient¨ªfica de los ciudadanos" explica N¨²?ez, que pilot¨® desde su inicio los Museos Cient¨ªficos Coru?eses, reconocidos internacionalmente, y recuerda rotundo: "Sin ciencia no hay cultura". La frase cobra todo su significado cuando se trata de un proyecto como ¨¦ste, que tiene como objetivo responder a las preocupaciones de un ciudadano al que continuamente la ciencia y la tecnolog¨ªa presentan nuevos desaf¨ªos y dilemas, desde la p¨ªldora para el d¨ªa siguiente al calentamiento del planeta. "Que el ciudadano se sienta c¨®modo en el mundo en el que vive, porque entiende las connotaciones cient¨ªficas de su entorno", resume como objetivo N¨²?ez. C¨®modo en su ¨¢mbito personal, en el que los charlatanes se amparan continuamente en la ciencia, como en el de las decisiones colectivas, tampoco exentas de manipulaciones.
"Pretendemos que el ciudadano se sienta c¨®modo en el mundo en que vive"
"La misi¨®n m¨¢s exclusiva del museo es conservar el patrimonio"
Pero en este apartado no se puede olvidar la educaci¨®n cient¨ªfica "para la que tenemos un veh¨ªculo, que es la ense?anza reglada, sujeto a condicionantes. Tengo que decir, como maestro, que me parece fundamental abordar el papel del profesor de ciencias: no puede ense?ar ciencia quien no vive la ciencia, no conoce su pr¨¢ctica, aunque no domine su contenido". En este campo piensa actuar el museo, lo mismo que en la comunicaci¨®n de la ciencia que se hace en Espa?a. "Los cient¨ªficos espa?oles trabajan con recursos limitados y no suelen tener dinero para comunicar lo que hacen. Eso lo puede hacer el museo nacional. Se est¨¢ trabajando en muchas cosas que la sociedad espa?ola debe conocer y tenemos que conseguir que tenga un escenario de expresi¨®n".
La faceta de conservaci¨®n del patrimonio cient¨ªfico hist¨®rico es quiz¨¢ la m¨¢s exclusiva del museo. "La instituci¨®n tiene que estar a disposici¨®n de todos para colaborar en la conservaci¨®n, catalogaci¨®n, restauraci¨®n, documentaci¨®n y en la puesta en valor (a trav¨¦s de la publicidad o la exhibici¨®n) de ese patrimonio. Cuando ya se conozca se podr¨¢ entonces hablar de pol¨ªtica de colecciones".
Es en A Coru?a donde se prepara el edificio Prisma de Cristal, cedido por la diputaci¨®n, para sede central del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa, en lo que representa una decisi¨®n pol¨ªtica para descentralizar las instituciones del Estado (el museo depende del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia). Se mantiene, sin embargo, la actividad de la sede de Madrid (en la antigua estaci¨®n de Delicias, donde tambi¨¦n est¨¢n almacenadas las colecciones), para la que se busca un edificio en colaboraci¨®n con la Comunidad y el Ayuntamiento.
Tambi¨¦n formar¨¢ parte de la instituci¨®n una sede en Ponferrada dedicada espec¨ªficamente a la energ¨ªa y est¨¢ abierta la posibilidad de que otras instituciones del territorio espa?ol se unan bajo diversas f¨®rmulas al museo. "No venimos a hacerle la competencia a los museos y planetarios que ya existen sino a ofrecerles nuestra colaboraci¨®n", recuerda N¨²?ez.
La refundaci¨®n comenzar¨¢ con un an¨¢lisis museol¨®gico de los fondos existentes (unos 10.000 objetos, desde antiguos telescopios a f¨¢bricas enteras), para los que no existe una valoraci¨®n oficial. Mucho antes de que las sedes est¨¦n disponibles ya habr¨¢ producciones propias. La primera ser¨¢ una exposici¨®n sobre mujeres en la historia de la ciencia: "Queremos que sea una muestra que enganche", comenta N¨²?ez. Aunque la nueva sede central empiece a funcionar antes, la inauguraci¨®n est¨¢ prevista para la primavera de 2011. No m¨¢s de un a?o despu¨¦s deber¨ªa de estar lista la nueva sede de Madrid.
Tambi¨¦n cabe en el proyecto investigar la relaci¨®n entre ciencia, tecnolog¨ªa y sociedad. "?Por qu¨¦ no aspirar a ser una voz autorizada, una referencia?", se pregunta el nuevo director.
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