Spalletti, el ¨¦xito del vendedor de sillones
Capello' con el bal¨®n al pie y Totti en la punta
Luciano Spalletti se presenta en el sal¨®n del hotel del Roma de Madrid con un dossier de prensa en la mano. "Leo los peri¨®dicos para darme cuenta de qui¨¦nes son los ventajistas y qui¨¦nes los periodistas", bromea. Son las 14.30 de ayer y acaba de salir del comedor. "Lo mismo de siempre: ensaladas y verduras hervidas". El t¨¦cnico del Roma, de 48 a?os, no est¨¢ a r¨¦gimen. Simplemente le gusta la comida sana. Sana es tambi¨¦n su forma de ser. Nunca una bronca p¨²blica o una queja contra los ¨¢rbitros. "Eso no se hace", exclama. "En realidad, soy muy nervioso e inquieto, me controlo por el bien de este deporte y del sentido com¨²n", confiesa.
Su forma de ser y de entender el f¨²tbol le han convertido en uno de los ¨²ltimos gentlemen de los banquillos italianos y han convertido a su equipo en un oasis de juego en el desierto del calcio. "Me gustan los jugadores de fantas¨ªa como Robinho. Mancini, Taddei y Vucinic se parecen mucho a ¨¦l, son futbolistas que convierten en algo especial el juego de un equipo. Son los que ponen la guinda", comenta. Con su llegada al conjunto giallorosso se acab¨® el pelotazo largo que hab¨ªa caracterizado al Roma de Capello. "La transici¨®n fue sacrificio, continuidad, respeto de las reglas y profesionalidad", explica al tiempo que se niega a hacer comparaciones con su antecesor. "Han cambiado los int¨¦rpretes. Cada t¨¦cnico saca calidades distintas de sus jugadores, las diferencias radican en eso", dice.
"El gol es lo importante, no con cu¨¢ntos delanteros lo hayas logrado"
Spalletti, que antes de sentarse en un banquillo dirig¨ªa una empresa de sof¨¢s y sillones, lleg¨® al Roma (tras pasar por el ?mpoli y el Udinese) en 2005, y construy¨® un once con un solo delantero, Francesco Totti. ?Elecci¨®n obligada por la escasez o fruto de una idea? Tarda un segundo en contestar. "?La b¨²squeda del f¨²tbol qu¨¦ es? ?Hacer jugar a los delanteros o hacer gol?", se pregunta. "Hacer gol es lo importante. Si un equipo marca es que ha cumplido con su objetivo y no importa con cu¨¢ntas puntas lo haya hecho. Adem¨¢s, con un solo delantero hay mucho m¨¢s intercambio, movimiento y trabajo de equipo", analiza. Quiz¨¢s por eso, el entrenador de la Liga espa?ola que m¨¢s le gusta es Unai Emery, del Almer¨ªa. "Se ve que el suyo es un equipo trabajado con mucho sacrificio", explica.
Para poner en pr¨¢ctica el movimiento del que habla Spalletti es fundamental el manejo del bal¨®n. "Muy pocas veces nos entrenamos sin ¨¦l. Los jugadores se dan cuenta por s¨ª solos. Cuando vieron que delante no ten¨ªamos un cabeceador, han entendido que la pelota ten¨ªa que circular pegada al c¨¦sped y r¨¢pida. Y si est¨¢s mucho tiempo con la pelota entre los pies, los pases te salen de una forma casi autom¨¢tica. La t¨¦cnica te permite ser m¨¢s preciso", asegura. Para ¨¦l todo es una cuesti¨®n de movimiento. "Sobre todo sin la pelota. Sin jugadores que atacan los espacios es imposible desarrollar un juego ofensivo. El Madrid sabe que para hacer un buen f¨²tbol hacen falta jugadores que superen la l¨ªnea defensiva. Y Schuster tiene muchos".
El t¨¦cnico niega que sin Totti el Roma ser¨ªa un equipo vulgar. "Si acaso ser¨ªa un equipo sin un punto de referencia", puntualiza.
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