Nuevos actores en el avispero andino

Los servicios de inteligencia estadounidense y cubano han trabajado a marchas forzadas en Colombia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua, anticipando los movimientos del adversario en una crisis que se ha complicado con la entrada de nuevos actores en el avispero andino. El m¨¢s reciente: Israel.

Primero fue el desembarco del presidente de Ir¨¢n, Mahmud Ahmadineyad, apadrinado por Hugo Ch¨¢vez. Ante el inter¨¦s del l¨ªder iran¨ª, Israel no tard¨® en reforzar la presencia del Mosad en Colombia, en colaboraci¨®n con la CIA. La agencia de inteligencia de EE UU se mueve en la zona de manera tan activa como el espionaje cubano, siempre preocupado por Hugo Ch¨¢vez, su gran aliado pol¨ªtico y suministrador de petr¨®leo. La visita a Israel del ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, en febrero pasado, revisti¨® una importancia pol¨ªtica y estrat¨¦gica paralela a la que hab¨ªa tenido el acercamiento de Venezuela a Ir¨¢n y Siria. Todo indica que Bogot¨¢ y Washington decidieron reventar el campamento de Ra¨²l Reyes en Ecuador precisamente para eso: para descubrir las conexiones entre el terrorismo guerrillero y gobiernos con asiento en las Naciones Unidas.

La identidad de los contendientes ayuda a entender el choque pol¨ªtico e ideol¨®gico en curso. EE UU e Israel apoyan a Colombia, gobernada por el conservador ?lvaro Uribe, en su disputa con la alianza izquierdista de Hugo Ch¨¢vez, en Venezuela, Rafael Correa, en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua; apoyados por Cuba e Ir¨¢n. Todo era diferente antes de que entrara Hugo Ch¨¢vez. Provisto de nuevos criterios pol¨ªticos y de un arsenal de d¨®lares petroleros, Ch¨¢vez aliment¨® alianzas y apoyos y un discurso solidario con las guerrillas colombianas que irrit¨® al presidente de Colombia, ?lvaro Uribe, y moviliz¨® a EE UU, implicado con hombres, tecnolog¨ªa y dinero en el combate contra las guerrillas. Hasta la irrupci¨®n de Ch¨¢vez, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) hab¨ªan batallado casi a solas, sin apenas patrocinios ideol¨®gicos, contra el Estado colombiano y su aliado de Washington.

Pero al llegar Ch¨¢vez, todo cambi¨®: legitim¨® a las guerrillas al establecer relaciones con sus mandos y reclamar para los dos grupos el estatus de fuerza beligerante. Estados Unidos y la Uni¨®n Euroepa los incluyeron en la lista de grupos terroristas. Una peque?a guerra fr¨ªa est¨¢ en curso en la zona andina.