Dos votos en silencio
La viuda y la hija mayor de Isa¨ªas Carrasco, asesinado por ETA, votan a menos de 100 metros del lugar del crimen
Los observadores internacionales a los que la izquierda abertzale ha invitado para seguir las elecciones no pasaron ayer por Mondrag¨®n. No vieron el tremendo sufrimiento que arrastraba todav¨ªa la cara de Mar¨ªa ?ngeles Romero, ni el gesto de dolor de su hija Sandra, la viuda y la mayor de los tres hijos del ex edil socialista de esa localidad guipuzcoana asesinado a tiros el viernes por un pistolero etarra. Estaban tales observadores (abogados y periodistas, en su mayor¨ªa) a otra cosa, al parecer. Los 18 observadores internacionales, en Euskadi desde el pasado jueves, fueron invitados por la izquierda abertzale para contar lo que "realmente" pasaba en estas elecciones. Es posible que en alg¨²n apartado de su auditor¨ªa hagan constar que dos d¨ªas antes de abrirse las urnas muri¨® a manos de ETA un hombre que no pudo votar.
?Qu¨¦ van a contar "a toda Europa"? Los enviados tuvieron la oportunidad -la despreciaron- de ver en Mondrag¨®n a una familia deshecha, a una viuda y a su hija con las huellas del horror a flor de piel tras haberles sido arrebatado su ser m¨¢s querido "por defender la libertad, la democracia y las ideas socialistas". No pueden dar fe de ello.
La viuda de Isa¨ªas acudi¨® a votar muy temprano. Quiso hacerlo poco despu¨¦s de abrirse su colegio electoral -eran las 9.20- para evitar los flases y los micr¨®fonos, pero en la ikastola Arrasate ya le esperaban media docena de informadores. A su llegada al colegio, a apenas menos de cien metros del lugar del crimen, Mar¨ªa ?ngeles quiso ocultarse con el paraguas. Desde el asesinato ha buscado constantemente situarse en un segundo plano.Estuvo arropada en todo momento, entre otros, por el portavoz socialista en Mondrag¨®n, Francisco Garc¨ªa Raya. Entreg¨® los sobres con las papeletas y se fue sin hacer ninguna declaraci¨®n. Todo lo que ten¨ªa que decir qued¨® bajo secreto dentro de la urna.
"Yo, mi madre y todos iremos a votar" como forma de "decir a los asesinos que no vamos a dar ni un solo paso atr¨¢s". Con igual entereza y energ¨ªa que un d¨ªa antes, Sandra acudi¨® a votar a las 11.40, siguiendo los pasos de su madre. A esa hora hab¨ªa aumentado la presencia de medios de comunicaci¨®n. Poco antes de llegar Sandra, los presidentes de las cuatro mesas electorales ordenaron despejar el gimnasio donde estaban votando los vecinos del barrio de San Andr¨¦s. El jefe de la Guardia Municipal, que ante una ciudadana llam¨® "carro?eros" a los informadores, expuls¨® y dej¨® en la calle a toda la prensa "por deseo de la familia".
Sandra se present¨® tan firme y decidida como la v¨ªspera, muy seria. Acompa?ada tambi¨¦n por Garc¨ªa Raya, esta vez no quiso hacer ning¨²n comentario. Para qu¨¦ restar protagonismo al voto. Algunos integrantes de las mesas electorales le transmitieron su solidaridad y su p¨¦same.
Y el resultado fue demoledor. Con el 93,6% escrutado, el PSE obten¨ªa 3.995 votos, el 39,52%; el PNV, con 2.308 votos y el 22,83% era la segunda fuerza y el PP, con 1066 votos y el 10,55% era la tercera fuerza. La participaci¨®n sin embargo, descendi¨® del 73,34 en 2004 al 59,26% en estas elecciones.
No se sabe si los observadores habr¨¢n anotado en sus libretas los escasos incidentes causados ayer por grupos de radicales.
Diez personas fueron detenidas en Euskadi acusadas de un delito electoral por lanzar octavillas o llamar a la abstenci¨®n. La Ertzaintza arrest¨® a mediod¨ªa a nueve ciudadanos en Plentzia (Vizcaya) que exhib¨ªan una pancarta y se negaron a identificarse. El otro detenido fue sorprendido cuando lanzaba propaganda junto a un colegio electoral de Vitoria. Todos ellos quedaron en libertad a media tarde. En otras localidades vascas y navarras fueron identificadas unas 80 personas en diversas protestas de la izquierda abertzale.
En Aulestia (Vizcaya), los radicales destrozaron una urna y papeletas, en San Sebasti¨¢n quemaron contenedores y por la tarde lanzaron tres neum¨¢ticos incendiados desde un puente peatonal en Bilbao sobre la A-8, cortando esa autopista 15 minutos.
A la presidenta del PP guipuzcoano, Mar¨ªa Jos¨¦ Usandizaga, le llamaron "asesina" tras votar en San Sebasti¨¢n. Su compa?ero de partido Carlos Iturgaiz tambi¨¦n fue increpado en Getxo por unos 20 radicales. Y el alcalde donostiarra, el socialista Od¨®n Elorza, se enfrent¨® a varios violentos que le llamaron "fascista".
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