Una inversi¨®n de futuro
Los ¨²ltimos resultados del Informe Pisa -que nos dieron la Navidad- cuestionaron otra vez nuestro abatido sistema educativo. Pero las medidas para erradicar el fracaso escolar y sanear los cimientos de la educaci¨®n, una necesidad para garantizar la igualdad social, obligan a mirar hacia los primeros niveles del sistema educativo; a reconocer la categor¨ªa infancia, el 0-3, edad en que quedan marcadas las pautas que seguir¨¢ el ni?o en su vida adulta.
La Ley General de Educaci¨®n establec¨ªa en 1970 la escolarizaci¨®n obligatoria a los 6 a?os y bautizaba como preescolar el 4-6 como etapa. La LODE, en el 85, y en el 90 la LOGSE reconocieron la etapa educativa con pleno derecho en el 0-6. Y lleg¨® la LOCE en 2002, que mengu¨® el 0-3 en la categor¨ªa asistencial. Cuatro a?os m¨¢s tarde, en 2006, la mezcla desafortunada entre ambas leyes regula el 3-6 como etapa educativa y deja el 0-3 al arbitrio de las autonom¨ªas. En 2008 conocemos ya los efectos de esta decisi¨®n. En Catalu?a, con un pacto nacional de consenso, se ofertaron 30.000 plazas de 0-3 entre 2004 y 2008. No es el caso de Madrid, donde se oye mucho ruido y se divisa malestar en profesionales y familias.
Este circo pol¨ªtico confunde a profesores, investigadores y dem¨¢s mentes sensatas que claman por una regulaci¨®n en la educaci¨®n infantil de 0-3. Al otro lado, las familias que no consiguen plazas p¨²blicas de escuelas infantiles tienen varias soluciones: entrar en la privada con un cheque beb¨¦, que no cubre el gasto total; acudir a vecinas, amigas, abuelas; o ir a centros no regulados e ilegales que existen al amparo de la falta de inspecci¨®n, con una ¨²nica autorizaci¨®n administrativa de los ayuntamientos y que albergan negocios rentables bajo ep¨ªgrafes de "centros de ocio y juego" o "ludotecas". ?sta es la ¨²nica soluci¨®n para muchas familias, especialmente inmigrantes, que pierden as¨ª una de las mejores oportunidades para su plena integraci¨®n.
Todo esto sucede en un pa¨ªs que en 2000 presentaba una de las tasas de natalidad m¨¢s bajas del mundo (que sube en 2007, favorecido por la inmigraci¨®n). Las previsiones apuntan a que en 2025 habr¨¢ un incremento de envejecimiento en la poblaci¨®n. Con ¨¦l, la escasez de ni?os y ni?as convierte a la infancia en un bien preciado. Ser¨¢n pocos, de muchas nacionalidades y, sin duda, tomar¨¢n el tim¨®n pol¨ªtico, econ¨®mico y social del pa¨ªs. Que tomen buena nota los pol¨ªticos que trazan, con la mayor de las equivocaciones, un plan de futuro alejado de las demandas y necesidades de nuestro modelo social. Si Finlandia se ha convertido en referencia, sepan ustedes que en ese pa¨ªs la sociedad no permite que se negocie con su futuro: la infancia.
Sonsoles San Rom¨¢n es catedr¨¢tica E. U. de Sociolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid
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