Todo es muy dif¨ªcil

Me dirijo a todos los lectores que en estos d¨ªas estar¨¢n pensando las cosas m¨¢s disparatadas sobre Italia.

Vivo en Espa?a desde hace algunos meses. He dejado Italia por elecci¨®n, soy un joven emigrante europeo.

Ni mujeres ni hombres all¨ª tienen bastante conciencia de lo que significa democracia, igualdad, derechos. Mi pa¨ªs se ha perdido, "est¨¢ jodido" (para responder tambi¨¦n a un columnista de este peri¨®dico). Ahora a¨²n m¨¢s, y no lo digo simplemente por no ser berlusconiano.

Cualquier ciudadano digno de ese nombre, cualquier persona digna de pertenecer a una democracia nunca votar¨ªa a Berlusconi.

Pero el caso de estas elecciones es a¨²n m¨¢s grave, porque eran totalmente ilegales y anticonstitucionales (v¨¦ase el blog de Beppe Grillo) y nos han llevado a un Congreso de un solo color, con lo que todo el pa¨ªs est¨¢ como bajo un chantaje grav¨ªsimo, a¨²n peor que hace pocos a?os. No se trata de bipartidismo, ni de bipolarismo: se trata de que tenemos la peor clase pol¨ªtica de Europa, donde no existen opositores.

Las mujeres, en todo esto, viven como en una pesadilla alimentada por sus faltas de conciencia de g¨¦nero.

En Italia nada puede sonar vulgar u ofensivo ni puede mover la rabia de la gente que no ha votado (y es much¨ªsima) por elecci¨®n, ni de la gente que simplemente no acepta asistir a la muerte de ese ¨²nico y maravilloso pa¨ªs que es Italia.

Yo no pod¨ªa seguir viviendo all¨ª. Mi exilio, como el de much¨ªsimos j¨®venes que se van, es un rechazo total. Nos han quitado las armas para indignarnos, para combatir. Nos han puesto bajo silencio. Pero no s¨¦ hasta cu¨¢ndo.