El obispo Lugo se proclama vencedor en Paraguay tras 61 a?os 'colorados'
Los primeros resultados oficiales dan siete puntos de ventaja al l¨ªder de la izquierda
La izquierda paraguaya festejaba esta madrugada hora espa?ola la victoria del obispo Fernando Lugo, l¨ªder de la Alianza Patri¨®tica para el Cambio (APC) a quien los primeros resultados oficiales (datos provisionales del Tribunal de Justicia Superior Electoral), con un tercio del voto escrutado, dan una ventaja de siete puntos sobre la candidata del oficialista Partido Colorado, Blanca Ovelar. "Ustedes son culpables de la alegr¨ªa que vive hoy el pueblo paraguayo", dijo Lugo a sus simpatizantes en la sede de su campa?a electoral en Asunci¨®n, proclamando la victoria. La sociedad paraguaya aguardaba expectante la confirmaci¨®n oficial de que por primera vez en 61 a?os el Partido Colorado sea apartado del poder. En Paraguay no hay segunda vuelta.
Todas las miradas est¨¢n puestas en el recuento oficial, que puede durar un mes
Un s¨ªntoma de la esperada derrota colorada es la guerra civil desatada entre las filas oficialistas cuando todav¨ªa no estaban cerradas las urnas. Entonces comenzaron a sonar importantes voces dentro del Partido Colorado que hablaban de la necesidad de refundar la hist¨®rica formaci¨®n previendo la derrota. Especialmente virulento fue Luis Castiglioni, ex vicepresidente del pa¨ªs, que perdi¨® frente a Blanca Ovelar en la pugna por la candidatura colorada a estas elecciones.
Las primarias fueron un fraude tan escandaloso que, para evitar sospechas, el Tribunal Electoral decidi¨® no utilizar el voto electr¨®nico en las presidenciales utilizado parcialmente en las internas del Partido Colorado. "Desde esta noche Alianza Colorada es el aut¨¦ntico Partido Colorado", amenaz¨® un despechado Castiglioni tras depositar su voto.
Ahora todas las miradas est¨¢n puestas en el recuento oficial que puede tardar hasta un mes. "Lo importante es que por primera vez se ha admitido la presencia de representantes de los partidos en el recuento r¨¢pido de votos", se?alaba la ex ministra de Exteriores colombiana Mar¨ªa Emma Mej¨ªa, jefa de la misi¨®n de observadores de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Ese recuento es clave para determinar una tendencia en los resultados oficiales y a la vez una de las principales herramientas en los pucherazos acaecidos en la historia electoral del pa¨ªs. Mej¨ªa se convirti¨® ayer en una de las protagonistas de la jornada y en medios paraguayos se subrayaba que, sin su presi¨®n, el Gobierno paraguayo nunca habr¨ªa accedido a hacer p¨²blico el proceso de recuento.
Pero antes de esperar al recuento oficial, la Iglesia cat¨®lica ha reaccionado ante la victoria de Lugo. El presidente de la conferencia episcopal, Ignacio Gogorza, declar¨® que el Papa "va a encontrar una soluci¨®n" para la situaci¨®n del obispo, sancionado can¨®nicamente por dedicarse a la pol¨ªtica y a quien Roma va a otorgar ahora una dispensa.
Aunque oficialmente la jornada fue calificada como tranquila, abundaron las peque?as irregularidades que jam¨¢s derivaron en incidentes graves. En los centros de votaci¨®n era frecuente ver a hombres y mujeres, en las mesas o votantes, vestidos con camisas y chaqueta de un rojo vivo. Una manera sibilina de hacer campa?a por el Partido Colorado dentro de los recintos. "Todos sabemos lo que es, pero al no haber s¨ªmbolo no podemos hacer nada", se resignaba, Luis Udriza, observador local en el Colegio Nacional Asunci¨®n Escalada. Cerca de ¨¦l, y con una total tranquilidad, los votantes introduc¨ªan las papeletas en bolsas de pl¨¢stico -en Paraguay no hay urnas- despu¨¦s de haber sido marcados con tinta indeleble en uno de sus dedos.
Los colorados se han movilizado con todos los recursos a su alcance. Hasta el Colegio Nacional Bernardino Caballero llegaban furgonetas de las que descend¨ªan tropeles de votantes ataviados con la inevitable camisa roja. Varios agentes electorales exig¨ªan a la polic¨ªa que impidiera el acceso de estos veh¨ªculos ya que llevaban carteles en los que ped¨ªan el voto para el oficialismo. En numerosas localidades hubo quejas de personas que, cuando llegaban a sus mesas, se encontraban con que otros individuos ya hab¨ªan votado por ellas.
La tensi¨®n, en cambio, s¨ª aflor¨® cuando Lugo se acerc¨® a votar a su colegio electoral. En un confuso incidente un adolescente sac¨® un cuchillo y fue reducido r¨¢pidamente por la polic¨ªa. El todav¨ªa obispo ha recibido numerosas amenazas de muerte desde que decidi¨® entrar en pol¨ªtica.
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