Carmen contra la excavadora

Las excavadoras avanzan para comerse la tierra. Han cercado las 13 viviendas que quedan en el poblado de Los Trigales, en el distrito de Villa de Vallecas. El nuevo Mercamadrid se queda con ese suelo: 453.000 metros cuadrados que har¨¢n crecer en un 25% el complejo alimentario.

Pero ah¨ª est¨¢ Carmen. Y un auto del Juzgado n¨²mero 10 de lo Contencioso-administrativo que, de momento, frenan a las m¨¢quinas. Error formal, dictamina el documento. As¨ª que no cabe la expropiaci¨®n que iba a sufrir Carmen y el proceso deber¨¢ empezar de nuevo. El asunto, que ayer adelant¨® la cadena SER, se puede demorar, al menos, un a?o m¨¢s. Pero ni a ella, ni a su hermana, ni al resto de habitantes de esas ¨²ltimas viviendas les ofrecen otra de realojo.

La mujer paga luz, agua e impuestos, pero no tiene derecho al realojo

Una embarazada de nueve meses tuvo que dormir ayer en la calle

Carmen G¨¢zquez naci¨® ah¨ª hace 43 a?os. Pero la casa la hizo su abuelo mucho antes. Y aguanta. Ella se junt¨® con un hombre, tuvo dos hijas y se mud¨® a la de enfrente, que tiene otros treinta y tantos. "Un d¨ªa se present¨® aqu¨ª un polic¨ªa y me dijo que iban a derribar la casa", explica. Sin m¨¢s. "Pero es que el que estaba censado era mi antiguo compa?ero. Y como ¨¦l ten¨ªa ya otra casa, me dijeron que no iban a realojarme", a?ade.

Carmen paga la luz, el agua y los impuestos de su casa. Pero eso no parece suficiente. "Ninguno de los miembros de las 13 familias del poblado ser¨¢ realojado. ?stos son desahucios", dice un portavoz de la Concejal¨ªa de Urbanismo.

"Ni a ella ni a nadie le han comunicado nada. Y si no ha existido procedimiento administrativo hay que volver a empezar. A Carmen no la pueden tocar hasta que no haya una sentencia firme. Y eso puede tardar un a?o", explica Roberto Alonso, el abogado de la mujer.

Lo mismo, o peor, le sucede a su hermana Natividad. A ella ni siquiera le han notificado el derribo de su casa. Pero, seg¨²n el Ayuntamiento, se producir¨¢ durante la pr¨®xima semana. "Esto es un sinvivir. Pero no nos vamos a dejar avasallar", anuncia se?alando las m¨¢quinas, cada vez m¨¢s cerca de su domicilio. Por si acaso, ella y su marido han colocado contenedores de hierro alrededor de su terreno para que no puedan entrar.

"Lo m¨¢s grave es lo de la hermana. El derecho a realojo se basa en que lleve un determinado periodo de tiempo viviendo ah¨ª. Ella lleva 30 a?os", critica Alonso. Viviendo y trabajando. Porque Natividad es aut¨®noma y tiene dada de alta su empresa de contenedores en su domicilio.

Un poco m¨¢s abajo, un grup¨²sculo de chabolas sobrevive a las embestidas de los bulldozers con menor fortuna. Ayer se produjeron tres derribos. "Nos han dado 20 minutos para sacar las cosas. No somos perros. Nos tendr¨ªan que dar una vivienda digna", brama Antonio Romero, que llevaba siete a?os viviendo en Los Trigales con su mujer y sus hijos. As¨ª que tres familias a la calle. Y literalmente. Porque ahora, incluida una mujer embarazada de nueve meses, tuvieron que dormir ayer en un parque del barrio de Pan Bendito.

Donde ten¨ªan la casa ayer por la ma?ana, ahora s¨®lo hay escombros y parte de las pertenencias que no tuvieron tiempo de llevarse. "Han venido. Nos han dado un papel y nos han dicho que no tenemos derecho a nada", explica Susana Borja, cogi¨¦ndose el enorme vientre. "He pedido que me dejaran quedar. Al menos hasta que d¨¦ a luz. Pero nada".

A la familia de Sergio Hern¨¢ndez y Mari s¨ª les han dado una casa. Pero s¨®lo a su madre. "Hombre, no vamos a ir a vivir 17 a ese apartamento", se queja ¨¦l. El problema, cuenta blandiendo la hoja del padr¨®n, es que "cuando la Polic¨ªa Municipal vino a hacer el recuento al poblado contabiliz¨® como una vivienda lo que eran dos". La suya y la de su madre. "Luego, en el Ayuntamiento nos han dicho que s¨ª hubo un error. Pero que ya era demasiado tarde", se lamenta mientras ense?a el peque?o huerto que ha cultivado durante 20 a?os en su jard¨ªn.

Y las familias que todav¨ªa tienen en pie su infravivienda est¨¢n casi m¨¢s asustadas que los que ya la perdieron. "Hay el rumor de que van a venir a echarnos el d¨ªa 29. Y no nos van a dar nada", protesta. Le ocurre como a Sergio. Su padre s¨ª ha logrado que le den una vivienda de realojo, pero claro, no pueden meterse todos los hijos y nietos ah¨ª.

La Concejal¨ªa de Urbanismo dice que se limita a ejecutar un planeamiento. Y que los afectados que lo deseen, pueden acudir a los servicios sociales.

Las excavadoras siguen con su cometido. Han arrasado todo y han comenzado a verter toneladas de tierra en los caminos del poblado. Carmen G¨¢zquez, si consigue aguantar esa presi¨®n, de momento puede quedarse.