Estafa a Mohamed VI
37 personas, incluidos varios militares, son juzgadas en Marruecos por acaparar ilegalmente d¨¢divas del rey
Youssef, un hemipl¨¦jico de Beni Mellal, en el centro de Marruecos, intenta erguirse sobre su silla de ruedas para entregar a un miembro del s¨¦quito real -el rey Mohamed VI est¨¢ de visita en la ciudad- un sobre amarillento que ha comprado por dos dirhams (0,18 euros). Contiene una fotocopia de su carn¨¦ de identidad y una carta rogando al monarca que le sea concedida una licencia para explotar un taxi, que conducir¨¢ un ch¨®fer sano, con la que sacar de la pobreza a su familia.
Youssef y otros muchos discapacitados o pobres de solemnidad que han solicitado y obtenido d¨¢divas reales formaban parte, en realidad, de una amplia red de corrupci¨®n a la que tambi¨¦n pertenec¨ªan agentes de las fuerzas de seguridad, militares funcionarios del Ministerio del Interior y hasta miembros del personal adscrito al palacio real. Desde noviembre est¨¢n en prisi¨®n y ahora han empezado a ser juzgados.
El "rey de los pobres", como se le llam¨® a Mohamed VI en el inicio de su reinado, reparte d¨¢divas a inv¨¢lidos y menesterosos durante sus viajes por el pa¨ªs. La mayor¨ªa son licencias de taxis, pero a veces consisten en una vivienda social, un terreno p¨²blico para construir una casa o sufragar un tratamiento m¨¦dico.
Los ruegos se le hacen llegar al monarca a trav¨¦s de sus acompa?antes, generalmente los escoltas, en un sobre amarillo que se les entrega en plena calle. Antes de gratificar al s¨²bdito suplicante se comprueba su identidad y su situaci¨®n social.
Mohamed Zgani, un modesto vecino de Sal¨¦, la ciudad pegada a Rabat, se convirti¨® en 2000, seg¨²n la instrucci¨®n judicial, en el cerebro de una trama de corrupci¨®n que empezaba por los agentes de las Fuerzas Auxiliares que contienen a la muchedumbre agolpada en las calles por las que va a pasar el rey. A los discapacitados "apadrinados" por Zgani les permit¨ªan franquearse un camino hasta primera fila para entregar su sobre.
Los siguientes eslabones de la corrupci¨®n estaban a m¨¢s alto nivel, entre los polic¨ªas y gendarmes y personal subalterno que conoc¨ªan el itinerario y el horario que iba a seguir la comitiva real, y en el departamento de Interior, que valoraba la s¨²plica. Todos cobraban sus comisiones.
Zgani obtuvo para s¨ª cinco licencias de taxi, dos pisos y un viaje a La Meca para su anciano padre otorgados por el rey cuando iba de camino a su residencia de Sablons, cerca de Sal¨¦. Despu¨¦s ampli¨® su "negocio" a todos los lugares que visitaba el monarca. Buscaba in situ a c¨®mplices con los que se repart¨ªa el bot¨ªn.
Fue el propio rey quien orden¨®, el 20 de noviembre, al director de la polic¨ªa, Charki Draiss, que abriese una investigaci¨®n. Tres d¨ªas despu¨¦s la brigada policial daba a conocer los resultados de sus pesquisas: 37 personas, entre ellas nueve militares o gendarmes, fueron detenidas.
La justicia militar es m¨¢s r¨¢pida que la civil y estos ¨²ltimos fueron condenados en abril a penas de entre tres y ocho a?os de c¨¢rcel por constituci¨®n de banda criminal, estafa, abuso de confianza y divulgaci¨®n de secreto profesional. Los 28 civiles, con Zgani a la cabeza, empezaron a ser juzgados hace cinco meses, pero el tribunal no ha dictado sentencia.
Si funcionarios encargados de proteger al rey han suministrado a Zgani, a cambio de un pu?ado de dirhams, datos confidenciales sobre sus itinerarios, tambi¨¦n los pueden proporcionar a terroristas, se plantea con preocupaci¨®n la prensa marroqu¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.