Edwards y los dem¨®cratas empiezan a cerrar filas en torno a Obama
El apoyo del ex candidato puede ser muy ¨²til para conquistar el voto blanco
Hillary Clinton puede permanecer cuanto quiera en la carrera en la que un d¨ªa era favorita indiscutible, pero lo cierto es que la campa?a electoral norteamericana ha orientado ya su inter¨¦s hacia el futuro duelo entre Barack Obama, como candidato dem¨®crata, y John McCain, su rival republicano. As¨ª parece haberlo entendido ya el Partido Dem¨®crata, cuyas figuras van cada d¨ªa uniendo fuerzas en torno a su seguro nominado, tratando de reforzar sus virtudes, pulir sus defectos y compensar sus carencias.
El equipo de Clinton asegura que la senadora continuar¨¢ hasta el final
Como parte de esa operaci¨®n hay que entender la decisi¨®n de John Edwards, el candidato presidencial hasta hace pocos meses y candidato a la vicepresidencia hace cuatro a?os con John Kerry, de hacer p¨²blico su respaldo a Obama. Fuentes pr¨®ximas a Edwards han comentado a los medios de comunicaci¨®n norteamericanos que el ex senador tom¨® su decisi¨®n en la noche del martes despu¨¦s de escuchar decir a Clinton que pensaba continuar en la pelea despu¨¦s de su victoria por 41 puntos en las primarias de Virginia Occidental. Esa misma noche Edwards y Obama hablaron por tel¨¦fono para negociar los t¨¦rminos del apoyo.
"La raz¨®n por la que estoy aqu¨ª esta noche", dijo Edwards en un mitin junto a Obama en Grand Rapids (Michigan), "es porque los votantes han tomado ya una decisi¨®n y yo tambi¨¦n". "Hay un hombre que sabe en lo m¨¢s profundo que es necesario crear una Am¨¦rica, no dos, y ese hombre es Barack Obama".
Edwards resalt¨® lo que en realidad representa la esencia de su decisi¨®n: la necesidad de unir el partido para acometer la campa?a por la presidencia. "Cuando esta batalla por la nominaci¨®n termine, y va a terminar pronto, hermanos y hermanas tenemos que unirnos como dem¨®cratas y en el oto?o movilizarnos por las verdaderas necesidades de este pa¨ªs", dijo el ex candidato.
Su inesperada intervenci¨®n eclips¨® en los informativos nocturnos los esfuerzos de Clinton tratando de explicar por qu¨¦ debe seguir en la competici¨®n. Cada d¨ªa se hace m¨¢s obvio que el ¨²nico objetivo de la senadora de Nueva York es el de permanecer en una posici¨®n de fuerza para negociar su salida o bien para coger la bandera si Obama es destruido por un terremoto imprevisto.
Mientras tanto, todo sigue el curso hacia la nominaci¨®n de Obama. No es irrelevante, por ejemplo, el hecho de que el senador de Illinois apareciera junto a Edwards precisamente en Michigan, uno de los Estados castigados por la direcci¨®n del partido a no tener representaci¨®n en la convenci¨®n por haberse saltado las reglas para la celebraci¨®n de primarias. La pr¨®xima semana Obama visitar¨¢ el otro Estado marginado, Florida.
Michigan, donde Obama ni siquiera present¨® su candidatura, es uno de esos Estados industriales con un fuerte componente de votantes trabajadores blancos en los que habitualmente el candidato dem¨®crata ha tenido m¨¢s dificultades. El apoyo de Edwards, un campe¨®n de la lucha contra la pobreza y un hijo predilecto de los sindicatos, puede ayudarle mucho en terrenos como ¨¦se. Tambi¨¦n puede ser ¨²til Edwards, un ex senador de Carolina del Norte, en la conquista del voto blanco en los Estados del sur. Su nombre est¨¢, por supuesto, en la lista de los posibles compa?eros de candidatura de Obama.
Terry McAuliffe, el presidente de la campa?a de Clinton, declar¨® ayer por medio de un comunicado que respetaba la decisi¨®n de Edwards, pero que la ex primera dama, que sigue haciendo campa?a en los Estados en los que se celebran primarias el pr¨®ximo martes, continuar¨¢ hasta el final.
En una entrevista en la CNN, Clinton reiter¨® su confianza en que todav¨ªa puede ganar pero asegur¨® que, si no es as¨ª, intentar¨¢ convencer a todos esos votantes suyos que ahora confiesan que no respaldar¨¢n a Obama en noviembre para que cambien de criterio.
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