La suerte del oro

Seis kilos de tela sostiene el torero cada tarde que se enfrenta al toro. Unos llevan el capote fucsia y oro, la mayor¨ªa; otros, huyen de ese color como del diablo. ?La raz¨®n? La mala suerte. Joselito y Espl¨¢ optaron por el fucsia y nazareno, y otros cambian el amarillo por el blanco sucio. Sin embargo, maestros como Anto?ete se negaron siempre a quitar el color oro de la tela porque, seg¨²n dice, "la tradici¨®n est¨¢ por encima de la superstici¨®n".

Varias generaciones de la familia de Eduardo Burgos se han dedicado a lo largo de 70 a?os a la fabricaci¨®n de tejidos y su pasi¨®n por el mundo del toro lo llev¨® a montar una empresa que se dedicase a crear capotes para profesionales y escuelas taurinas. Compr¨® uno de los que utiliz¨® el maestro Ord¨®?ez para emplearlo como modelo. Y con ese patr¨®n se fabrican en la empresa Te Echamos un Capote, de Zaragoza, los 5.500 que venden cada a?o. Los que se elaboran en la citada empresa son "de corte cl¨¢sico y cosidos enteramente a mano con cuatro bordados en esclavina. El primer tejido que se muestra es de color fucsia en seda, y el forro y la parte trasera son de algod¨®n hidr¨®fugo y con apresto para que la sangre no impregne el tejido", puntualiza Burgos. Las nuevas t¨¦cnicas de tratamiento de tejidos posibilitan que la sangre del toro, que antiguamente hab¨ªa que limpiarla con cepillos de ra¨ªz, no se quede impregnada en la tela.

Algodones de Uzbekist¨¢n, Am¨¦rica o Andaluc¨ªa, comprados en el mercado de Londres, llegan hasta Zaragoza para fabricar los capotes que cada temporada "bailan" sobran las plazas de Espa?a, Francia, Portugal o Suram¨¦rica. Para poder fabricar un capote se necesitan 14 metros de tela, de la que se cortan al hilo 62 piezas. "No se puede cambiar el sentido de la tela porque eso provocar¨ªa unos reflejos que podr¨ªan llegar deslumbrar al toro en la plaza", se?ala el empresario. El bordado se realiza con m¨¢quinas antiguas de pedal y el resto de los remates con m¨¢quinas autom¨¢ticas. El precio medio de uno de esos capotes ronda los 200 euros y el que utilizan los aficionados 120.

Las grandes figuras suelen estrenar capote por cada toro al que lidian. Una vez terminada la faena, se lo regalan al subalterno o a alg¨²n miembro de la cuadrilla. Uno de los toreros que tiene la costumbre de hacerlo siempre es Jos¨¦ Tom¨¢s.