Monforte en pleno Chaos
Manu Chao comienza nueva gira mundial en Monforte, donde coincidi¨® con su padre
Hace diez a?os, los dos Chaos, el m¨²sico Manu Chao, y su padre el periodista y escritor Ram¨®n Chao, hab¨ªan quedado en la Galicia de sus or¨ªgenes como final, o quiz¨¢s como principio, de un viaje inici¨¢tico com¨²n que hicieron por separado, en moto. Coincidieron en Monforte, en lo que empez¨® como la presentaci¨®n de la revista Brav¨², sigui¨® como un concierto improvisado en la terraza de un bar y acab¨® con una sesi¨®n multitudinaria de regueifa en un restaurante. Este fin de semana coincidieron de nuevo. El padre dando una conferencia y el hijo, obviamente, un concierto. El inicio o el calentamiento de la gira Tombolatour, que continuar¨¢ esta semana en Ourense y A Coru?a, y oficialmente empezar¨¢ en junio en Francia, para seguir por el resto del mundo.
'Tombolatour' continuar¨¢ su gira esta semana en Ourense y A Coru?a
Ram¨®n a Manu: "Te traigo una carta de Danielle Mitterrand sobre la Amazonia"
La 'culpa' del pleno de Chaos en Monforte fue de la Asociaci¨®n Salvador Allende y de Jorge Calvi?o, algo as¨ª como el eterno roadie del l¨ªder de la desaparecida Mano Negra. "Manu quer¨ªa hacer una gira previa, y finalmente decidi¨® aprovechar para reforzar su relaci¨®n con Galicia", asegura Xos¨¦ Ledo, uno de los organizadores.
"Primero iba a ser en Ferreira de Pant¨®n, pero finalmente el Ayuntamiento de Monforte se enroll¨®". La venida de Ram¨®n se hizo al abrigo del programa Conversas con... de la Direcci¨®n Xeral de Xuventude. Ram¨®n Chao cont¨® al p¨²blico que abarrotaba el viernes el auditorio de la Casa da Cultura sus avatares con la censura (desde las emisiones radiof¨®nicas en gallego en Radio France a la revista Triunfo), con sus paisanos de Vilalba (Manuel Fraga y Rouco Varela) o la contradicci¨®n de que se acuse al gobierno venezolano de censor cuando el 80% de los medios son cr¨ªticos con Ch¨¢vez.
El escritor, nombrado por el gobierno franc¨¦s Caballero de las Artes y las Letras en 1991, termin¨® reprochando cari?osamente al p¨²blico sus intervenciones de apoyo, "porque el otro d¨ªa en Lugo me contradijeron mucho, que es lo que me gusta".
El encuentro con Manu deber¨ªa haber sido esa misma noche, en el primer concierto con Radio Bemba, pero hubo que suspenderlo por una lesi¨®n de rodilla del guitarrista, Madjid Fahen. As¨ª que el encuentro es en un restaurante, frente a frente, en una mesa que reuni¨® a la banda, al alcalde de la ciudad, Severino Rodr¨ªguez (BNG); a la editora de Ram¨®n, Pilar Algarra; a Carruxo, un panadero que en los a?os 70 distribu¨ªa en su furgoneta, adem¨¢s de moletes, lo ¨²ltimo de Bowie, Lou Reed, Neil Young,... "Te tengo que dar una carta de Danielle Mitterrand para ti sobre la Amazonia", le comenta el padre (al que la viuda del que fue presidente franc¨¦s ha hecho miembro del consejo de administraci¨®n de su fundaci¨®n France Libert¨¦s). "Ya, d¨¢sela a Aitzi [su responsable de prensa] y me la dar¨¢", responde el hijo, al tiempo que hace un gui?o c¨®mplice: "Acaba de dimitir la ministra brasile?a responsable de la Amazonia y no s¨¦ yo...". "Bueno, v¨¢monos, que estos se?ores tendr¨¢n que hablar de sus cosas", se r¨ªen ambos al un¨ªsono. Era la frase clave de Felisa, la madre de Manu, para deshacer las reuniones que se prolongaban en demas¨ªa.
"Yo trato de desviarle cosas, de protegerlo", asegura Ram¨®n, que como persona mucho m¨¢s localizable que su hijo, asume el papel de pararrayos de multitud de peticiones y recados. Es ya s¨¢bado, en los proleg¨®menos del concierto de la Radio Bemba Sound System, y en el cami¨®n-camerino, resguardados del aguacero que cae inmisericorde, Ram¨®n Chao responde por en¨¦sima vez a la pregunta sobre c¨®mo lleva ser el padre de Manu. "C¨®mo lo voy a llevar. Cuando Manu empez¨® a subir, yo sub¨ª con ¨¦l. En alg¨²n programa de televisi¨®n me presentaron como 'el hijo de Manu'. En una ocasi¨®n, Manu le coment¨® a Felisa, su madre, que no era cierto que su fama me hab¨ªa ayudado a m¨ª", asegura Chao padre, que aporta la receta para la educaci¨®n filial: "Siempre hay que dejarles que sigan su camino, pero eso s¨ª, les hice estudiar m¨²sica".
En el interior del cami¨®n, un fisioterapeuta llamado Fernando, que no quiere aclarar si ha venido por su cuenta o ha sido llamado, trabaja en la pierna de Madjid, tumbado en el suelo sobre una toalla. Al lado, bajo la carpa montada en el campo de f¨²tbol de tierra de Colegio de la Compa?¨ªa, se apretujan 2.600 personas (al menos, porque Manu dar¨¢ la orden de que se abran las puertas despu¨¦s de la tercera canci¨®n, para que entren todos los que se agolpan en el exterior). Tres horas despu¨¦s m¨²sicos y p¨²blico chorrean sudor y entusiasmo. Manu, que ha estado todo el tiempo saltando, con una bandera estreleira anudada a la cintura, se baja y se abraza a Ram¨®n. "Bueno, estos se?ores tendr¨¢n que hablar de sus cosas".
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