"La gente pasa 10 horas frente al ordenador y lo llama comunicarse"
Su oficina se esconde en un majestuoso edificio residencial del Upper West Side de Nueva York en el que sol¨ªan alojarse cantantes de ¨®pera como Caruso o Pavarotti. "Se les escuchaba afinar la voz al caminar por los pasillos. Te obligaban a emocionarte a deshoras". Son las evocaciones de Sidney Lumet, cineasta de Filadelfia, de 83 a?os. Con ese pantal¨®n vaquero a juego de su camisa vaquera y las zapatillas de deporte blanqu¨ªsimas y esos pies que no llegan al suelo y se balancean como los de un ni?o desde una enorme silla frente al escritorio sin rastro de ordenador. "No tengo, y tel¨¦fono m¨®vil tampoco". Sonr¨ªe, orgulloso y socarr¨®n. Su aparato de televisi¨®n tiene por lo menos dos d¨¦cadas y en lugar de DVD, a¨²n tiene un v¨ªdeo. Y un fax al que s¨®lo le faltan canas.
"Los inversores privados no entienden nada de cine"
"Con la alta definici¨®n puedes usar m¨¢s c¨¢maras. Es una bendici¨®n"
No es una cuesti¨®n de edad ni de rechazo a los tiempos modernos. Sidney Lumet, un realizador con Oscar honor¨ªfico en cuya filmograf¨ªa se acumulan m¨¢s de 40 t¨ªtulos decisivos en la historia del cine -como Doce hombres sin piedad, Serpico o El veredicto- fue uno de los primeros directores que aparc¨® el celuloide para abrazar la alta definici¨®n. Ya ha filmado tres pel¨ªculas en ese formato, entre ellas Antes que el diablo sepa que est¨¢s muerto, un thriller protagonizado por Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke y Albert Finney en el que indaga en el lado oscuro del ser humano y las relaciones familiares. Hoy llega a los cines de Espa?a.
Pregunta. Usted lleva toda la vida trabajando en la industria del cine. ?Ha cambiado mucho?
Respuesta. No demasiado. Cuando todo estaba en manos de los estudios era una pesadilla porque estabas a su merced. Ahora es parecido, s¨®lo que los que ponen el dinero son inversores privados. Y en cierto modo son incluso peor porque no entienden nada de cine y gastas un mont¨®n de energ¨ªa en convencerles de cosas obvias.
P. ?Fue dif¨ªcil financiar Antes que el diablo sepa...?
R. S¨ª, porque todos los personajes son odiosos y no hay un h¨¦roe con el que te puedas identificar. Pero me lleg¨® el gui¨®n por correo y me enamor¨¦, as¨ª que nos peleamos por hacerla. Ha sido muy divertido trabajar en esta pel¨ªcula porque los personajes son mal¨ªsimos [carcajada].
P. Y pese a ello, cre¨ªbles...
R. Porque ¨¦sa es la clave de una buena historia, que el espectador se la pueda creer.
P. En su filmograf¨ªa ha explorado ese lado oscuro...
R. Lo que ocurre es que hay muy buenas historias que contar relacionadas con esa parte del ser humano. Y si creas una buena dimensi¨®n y razones que justifiquen las decisiones de los personajes, te sale una buena pel¨ªcula.
P. Usted trabaj¨® en televisi¨®n y en los a?os setenta dirigi¨® la pel¨ªcula Network, un mundo implacable, donde mostraba lo m¨¢s aterrador de los entresijos de la tele. ?C¨®mo ve ahora el rumbo de los medios de comunicaci¨®n?
R. Es un desastre absoluto. Da miedo pensar que lo que triunfa sean los reality shows. Son incre¨ªblemente s¨¢dicos y lo que el p¨²blico espera es humillaci¨®n.
P. ?Cree que Internet puede mejorar la situaci¨®n?
R. Se pueden crear contenidos diferentes. La gente se pasa 10 horas frente al ordenador y lo triste es que piensa que est¨¢ comunic¨¢ndose...
P. ?Por eso no tiene ordenador?
R. No lo necesito. Escribo a mano. Y no quiero que me impongan el estar siempre disponible. Si me buscan pueden llamarme por tel¨¦fono y dejar un mensaje en el contestador. Y en cuanto a Internet, creo que me queda poco tiempo de vida y prefiero invertirlo en aprender m¨¢s sobre las personas que sobre las cosas.
P. Sin embargo, no se ha negado a abrazar las nuevas tecnolog¨ªas para filmar.
R. Porque filmar en cine es car¨ªsimo, complicad¨ªsimo. Con la alta definici¨®n (HD) puedes utilizar m¨¢s c¨¢maras, tienes m¨¢s luz y eso te permite darle m¨¢s intensidad a las actuaciones, acercar el teatro al cine. Para m¨ª la tecnolog¨ªa tiene que servir para mejorar la vida, no para complicarla. La HD es una bendici¨®n.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.