Las 'embajadas' de ETA

Solapada en organizaciones pantalla y ONG instrumentalizadas a su servicio, ETA-Batasuna imparte lecciones de derechos humanos por el mundo, incluso en Naciones Unidas, al tiempo que acusa al Estado espa?ol de sojuzgar a Euskadi, criminalizar las ideas pol¨ªticas y reprimir salvajemente, torturar y asesinar a los independentistas vascos.

La extendida convicci¨®n de que la labor propagand¨ªstica de ETA en el extranjero tiene una influencia estrictamente marginal y queda constre?ida a los ambientes afines del sectarismo y la violencia terrorista tropieza con algunos interrogantes que han ido aflorando en los ¨²ltimos tiempos.

?Por qu¨¦ determinados dirigentes del Congreso Nacional Africano (CNA) de Nelson Mandela creen que el Estado espa?ol quiere acabar con el euskera? ?C¨®mo se explica que representantes del MAS boliviano, el partido del presidente Evo Morales, ofrezcan una rueda de prensa conjunta con los responsables de Askapena (Liberaci¨®n), la red de activismo y propaganda internacional de Batasuna que animan personajes imputados por colaboraci¨®n con el terrorismo? ?A qu¨¦ se debe que una docena de europarlamentarios, como Michael Leutert, del Die Linke alem¨¢n -el partido del ex ministro y dirigente socialdem¨®crata Oskar Lafontaine-, propaguen que en Espa?a se tortura sistem¨¢ticamente y se persiguen las ideas independentistas? ?Y c¨®mo es que jueces argentinos y belgas deniegan la extradici¨®n de activistas de ETA, invocando las resoluciones del Comit¨¦ para la Prevenci¨®n de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa?

Espa?a es pa¨ªs de visita preferente para los relatores de la ONU que vigilan el cumplimiento de los derechos humanos

ETA se ha volcado en la "internacionalizaci¨®n del conflicto", y su versi¨®n civil se prodiga cada vez m¨¢s en foros exteriores

La red de apoyo, aun mermada por la ruptura de la tregua, incluye a diputados europeos verdes y de izquierda

Askapena es una ONG exculpatoria de los cr¨ªmenes de ETA que est¨¢ empe?ada en desprestigiar al Estado

Son casos aislados, se dir¨¢. El mismo presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, afirm¨® el jueves que el apoyo internacional a ETA se ha "reducido radicalmente", pero, con todo, Espa?a es ya un polo de atracci¨®n para los expertos internacionales en resoluci¨®n de conflictos -la conocida industria de la mediaci¨®n-, y, sobre todo, un pa¨ªs de visita preferente para los relatores de la ONU que vigilan el respeto de los derechos humanos. Gobierno, polic¨ªa, jueces y fiscales espa?oles est¨¢n obligados a dar las explicaciones que no se le exigen a Francia, por ejemplo, y eso que el vecino pa¨ªs detiene ¨²ltimamente a m¨¢s activistas de ETA. En sus informes peri¨®dicos sobre la vulneraci¨®n de los derechos humanos, el anterior relator especial de la ONU Theo van Boven acostumbraba a dedicar a la situaci¨®n espa?ola entre 185 y 225 p¨¢rrafos (entre el 10% y el 11% de la totalidad de sus textos definitivos), frente a 42 con Rusia, 4 con Francia y 3 con Marruecos. Si estos espacios guardaran correspondencia con la vulneraci¨®n de los derechos humanos, resultar¨ªa que Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s maltrata a los detenidos. ?Es tan insignificante la influencia exterior del complejo ETA o es que, contra lo que sostienen los jueces y fiscales espa?oles, s¨ª hay razones para sospechar que los arrestados de esa organizaci¨®n son sometidos regularmente a torturas? El trato policial a los islamistas detenidos bajo la legislaci¨®n antiterrorista no suele dar lugar a conflicto, y tampoco el que las polic¨ªas locales dan a los inmigrantes en situaci¨®n irregular y a los delincuentes de poca monta, pese que, seg¨²n no pocos expertos espa?oles, es ah¨ª donde se producen los mayores abusos.

Aunque sus conclusiones son sustancialmente diferentes de las de su predecesor, tambi¨¦n el nuevo relator especial de la ONU, Martin Scheinin, ha viajado a Espa?a para interesarse por la situaci¨®n de los detenidos de ETA, el colectivo que, precisamente, dispone de mayor respaldo pol¨ªtico y social y cuenta con altavoces, recursos y una amplia n¨®mina de abogados militantes al servicio de la causa. Las organizaciones de los familiares de los presos de ETA y su colectivo contra la tortura Torturaren Aurkado Taldea inundan regularmente de denuncias los despachos de los relatores de la ONU y cualquier otro foro internacional a su alcance. Son acusaciones que los activistas de Askapena y las delegaciones de Batasuna amplifican en congresos y encuentros con partidos extranjeros, sobre todo si, como acaba de ocurrir, la denuncia gen¨¦rica de malos tratos y torturas viene avalada por una instituci¨®n como el Parlamento vasco o una organizaci¨®n como Amnist¨ªa Internacional.

Cuando un grupo mata sistem¨¢ticamente en la democracia, y su enemigo pone en exclusiva los muertos, tiene que aplicarse con ah¨ªnco a la descalificaci¨®n del oponente y acertar en su estrategia propagand¨ªstica para pretender acreditarse como Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco (MLNV) y no pasar por una simple organizaci¨®n pol¨ªtica terrorista. ETA lo entendi¨® a principios de 2000, tras constatar que durante su tregua de 1998 (Lizarra) apenas hab¨ªa logrado recabar apoyos exteriores. La comparaci¨®n con la experiencia del IRA les result¨® demoledora: no s¨®lo no hab¨ªan obtenido el respaldo que la UE y Estados Unidos prestaron decididamente a las negociaciones del Ulster, sino que se hab¨ªa encontrado con la oposici¨®n expresa de muchos Gobiernos europeos. A los ojos de la comunidad internacional, el Ulster no es el Pa¨ªs Vasco.

Como la duda sobre la raz¨®n de ser no forma parte del pensamiento militarizado y totalitario, ETA decidi¨® ponerse manos a la obra y volcarse en la "internacionalizaci¨®n del conflicto". Desde entonces, la presencia de su versi¨®n civil en los foros internacionales se ha incrementado notablemente. La contabilidad incautada en 2004 al jefe de la oficina pol¨ªtica Mikel Antza ya mostr¨® que la partida de gasto dedicada al "aparato internacional" (257.000 euros) era la tercera en orden de importancia y supon¨ªa el 13% del presupuesto anual, seg¨²n Vasco Press. El n¨²mero de liberados de este aparato -NASA, en la terminolog¨ªa dom¨¦stica-, hab¨ªa ascendido a entre 16 y 21 elementos. Contra lo que cab¨ªa suponer, la experiencia de estos ¨²ltimos cuatro a?os parece mostrar que, con todas sus limitaciones, ETA-Batasuna ten¨ªa margen pol¨ªtico y recorrido para avanzar en la "internacionalizaci¨®n". De hecho, los mediadores del Centro para el Di¨¢logo Humanitario Henri Dunat (HD Centre) y los abogados surafricanos que seleccionaron en su d¨ªa, Brian Currin y Roelf Meyer, desempe?aron un papel intermediador clave en la pasada negociaci¨®n con el Gobierno.

Durante este tiempo han logrado el apoyo para sus tesis autodeterministas de una decena de senadores italianos, preferentemente de Refundaci¨®n Comunista y del Partido de los Verdes, y, sobre todo, han logrado la constituci¨®n del Friendship (conocido en el entorno abertzale como Grupo de Amigos), europarlamentarios nacionalistas o de izquierdas partidarios de la autodeterminaci¨®n de Euskadi y la negociaci¨®n pol¨ªtica con ETA. A esas amistades se suma la denominada Red Gernika por la Autodeterminaci¨®n, formada en su mayor¨ªa por diputados y cargos electos flamencos, escoceses, irlandeses e italianos, y apoyos como el que les prestan los concejales por la Candidatures d'Unitat Popular (CUT) de los Pa?sos Catalans. Pese a las deserciones ¨²ltimas, derivadas de la ruptura de la tregua, esos lobbies ideol¨®gicamente variopintos contin¨²an activos y aparentemente convencidos de que la causa de la libertad alienta bajo los postulados de plomo y sangre de ETA-Batasuna.

El primer aviso de la renovada acci¨®n exterior de ETA lleg¨® mucho antes de que la organizaci¨®n terrorista conectara con el sacerdote norirland¨¦s Alec Reid -gran animador de la negociaci¨®n estos a?os-, y de que los dirigentes de Batasuna iniciaran su peregrinaci¨®n a Sur¨¢frica, por consejo de sus amigos del Sinn Fein irland¨¦s. El 30 de octubre de 2002, la ONU cedi¨® su sede de Ginebra para que el dirigente de Batasuna y antes y despu¨¦s jefe de ETA, Josu Ternera, ofreciera una rueda de prensa con Arnaldo Otegi y Joseba ?lvarez. Tras las protestas presentadas al entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, el Gobierno espa?ol descubri¨® que Batasuna se hab¨ªa infiltrado en la Subcomisi¨®n para la Protecci¨®n y Promoci¨®n de Derechos Humanos de la ONU. Comprob¨® que, un a?o antes, Udalbiltza-Batasuna, asociaci¨®n de municipios gobernados por esta formaci¨®n, hab¨ªa establecido un acuerdo con la Liga Internacional por los Derechos y la Liberaci¨®n de los Pueblos (LIDLP), que posee el estatus de ¨®rgano consultivo en la ONU. En virtud de ese acuerdo, Batasuna se aseguraba que uno de sus miembros fuera acreditado como miembro de la delegaci¨®n de la LIDLP en la Subcomisi¨®n de Derechos Humanos. El auto de procesamiento de las Gestoras Pro Amnist¨ªa dictado por el juez Baltasar Garz¨®n incluye la transcripci¨®n de significativos mensajes que la representante de la LIDLP Verena Graf y el entonces delegado de Batasuna en esa liga, el abogado Julen Arzuaga, procesado m¨¢s tarde por colaboraci¨®n con ETA, se cruzaron por correo electr¨®nico. "No me dijiste nada de lo que arreglaste para tu cobertura; ?por qui¨¦n vienes, por Udalbiltza, por la Liga, la Liga y Udalbiltza o por qui¨¦n? ?Qui¨¦n paga y qui¨¦n manda?", preguntaba la suiza Verena Graf.

Visto con perspectiva, la pregunta puede resultar algo ociosa, en la medida en que ¨¦ste y otros liberados de la acci¨®n internacional como el tambi¨¦n abogado Urko Aizartza se mueven en planos y organizaciones pantalla diferentes, seg¨²n la ocasi¨®n y el momento. Lo mismo representan a las Gestoras Pro Amnist¨ªa o a su sucesora, Askatasuna, que al Observatorio Vasco de Derechos Humanos (Behatokia); lo mismo aparecen en la sede la ONU en Ginebra presentando sus denuncias al Relator Especial sobre la Tortura, que en el Comit¨¦ de Derechos Econ¨®micos, Sociales y Culturales de la ONU acusando a Espa?a de criminalizar el euskera por el cierre del diario Egunkaria. Todos los "organismos de masas" del complejo ETA-Batasuna -Guk Independentzia (partido pol¨ªtico en la rec¨¢mara), LAB (sindicato), Elkartzen (para la defensa de los derechos sociales), Lurra (ecologista), Duina (coordinadora juvenil contra la precariedad), Ikasle Abertzaleak (estudiantes), Segi (para la captaci¨®n y encuadramiento de los j¨®venes), Bilgune (feminismo) y Etxerat (familiares de presos)- han anudado en el exterior relaciones con colectivos supuestamente afines.

Creada hace 21 a?os bajo el influjo de la revoluci¨®n sandinista, Askapena ha ido adquiriendo envergadura e influencia -seg¨²n fuentes policiales cuenta con medio centenar de activistas-brigadistas-, a medida que la justicia espa?ola cercenaba y desmantelaba el aparato internacional de ETA (Xaki) y el frente internacional de Batasuna. En sus contactos "solidarios" con los "pueblos oprimidos", esta curiosa ONG difunde la versi¨®n del conflicto vasco exculpatoria de los cr¨ªmenes de ETA y pone todo su empe?o en desprestigiar al Estado espa?ol. Aunque su campo de actuaci¨®n preferente sigue siendo Am¨¦rica Latina -particularmente Venezuela, Bolivia, Uruguay, Cuba, Argentina y M¨¦xico-, en los ¨²ltimos tiempos han ido extendiendo su activismo y estrechando contactos con partidos y organizaciones de Palestina, S¨¢hara Occidental, Irak, Kurdist¨¢n y Bielorrusia. La moda de la kefia palestina que ha tenido tanto ¨¦xito en determinados ambientes de la juventud vasca, las apelaciones a la "intifada vasca" y el boicoteo a los productos de Israel, secundado expresamente en los Zutabes (boletines internos de ETA), procede de los viajes de los brigadistas de Askapena. Nada le gustar¨ªa m¨¢s a ese mundillo de turistas revolucionarios sin verdadera causa dom¨¦stica que camuflarse bajo un verdadero conflicto en el que trocar su condici¨®n de victimarios por la de v¨ªctimas.

Adem¨¢s de intentar mimetizarse con los colectivos en lucha de los puntos m¨¢s calientes del planeta, de denunciar "la situaci¨®n de Euskadi" y establecer f¨®rmulas de colaboraci¨®n, Askapena es la plataforma utilizada para burlar la prohibici¨®n que impide a las organizaciones terroristas y a sus brazos pol¨ªticos estar presentes en el Foro Social Mundial. Y Julen Arzuaga, titular de la Visa Oro que la polic¨ªa incaut¨® al dirigente de EKIN I?igo Elkoro, ha conseguido entrevistarse con el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Mactahr Ndoyi. ?Sabe este alto funcionario del sarcasmo que supone que los representantes del denominado Observatorio Vasco de los Derechos Humanos sean precisamente los amigos de ETA?

El tambi¨¦n abogado Gorka Elejebarrieta, delegado de Batasuna en Bruselas, particip¨® en septiembre del pasado a?o en el Parlamento de Londres en una conferencia de prensa, organizada por el intergrupo Conflict Issues, que llevaba el t¨ªtulo Dialogando con el enemigo. Aunque no todos los que participan en la constelaci¨®n de organismos pantalla y ONG creadas a partir de 2000 -Askapena, Kamaradak (para los j¨®venes de Segi), comit¨¦s de solidaridad en el extranjero, Behotokia, Gernika network, etc¨¦tera- sean de ETA -los tontos ¨²tiles y los ingenuos y los c¨ªnicos aprovechados son particularmente bienvenidos-, ninguno de los que manejan estas organizaciones pasar¨ªa la prueba de denunciar en p¨²blico el asesinato del concejal socialista Isa¨ªas Carrasco o del guardia civil Juan Manuel Pi?uel.

Contra lo que suponen los bienintencionados pol¨ªticos o activistas de los derechos humanos que les prestan cobertura, los liberados de la acci¨®n exterior de Batasuna, que se financian con las asignaciones presupuestarias a los grupos parlamentarios y municipales de PCTV, ANV y Udalbiltza -el dinero p¨²blico costea la propaganda etarra y el descr¨¦dito del Estado-, no buscan otro arreglo dialogado que el de la consecuci¨®n de los objetivos pol¨ªticos de ETA. Para ellos, como para ETA, la negociaci¨®n es una herramienta complementaria a la del asesinato, una palanca que les permite crecer, fortalecerse, legitimarse y acumular fuerzas. "Antes de morir quiero ver a un rebelde convertido en presidente de la Rep¨²blica de Euskal Herria", declar¨® el pasado a?o el ex senador de Flandes Walter Luyken, presidente honorario de la Red Gernika por la Autodeterminaci¨®n, a la que tambi¨¦n pertenecen Jasper Kiel, diputado de Kopenhagen Folketinget; Jean Guy Talamoni, diputado de Corsica Nazione; Alex Maskey, Francie Brolly y Aengus S'Nodaigh, diputados del Sinn Fein; el flamenco Jan Loones; los escoceses Lloyd Quinan y Bill Kidd, y los senadores italianos Giseppe Di Lello, France Rame y Mauro Bulgarelli, entre otros.

Teo Uriarte, antiguo miembro de Euskadiko Ezkerra, hoy vinculado al PSE, es de los que creen que no siempre se facilita el cese de la violencia cuando se ofrecen a una organizaci¨®n terrorista perspectivas de negociaci¨®n. Opina que, pese a la aparente bondad de todo proceso de di¨¢logo, la falsificaci¨®n y magnificaci¨®n del problema, el recurso a profesionales de la mediaci¨®n que, a la b¨²squeda de resultados, tienden a equipar a las dos partes en litigio, y la aplicaci¨®n de f¨®rmulas probadas en conflictos grav¨ªsimos de enfrentamiento civil suponen un serio riesgo de transformar un divieso en un c¨¢ncer. Repasar las hemerotecas y recoger las declaraciones de los expertos mediadores surafricanos Brian Currin y Roelf Meyer -contratados, primero, por Batasuna y, rota la tregua, por el Gobierno vasco- parece avalar esa opini¨®n. "Pensamos que el atentado [el bombazo que destruy¨® el aparcamiento de la terminal 4 de Barajas y mat¨® a dos personas] supone una nueva oportunidad para fortalecer el proceso de paz y para permitir nuevas negociaciones", declar¨® Roelf Meyer. "Hay que liberar presos y hacer concesiones pol¨ªticas", propuso Brian Currin.

Como miembros de la Fundaci¨®n para la Libertad, asociaci¨®n creada con el prop¨®sito de desmontar las coartadas pol¨ªticas del terrorismo, Teo Uriarte y su compa?ero Javier Elorrieta fueron requeridos por la Embajada espa?ola en Sur¨¢frica en septiembre del pasado a?o para que contrarrestaran la intensa campa?a propagand¨ªstica que los representantes de Batasuna Bernardo Barrena, Joseba ?lvarez y Urko Aiartza hab¨ªan desplegado en ese pa¨ªs. En sus encuentros con los l¨ªderes pol¨ªticos del Congreso Nacional Africano (CNA) Kgalema Montthlante y Dumisane Sithole y con el secretario nacional de las Juventudes Comunistas, Buti Manamela, los miembros de la Fundaci¨®n para la Libertad descubrieron con asombro que sus interlocutores surafricanos ten¨ªan una visi¨®n muy deformada del problema vasco y de la democracia espa?ola.

"Nos quedamos perplejos al comprobar que personas honorables y responsables se hab¨ªan tragado a pie juntillas las intoxicaciones", comenta Teo Uriarte. "No sab¨ªan nada de la transici¨®n pol¨ªtica espa?ola, ignoraban que se hab¨ªa producido una amnist¨ªa tras la muerte del dictador, cre¨ªan que en Espa?a no existe una verdadera democracia y que el pueblo vasco est¨¢ sojuzgado y discriminado por su lengua, desconoc¨ªan los datos elementales de renta per c¨¢pita y de desarrollo econ¨®mico de Euskadi, pensaban que Batasuna tiene un peso electoral enorme e ignoraban que ETA asesina a miembros de partidos democr¨¢ticos no nacionalistas. Estaban convencidos de que s¨®lo los nacionalistas espa?oles se oponen a la negociaci¨®n con ETA. Descubrimos que si simpatizan con Batasuna-ETA es porque les hab¨ªan convencido de que la lucha de estos ¨²ltimos se ajusta a la teor¨ªa de la liberaci¨®n del tercer mundo".

Uriarte y Elorrieta comprobaron, de paso, que los viajes que los representantes del Gobierno vasco han cursado igualmente a Sur¨¢frica en los ¨²ltimos a?os no han contribuido, precisamente, a deshacer los equ¨ªvocos. "Como insist¨ªan con lo de la opresi¨®n del euskera, les preguntamos de d¨®nde hab¨ªan sacado la idea de que Espa?a quiere eliminar la lengua vasca. Y para nuestra sorpresa, Dumisane Sithole, presidente de la Comisi¨®n de Exteriores del Parlamento surafricano, nos respondi¨® que esa informaci¨®n proven¨ªa de la consejera vasca Miren Azcarate". Pese a indicarles que el Ejecutivo vasco tiene las competencias en materia de euskera y que nada le impide destinar m¨¢s dinero a la promoci¨®n de la lengua, los miembros de la Fundaci¨®n para la Libertad no lograron convencer a sus interlocutores del CNA. "?Por qu¨¦ iban a fiarse m¨¢s de nosotros que de los representantes del propio Gobierno vasco?", dice Teo Uriarte. "Ellos est¨¢n convencidos de que los procedimientos que utilizaron para la resoluci¨®n de su guerra civil pueden ser aplicados para cualquier otro conflicto, aunque en Sur¨¢frica nadie es partidario de la secesi¨®n, porque era la reivindicaci¨®n de los n¨²cleos m¨¢s duros de la minor¨ªa blanca".

Sin despreciar los buenos prop¨®sitos que puedan animar el empe?o surafricano en la negociaci¨®n con ETA, conviene no olvidar que las relaciones internacionales responden a un juego de intereses, a veces, implacable. "Antes de despedirnos, uno de los l¨ªderes surafricanos nos indic¨® de forma expl¨ªcita que ellos estar¨ªan dispuestos a revisar su postura en el conflicto vasco si el Gobierno espa?ol hiciera lo propio con el problema del S¨¢hara", sostiene Teo Uriarte, que aclara que ese planteamiento fue desautorizado m¨¢s tarde por responsables gubernamentales de rango superior que rechazan las intoxicaciones de Batasuna.

Por marginal que pueda parecer su influencia, tampoco se puede perder de vista que la organizaci¨®n terrorista lleva muchos a?os cultivando los contactos con organizaciones y partidos latinoamericanos que, en algunos casos, han alcanzado el poder. En la Venezuela de Hugo Ch¨¢vez, donde residen unos 40 activistas que llegaron desde Argelia durante el mandato de Felipe Gonz¨¢lez, las organizaciones de ETA-Batasuna disponen de una interlocuci¨®n gubernamental privilegiada. La directora general del mismo Gabinete de la Presidencia, Goizeber Odriozola Lataillade, est¨¢ casada con el antiguo activista de ETA Arturo Cubillos Font¨¢n, que, a su vez, ocupa un cargo importante en el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. Periodista, hija de vascos, Goizeber Odriozola acostumbra a asistir a las manifestaciones chavistas con una ikurri?a. No es la ¨²nica simpatizante de la causa etarra en la Administraci¨®n de Ch¨¢vez. La diplomacia espa?ola tuvo que emplearse a fondo para impedir que se les concediera la nacionalidad venezolana a antiguos activistas como Miguel ?ngel Aldana Barrena, Ricardo Urtiaga Repoll¨¦s, Jos¨¦ Lorenzo Ayestar¨¢n Legorburu o Eugenio Barrutiabengoa Zabarte.

Durante d¨¦cadas, ETA ha mantenido relaciones, forzosamente clandestinas, con las guerrillas del centro y sur de Am¨¦rica, a la b¨²squeda de una cooperaci¨®n provechosa, bien para el cobijo de sus activistas huidos -algunos acabar¨ªan luchando en Nicaragua o El Salvador-, o para la mutua cooperaci¨®n en la adquisici¨®n de armamento, falsificaci¨®n de documentos o financiaci¨®n. La mec¨¢nica de contacto establec¨ªa el desplazamiento en una primera fase de los abogados y responsables pol¨ªticos de la ETA civil y, s¨®lo posteriormente, cuando la cobertura parec¨ªa segura, la llegada de los clandestinos. As¨ª se anud¨® la colaboraci¨®n con el Frente Sandinista de Nicaragua, el Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional de El Salvador o las FARC colombianas, uno de cuyos representantes en Europa, que responde al nombre ficticio de ?scar Gualdr¨®n, ha participado en las jornadas internacionalistas organizadas por Askapena en Euskadi y a las que tambi¨¦n han asistido Feliciano Vegamonte, diputado del MAS boliviano, y Martin Mac Guiness, ahora viceprimer ministro norirland¨¦s, en nombre del Sinn Fein. Cuando ETA anunci¨® el ¨²ltimo "alto el fuego permanente", las FARC saludaron la "valent¨ªa del presidente Zapatero y el inicio del di¨¢logo para la soluci¨®n negociada del conflicto".

Aunque las siglas ETA siguen siendo abominables en casi todo el mundo y resultan inc¨®modas, incluso en los c¨ªrculos revolucionarios o alternativos m¨¢s extremistas, su versi¨®n de la realidad de Euskadi, sus argumentos y sus tent¨¢culos civiles llegan ahora m¨¢s lejos en el doble objetivo de deteriorar al m¨¢ximo la imagen del Estado espa?ol y obtener mayor apoyo pol¨ªtico a su causa. Lo que ha cambiado desde la tregua de 1998 es que la acci¨®n exterior de ETA es hoy m¨¢s ambiciosa y trata de asentarse definitivamente en la esfera pol¨ªtica internacional, particularmente en Europa. Los documentos incautados por la polic¨ªa a las Gestoras Pro Amnist¨ªa y a su prolongaci¨®n, Askatasuna, hablan del proyecto de crear el "cuerpo diplom¨¢tico vasco", con herriembaxadas (embajadas populares) y delegados permanentes para Europa y Am¨¦rica. El objetivo principal actual es estar presentes en las comisiones de derechos humanos de la ONU.

"Los denominados brigadistas cooperantes y los representantes de Askapena han aprendido a adaptarse mejor al terreno pol¨ªtico en el que act¨²an, de forma que si en Cuba, Bolivia o Venezuela se aferran a la ortodoxia del socialismo revolucionario anticapitalista -en Bolivia se oponen frontalmente a la autonom¨ªa de la regi¨®n de Santa Cruz, con el argumento prestado de que es una iniciativa interesada de la oligarqu¨ªa-, en Estados Unidos ofrecen un perfil m¨¢s cl¨¢sico y tradicional para ganarse las simpat¨ªas de los vascos de Idaho y de senadores conservadores del perfil del ex secretario de Estado de Idaho, Pete Cenarrusa", indica un investigador policial. Ya se ha visto con qu¨¦ facilidad, y desverg¨¹enza, quienes practican la depuraci¨®n ideol¨®gica en Euskadi, ejercen el asesinato pol¨ªtico del oponente y mantienen a buena parte de los vascos amenazados se echan al cuello la kefia palestina, posan junto a las Madres de la Plaza de Mayo argentinas, se reclaman v¨ªctimas del apartheid y se abrazan a la simbolog¨ªa de la Gernika bombardeada, como si fueran los nuevos m¨¢rtires vascos. No les faltan disfraces, banderas de conveniencia, ni siglas de ocasi¨®n.

La conclusi¨®n de los miembros de la Fundaci¨®n por la Libertad es que "ETA-Batasuna, las organizaciones de su entorno y el nacionalismo vasco en general han conseguido trasladar a la opini¨®n p¨²blica europea e internacional la sospecha de que la actividad terrorista para la segregaci¨®n territorial de la naci¨®n espa?ola es perseguida de forma injusta y antidemocr¨¢tica por los sucesivos Gobiernos espa?oles y por las instancias jurisdiccionales". No todo el mundo comparte este juicio, y, desde luego, la diplomacia espa?ola tiene buen cuidado en deslindar la acci¨®n exterior del Gobierno de Ibarretxe y la publicidad de su plan soberanista, de la propaganda internacional de ETA-Batasuna, aunque, en los ambientes m¨¢s desinformados, sobre todo, la primera abone las coartadas de esta ¨²ltima.

Pese al inevitable reflujo que ha tra¨ªdo consigo la ruptura de la tregua, pese a las deserciones de algunos de sus apoyos y a la actitud m¨¢s distante adoptada por sus amigos del CNA y el Sinn Fein, ellos mantienen sus tent¨¢culos exteriores y siguen trabajando, ahora empe?ados en convencer a todo el mundo de que el Gobierno de Espa?a es el "verdadero" responsable de que ETA "tenga que volver a las armas". Est¨¢n convencidos de que habr¨¢ mejores oportunidades. "Los discursos de 'unidad frente al terrorismo' que ayer se calificaban de hist¨®ricos aparecen y se desvanecen desde hace m¨¢s de 30 a?os; tambi¨¦n las especulaciones, ciertamente fr¨ªvolas, sobre la debilidad o fortaleza de una organizaci¨®n armada. (...) La cruda realidad indica que habr¨¢ que recorrer otras sendas por las que han transitado ya antes todos los Gobiernos espa?oles", dec¨ªa el editorial de Gara el pasado d¨ªa 15 en el ejemplar que informaba de la "muerte", nunca asesinato, del guardia civil Juan Manuel Pi?uel.

Como la mujer del C¨¦sar, Espa?a est¨¢ obligada no s¨®lo a ser virtuosa en el escrupuloso respeto de los derechos humanos, sino tambi¨¦n a parecerlo. Para eso tendr¨¢ que contrarrestar m¨¢s eficazmente la acci¨®n exterior de ETA-Batasuna.