Cervantes contra Marlene Dietrich
El Quijote resulta inadaptable, en opini¨®n de muchos cervantistas, pero es la novela universal de la que m¨¢s versiones teatrales se han hecho. Desde que Guill¨¦n de Castro y Shakespeare llevaron a escena El curioso impertinente, la opera magna cervantina ha inspirado m¨¢s de quinientos espect¨¢culos. Hemos visto Quijotes c¨®micos, l¨ªricos y dram¨¢ticos, cl¨¢sicos y contempor¨¢neos, panor¨¢micos y de bolsillo. Ahora, J¨¦r?me Savary (Buenos Aires, 1942) pone al ingenioso hidalgo bajo el mon¨®culo de Josef von Sternberg en Don Quijote contra el ?ngel Azul, musical donde las piernas de una ¨¦mula de Marlene Dietrich tiran m¨¢s que los encantos de Dulcinea. En Par¨ªs, sus protagonistas eran Joan Crosas y Arielle Dombasle, estrella del Crazy Horse y esposa del fil¨®sofo Bernard-Henri L¨¦vy. En Espa?a la sustituye Marta Ribera, actriz cantante excepcional para la que Savary ha preparado n¨²meros nuevos. Despu¨¦s de dos d¨¦cadas al frente del Th¨¦?tre National de Chaillot y de la Op¨¦ra-Comique, el director franc¨¦s se siente tan libre como en sus a?os mozos, cuando fund¨® el Grand Magic Circus. "En Francia, a los 65 te jubilan: no puedes seguir al frente de una instituci¨®n p¨²blica", explica desde Par¨ªs. "Al d¨ªa siguiente de cumplirlos, Luc Montagnier, descubridor del virus del sida, fue a su laboratorio y se encontr¨® con que le hab¨ªan cambiado la cerradura. Ahora trabaja en Estados Unidos y cobra diez veces m¨¢s. Al mejor trompetista del conservatorio le pas¨® igual: se ha tenido que ir a Jap¨®n. Tambi¨¦n yo gano mucho m¨¢s ahora con mis giras, pero no puedo hacer montajes con grandes elencos. Antes daba trabajo a m¨¢s de 120 actores y t¨¦cnicos: era el tercer empleador del show-bizness parisino, detr¨¢s de Eurodisney y de la Op¨¦ra National. Esta ley es absurda, pero Francia es un pa¨ªs absurdo. S¨®lo hay que ver el presidente que hemos elegido".
Savary siempre tuvo trabajo fuera de su pa¨ªs. El Magic Circus, su compa?¨ªa, reconvertida hoy en La Bo?te aux R¨ºves, naci¨® con vocaci¨®n itinerante. "Mi teatro se entiende en cualquier parte. Acabamos de estrenar La P¨¦richole en Hong Kong, y el p¨²blico se part¨ªa de risa. Tambi¨¦n acabo de montar Happy End, de Brecht y Weill, que se representar¨¢ en el Berliner". Sus tres hijas de dos matrimonios diferentes le echan una mano en todo. Nina, la mayor, canta, baila y act¨²a con mucha gracia; Manon es su ayudante, y B¨¦atrice, que acaba de cumplir siete a?os, es la mirada inocente que testa sus montajes. "B¨¦atrice es muy importante para m¨ª: la invito a que venga a los ensayos con sus amiguitas, y cuando veo que se aburren, cambio el espect¨¢culo. El teatro popular, para serlo, tiene que complacer a los ni?os. Pero tambi¨¦n a los ciegos, con buena m¨²sica. Y a los sordos, con im¨¢genes buenas. Y a los japoneses y a quien no entienda un carajo de lo que se diga. Tiene que divertir a la mayor¨ªa, en toda su diversidad".
A prop¨®sito del proyecto del Instituto de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (Inaem) para sacar a concurso la direcci¨®n de nuestros teatros nacionales, le pregunto c¨®mo se eligen los directores de sus equivalentes franceses. "A dedo. Funcionamos como en tiempos de Luis XIV: 'Si me gustas, te doy un teatro. Si no, no'. Cuando Fran?ois Mitterrand era presidente, ven¨ªa a ver mis espect¨¢culos acompa?ado por una ni?ita. Un d¨ªa le dije: '?C¨®mo te pareces a tu abuelo!', y me ech¨® una mirada que me dej¨® seco. Era su padre. ?l me puso al frente de Chaillot, porque le encantaba mi trabajo. En Francia no hay concursos. Cada ministro coloca a sus amigos. He dirigido Chaillot y la Op¨¦ra-Comique durante veinte a?os porque llenaba. El p¨²blico ha sido mi escudo. Pero hay teatros nacionales medio vac¨ªos, con una programaci¨®n elitista. Ahora le quitaron la direcci¨®n de Chaillot a Ariel Goldenberg, para reconvertirlo en teatro de danza. Es un esc¨¢ndalo. En Francia las subvenciones son para los amigos. Puedo decirlo porque tengo trabajo fuera. Ser mercenario me hace libre".
Hablar claro no le ha impedido hacer amigos en pol¨ªtica. Entre ellos, Lionel Jospin. "Tambi¨¦n Bertrand Delano?, alcalde de Par¨ªs. Pero no soy socialista. Nunca tuve carn¨¦. L¨¢stima que Jospin fallase en el momento decisivo. Su problema es que es protestante. No es un matador. Para ser elegido presidente, hay que entrar a matar. ?l es demasiado honesto. El cat¨®lico, mata, se hace confesar y vuelve a las andadas. El protestante tiene que juzgarse a s¨ª mismo y siente remordimientos hasta el d¨ªa de su muerte".
Savary naci¨® en Argentina, donde sus padres crearon una comuna despu¨¦s de dar tumbos por media Am¨¦rica. Cuando su madre se dio cuenta de que la comuna estaba formada exclusivamente por amantes de su esposo, se separaron. J¨¦r?me fue su regalo de despedida. A los seis a?os, se lo llev¨® a Francia, donde empez¨® en el teatro muy joven, al lado de V¨ªctor Garc¨ªa. "Me enamor¨¦ de su estrella, una mulata. Se la rob¨¦ y fund¨¦ mi propia compa?¨ªa. Luego conoc¨ª a un chico bell¨ªsimo de 17 a?os, David Bowie, que debut¨® en el Magic Circus. John Lennon nos ech¨® un cable decisivo. Vino al Mercury Theatre, me pregunt¨® si ten¨ªa algo nuevo para un festival contra la guerra de Vietnam, y le ment¨ª. '?De qu¨¦ va?', me pregunt¨®. 'Pues del hermano gay de Tarz¨¢n', improvis¨¦. Lo escrib¨ª esa noche. Al d¨ªa siguiente ten¨ªa 35 actores para hacer de monos".
Antes conoci¨® al Che Guevara. "Vino a Par¨ªs cuando era ministro de Cultura. Dio una conferencia y despu¨¦s se mezcl¨® entre los estudiantes. Estaba un poco gordo. Yo, que ten¨ªa 22 a?os, le solt¨¦ en argentino: 'Comandante, es curioso que un guerrillero ande hablando de ballet con una copa de champ¨¢n en la mano'. Me agarr¨® del brazo, me llev¨® aparte y me dijo que estaba harto de que todo el mundo le dijera lo mismo, que pronto oir¨ªamos hablar de ¨¦l, y no como ministro. Al poco se fue al Congo a hacer una revoluci¨®n desastrosa. Tengo pendiente dedicarle un espect¨¢culo".
La relaci¨®n de Savary con Espa?a data del franquismo. Su compa?¨ªa debut¨® aqu¨ª con Grands sentiments, donde hab¨ªa un desnudo integral de Mona Mour, madre de sus hijas mayores: "El censor dictamin¨® que no pod¨ªa mostrar el vello p¨²bico. Mona se compr¨® unas cabezas de gatito autoadhesivas, se las peg¨® all¨ª y el resultado fue, en mi opini¨®n, mucho m¨¢s obsceno". Duda que el teatro goce de mejor salud en su pa¨ªs que en el nuestro. "En Francia tenemos una red de teatros subvencionados fuerte, pero a la gente le da pereza salir. En Espa?a hay m¨¢s p¨²blico, pero m¨¢s permeable a los musicales estadounidenses".
Como Savary venera la belleza femenina y en todos sus espect¨¢culos hay una estrella despampanante, uno tiene la intuici¨®n de que su relaci¨®n con algunas de ellas fue m¨¢s all¨¢ de lo puramente profesional. Pero no es de esos directores que cambian un papel por favores: "Que me enamoro de mis actrices es verdad, porque hay que amarlas para dirigirlas bien. Despu¨¦s, si me quieren hacer un regalo navide?o, yo acepto encantado. Con alguna s¨ª hubo algo, cuando era m¨¢s joven".
Don Quijote contra el ?ngel Azul introduce a los protagonistas cervantinos en el argumento de la pel¨ªcula de Von Sternberg: Alonso Quijano viaja al Mouline Rose, un music-hall decr¨¦pito, en busca de una vedette que se cree la Dietrich, y acaba siendo tiranizado por ella, tal y como le suced¨ªa en la pantalla al maestro encarnado por Emil Jannings. Por medio hay french can-can al trote y al galope, contorsionismo y prestidigitaci¨®n, flamenco, n¨²meros musicales dirigidos por Roland Romanelli, pianista de B¨¢rbara, y alusiones a la actualidad: Silvio Berlusconi convierte el music-hall en estudio de televisi¨®n. -
www.festivalcyl.com. Las Palmas de Gran Canaria: Parque de Santa Catalina. Del 3 al 5 de agosto. Madrid: Patio del Conde Duque. 9 y 10 de agosto. Festival de Peralada (Girona). 14 de agosto.
Don Quijote contra el ?ngel Azul. Salamanca: Centro de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (CAEM). 11 de junio.
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