Egiguren a Urkullu: "No retomaremos Loiola ni aunque Batasuna se rebele ante ETA"

El pasado 11 de febrero se rompi¨® la concordia y el entendimiento entre los socialistas y el PNV para afrontar el futuro de Euskadi. La buena relaci¨®n entre ambos partidos durante el proceso abierto para el fin dialogado de la violencia terrorista salt¨® hecha a?icos en una cumbre celebrada ese d¨ªa en la sede del PNV. Los nacionalistas entendieron que ya no hab¨ªa margen para el acuerdo con los socialistas vascos. Ese d¨ªa, una delegaci¨®n del PNV, encabezada por su presidente, I?igo Urkullu, y otra del PSE, liderada por su presidente e ide¨®logo, Jes¨²s Egiguren, se reunieron en Sabin Etxea (sede peneuvista). Los socialistas dejaron claro el campo de juego. Seg¨²n el acta de la reuni¨®n redactada por Urkullu, a la que ha tenido acceso EL PA?S, Egiguren emple¨® en varios momentos de la reuni¨®n un "tono displicente" con los dirigentes del PNV. El planteamiento de ¨¦stos de llegar a un "acuerdo singular" para encauzar el caso vasco fue respondido, seg¨²n la versi¨®n peneuvista, con una abierta negativa si el lehendakari Ibarretxe manten¨ªa el desaf¨ªo soberanista de la consulta.

El PSE responde al PNV que para pactar el marco pol¨ªtico "est¨¢ el Parlamento"

Ni lo tratado en las conversaciones de Loiola en el oto?o de 2006 entre PNV, PSE-EE y Batasuna, ni el ofrecimiento de di¨¢logo pol¨ªtico y de "mano tendida" para avanzar "en la normalizaci¨®n pol¨ªtica" fueron aceptados por los socialistas vascos. Egiguren respondi¨® de forma taxativa ante la mirada at¨®nita de Urkullu: "No hay nada que dialogar con el PNV mientras no est¨¦ Batasuna", dando a entender que para el di¨¢logo que plantea el PNV sobre un nuevo marco pol¨ªtico, basta el Parlamento vasco. Egiguren siempre ha mantenido que las conversaciones de Loiola fueron un intento de "integrar a Batasuna y al mundo radical" en el sistema.

Urkullu plante¨® tambi¨¦n retomar el preacuerdo de Loiola (precisamente la propuesta que acab¨® presentando el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, al presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en su reuni¨®n del 20 de mayo). La respuesta de Egiguren tampoco daba margen a la interpretaci¨®n: "No vamos a retomar lo hablado en Loiola, aunque Batasuna se rebele ante ETA", subray¨® Egiguren, seg¨²n el acta. La carga de profundidad de estas respuestas hizo que el secretario general del PSE terciara as¨ª en la conversaci¨®n, seg¨²n fuentes peneuvistas:

I?igo Urkullu. ?Jes¨²s, te estoy entendiendo bien?

Patxi L¨®pez. Bueno, lo que Jes¨²s ha querido decir...

I. U. No, Patxi, lo que ha dicho Jes¨²s, que lo explique Jes¨²s.

Y ech¨¢ndose hacia atr¨¢s en la silla, Egiguren recalc¨® con su particular estilo su planteamiento pol¨ªtico previo. Sobre todo, mientras persistiera la consulta del lehendakari y su desaf¨ªo a la legalidad.

Las frases de Egiguren ten¨ªan un valor especial para Urkullu. Durante el fallido proceso de final dialogado de la violencia de 2006, fue la ¨²nica persona que se sent¨® en las dos mesas: la de los negociadores Gobierno-ETA y la de las conversaciones pol¨ªticas antes y despu¨¦s del 22 de marzo de 2006, fecha del anuncio del alto el fuego. Primero, durante a?os, con el l¨ªder de Batasuna Arnaldo Otegi; luego con Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, y en los estertores de la tregua, con Javier L¨®pez Pe?a, Thierry.

Egiguren hizo una defensa clara de la ley de Partidos y aunque prefiere no emplear el t¨¦rmino derrota, aunque piense que la banda est¨¢ ya acabada, afirm¨®: "Creo en la derrota policial y judicial de ETA", seg¨²n el acta del PNV.

El informe redactado de pu?o y letra por Urkullu fue elevado y explicado a la ejecutiva por el propio l¨ªder peneuvista. Pero tambi¨¦n al lehendakari y al PSOE. La delegaci¨®n peneuvista estaba formada por Urkullu, la secretaria del EBB (ejecutiva nacional), Bel¨¦n Greaves; y el dirigente Joseba Aurrekoetxea, un peso pesado en el EBB y contacto habitual con los socialistas en Euskadi y Madrid.

Egiguren encabezaba la parte socialista, completada por su secretario general, Patxi L¨®pez, y por el secretario de Organizaci¨®n del PSE y miembro de la Ejecutiva federal, Rodolfo Ares.

Esta reuni¨®n puede interpretarse como el pistoletazo de salida de la estrategia electoral del PSE-EE, acrecentada tras los resultados el 9 de marzo en Euskadi, donde los socialistas ganaron al PNV en votos (430.000, el 38% de los votantes), diputados y senadores. De hecho, el 5 de abril iniciaba su proceso de elecci¨®n de candidato. Patxi L¨®pez fue aclamado por unanimidad el 6 de mayo, el mismo d¨ªa que Urkullu y Zapatero se ve¨ªan en secreto en La Moncloa.

Socialistas y peneuvistas han mantenido este a?o al menos cinco encuentros discretos o abiertamente secretos al m¨¢s alto nivel que no han servido para acercar posiciones. La primera cita fue en Madrid el 2 de enero. El presidente saliente del PNV Josu Jon Imaz, acompa?ado de su sucesor, Urkullu, se entrevist¨® con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. La segunda cita fue en Sabin Etxea el 11 de febrero. La tercera, de nuevo en Madrid, el 31 de marzo. Urkullu viaj¨® a la capital en la negociaci¨®n previa a la investidura de Zapatero. En esa reuni¨®n estuvieron presentes por parte socialista Rubalcaba, Jos¨¦ Antonio Alonso y Jos¨¦ Blanco. El cuarto encuentro se celebr¨® el 6 de abril en Madrid. El PNV ya empezaba a darse cuenta de que por primera vez en mucho tiempo la v¨ªa madrile?a de contactos con el PSOE era in¨²til.

Egiguren, el ide¨®logo en el PSE, est¨¢ persuadido de que Euskadi est¨¢ a las puertas de un cambio, y que la llegada del candidato del PSE, Patxi L¨®pez, a Ajuria Enea ser¨¢ un proceso de catarsis que puede alumbrar novedades en la normalizaci¨®n pol¨ªtica. Tal vez por eso, ya en febrero, cerr¨® la posibilidad de un acuerdo de fondo con el PNV sobre las bases del pasado (Loiola). La decisi¨®n del lehendakari de mantener su hoja de ruta parece darle la raz¨®n.