Im¨¢genes po¨¦ticas en los escombros
El fot¨®grafo Rong Rong retrata la despiadada transformaci¨®n urban¨ªstica de China
Un ramo de flores descansa entre las ruinas de un edificio demolido. Dos figuras humanas se acercan, como fantasmas, a los restos en medio de la noche. Esos mismos cuerpos desnudos yacen en un colch¨®n. Luego, ¨¦ste queda vac¨ªo. Cuando el artista chino Rong Rong (Zhangzhou, 1968) supo en 2002 que su casa, situada en el barrio pekin¨¦s de Liu Li Tun, iba a ser demolida, volvi¨® el objetivo sobre s¨ª mismo y convirti¨® la cr¨®nica de su expropiaci¨®n en una met¨¢fora de la despiadada transformaci¨®n urban¨ªstica de China en la ¨²ltima d¨¦cada. ?ste y otros relatos visuales pueden verse, hasta el 15 de septiembre, en la Casa de Asia de Madrid, en la muestra Rong Rong: el poder de las ruinas. Entre destrucci¨®n y construcci¨®n de la ciudad global.
El artista document¨® la demolici¨®n de su propia casa
Autodidacta, arrastra influencias de la tradici¨®n pict¨®rica
Como muchos artistas de su generaci¨®n, surgida a finales de los ochenta y principios de los noventa y que hoy invade las galer¨ªas y museos de Occidente, Rong Rong descubri¨® en la fotograf¨ªa un medio ideal para la experimentaci¨®n art¨ªstica. Con la velocidad necesaria para captar los cambios que se suced¨ªan a toda prisa a su alrededor. Pero no con "intenciones period¨ªsticas", se?al¨® ayer el artista mientras supervisaba la instalaci¨®n de las obras. "La p¨¦rdida de mi casa fue una experiencia triste. Con este proyecto quer¨ªa limpiar mis sentimientos".
La urgencia por explorar la metamorfosis del paisaje urbano de las ciudades chinas no se limita a los espacios p¨²blicos, sino que irrumpe tambi¨¦n en la vida privada del artista. "Acaba siendo una exploraci¨®n del yo, que se descubre en la gran ciudad, v¨ªctima de la soledad o de su individualidad", escribe Menene Gras, comisaria de la exposici¨®n, en La invenci¨®n del presente. Representaciones de la vida cotidiana en la fotograf¨ªa china contempor¨¢nea. En el caso de Rong Rong, ¨¦l mismo, junto con su esposa, la artista japonesa Inri (firman muchas de las obras como Rong Rong & inri), cuentan su propia historia, al convertirse en modelos de sus fotos.
Rong Rong se instal¨® a principios de los noventa en la zona conocida como el East Village de Pek¨ªn, una comunidad de pintores, fot¨®grafos y artistas de performance que trabajaban en proyectos conjuntos (fue el primer fot¨®grafo que registr¨® las actuaciones de nombres hoy tan conocidos como Zhang Huan o Ma Luiming). Quiso formarse como pintor pero nunca fue admitido en la Academia de Bellas Artes y, aunque se declara fot¨®grafo autodidacta, arrastra la fuerte influencia pict¨®rica de la tradici¨®n art¨ªstica china. "El arte chino es narrativo, cuenta, dice, pretende algo. Ellos no tuvieron a un Duchamp y no son tan v¨ªctimas de ese pasado conceptual que hereda el arte occidental", explicaba ayer Gras, horas antes de la inauguraci¨®n de la muestra. Rong Rong no es una excepci¨®n. Siempre de la mano de Inri, se adentra en otras historias. Algunas tambi¨¦n tienen que ver con la mutaci¨®n de los espacios, como la que recoge en el proyecto We are here, realizado en el distrito 798, zona de antiguas f¨¢bricas militares reconvertidas en gigantescas galer¨ªas de arte. Un proceso tolerado por las autoridades chinas y que en Rong Rong es el reverso de la destrucci¨®n.
Otras historias (In Fujisan, Japan o In Bad Goisern, Austria), son experimentos sobre "la relaci¨®n del cuerpo humano con la naturaleza", como explicaba ayer el artista en Madrid, al tiempo que mostraba orgulloso el folleto del Centro de Fotograf¨ªa Tres sombras, fundado por la pareja. Una espacio dise?ado por el arquitecto Ai Weiwei, que abri¨® sus puertas en 2007 y que en los ¨²ltimos meses ha albergado al fot¨®grafo Alberto Garc¨ªa-Alix en su programa de artistas residentes.
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