De vuelta a la tierra
La reprimenda de Luis a Torres contribuye a mesurar la euforia desatada tras la primera victoria de Espa?a por m¨¢s de un gol en una fase final de la Eurocopa
Desatada la euforia general con un exceso de serpentinas tras la victoria frente a Rusia, es necesario el intervencionismo de Luis Aragon¨¦s ante el colectivo. Sabio y curtido, nadie mejor para rebajar el ¨¦xtasis que alguien que perdi¨® la Copa de Europa por un minuto. Alguien que en su estreno como seleccionador en una gran pasarela tambi¨¦n arranc¨® con una goleada (4-0 a Ucrania en el Mundial 2006) y luego se despe?¨® junto al grupo en el cruce con Francia. Luis, al que se le ve m¨¢s terapeuta que nunca, tiene recetas contra el mal de altura. Por eso hizo bien ayer en recriminar la actitud de Fernando Torres, que desair¨® al t¨¦cnico al ser sustituido. Un cambio necesario porque Espa?a ten¨ªa que reforzar el medio campo ante el asalto final ruso y el equipo necesita que Cesc, su relevo, se reivindique de una vez por todas.
El reproche p¨²blico del t¨¦cnico es una medida contra un posible indicio de 'vedettismo'
Espa?a en Austria y Suiza |
La trayectoria de Torres |
Aragones con la Selecci¨®n |
La selecci¨®n necesita fresco al ariete del Liverpool, jugador de movimientos explosivos y que ha vivido un curso estresante en Inglaterra -en Innsbruck, la hinchada espa?ola incluy¨® en su decorado banderas del club de Anfield-. Nadie ha mimado al Ni?o como Luis. A Torres siempre le ha dado carrete pese a llevar dos goles en los 15 partidos que ha jugado desde el Mundial 2006. El reproche p¨²blico de Luis es una medida apropiada contra un posible primer indicio de vedettismo que, si no se ataja a tiempo, convierte los vestuarios en camerinos. Decisivo en el primer gol de Espa?a, Torres se asoci¨® bien con Villa y sus 54 minutos de desmarques dislocaron a los guardianes rusos. El valencianista, con un gen goleador m¨¢s que el ex atl¨¦tico, polariz¨® las portadas, pero los dos se necesitan mutuamente. Con los asistentes que tienen y a la contra, resultan punzantes como pocos.
Entre sus aguadores, nadie como Xavi, el term¨®metro de Espa?a. Su hora final ante Rusia deber¨ªa ser una asignatura obligatoria en las academias futbol¨ªsticas. El barcelonista estuvo al quite y torero. Fue el jugador que m¨¢s pases realiz¨® (63) y su eficacia fue del 86%, lo que revela una precisi¨®n de cirujano. Se remang¨® por encima de Senna cuando m¨¢s apretaba el contrario y se solt¨® los grilletes cuando tuvo a su lado a Cesc, junto a quien lleg¨® al ¨¢rea de Akinfeev en el cuarto gol. El manual de Xavi sirve para el toque en campo rival y para la contra desde el propio.
Sofocado el asunto del infantil desplante y, con los pies en la tierra, Espa?a tiene motivos para acentuar su autoestima. Primero, por el resultado, tan significativo que es el m¨¢s abultado conseguido jam¨¢s por la selecci¨®n en una fase final de la Eurocopa -para la UEFA, oficialmente, a partir de cuartos hasta 1976 y de la modalidad por grupos desde 1980-. Eso s¨ª, el list¨®n no estaba muy alto. M¨¢s bien, lo contrario: Espa?a nunca hab¨ªa ganado por m¨¢s de un gol. Y, de una tacada, Villa ya ha igualado a Alfonso -tres tantos en 2000- como el m¨¢ximo goleador espa?ol en una fase final. Estad¨ªsticas elocuentes del impactante arranque espa?ol que no deben ocultar la palidez del adversario, sin sus dos mejores atacantes y con un boquete considerable en su retaguardia, la remolona puesta en escena de Espa?a y las debilidades en sus arterias defensivas. Pero, con el viento a favor si el ¨¦xito se metaboliza de forma mesurada, todo es subsanable antes de que el equipo alcance la meta volante de los cuartos. Entonces se sabr¨¢ su medida exacta.
Los jugadores m¨¢s famosos de la selecci¨®n espa?ola (lalistaWIP)
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