Daniel Burman conquista un lado m¨¢s taquillero con 'El nido vac¨ªo'
El sexto filme del director argentino seduce a 275.000 espectadores
"Siempre supe que ¨¦sta no era una pel¨ªcula sobre qu¨¦ le pasa a un hombre o a un matrimonio de 50 a?os, sino acerca de los miedos que tiene un hombre de 30 al entrever la pr¨®xima etapa de su vida", confiesa Daniel Burman (Buenos Aires, 1973) en las oficinas de su productora, en el barrio porte?o de Colegiales, para definir su sexto largometraje, El nido vac¨ªo. Una exploraci¨®n en tono de comedia sobre la vida de un matrimonio cuando los hijos dejan el hogar, que ha resultado un taquillazo desde que se estrenara en Argentina el 24 de abril (la han visto ya 275.000 espectadores).
Cecilia Roth protagoniza una cr¨®nica de pareja tras la marcha de los hijos
Protagonizada por ?scar Mart¨ªnez y Cecilia Roth y coproducido por la compa?¨ªa espa?ola Wanda Films (que la estrenar¨¢ a final de a?o), narra las fisuras que va tramando una larga convivencia, en la que los silencios se han multiplicado, en la vida de Leonardo y Martha. La acci¨®n los sit¨²a durante la primera noche que su hija adolescente no duerme en casa. "?l tiene una peque?a disputa con su mujer e imagina c¨®mo ser¨¢ su vida cuando los chicos no lleguen ni ¨¦sa ni ninguna otra noche y tenga todo el espacio y el tiempo a solas con ella", explica Burman, autor tambi¨¦n del gui¨®n del filme.
El nido vac¨ªo, sexto largometraje de Burman, marca un cambio en la filmograf¨ªa del director que salt¨® a la primera divisi¨®n del cine mundial en 2004, al ganar un Oso de Plata en el Festival de Berl¨ªn con El abrazo partido. "Sent¨ªa la necesidad de salir de mi generaci¨®n y de contar una historia desde otra perspectiva, con actores que ten¨ªan m¨¢s experiencia que yo sobre lo que est¨¢bamos narrando", dice Burman. Las novedades incluyen tambi¨¦n juegos de ficci¨®n dentro de la ficci¨®n, amigos imaginarios, tintes de musical y fantas¨ªas er¨®ticas y dejar de lado personajes de oficina (abogados, comerciantes): "Leonardo es un dramaturgo que no trabaja de intelectual", aclara Burman. "Vive algo que a m¨ª me interesaba contar, el seudorreconocimiento, eso de ser famoso pero s¨®lo en algunos sitios y para alguna gente. No, en un taller mec¨¢nico; s¨ª en una librer¨ªa, por ejemplo. Algo que a m¨ª tambi¨¦n me pasa y que me gust¨® incorporar al filme".
Esta vez usa una c¨¢mara menos nerviosa (sus ¨²ltimos filmes estuvieron signados por la c¨¢mara en mano), reflejo de un nuevo tempo interno de los personajes: "Buscar, aqu¨ª, no tiene tanto que ver con el movimiento. Es un tiempo de observaci¨®n, menos adolescente que el de mis protagonistas anteriores: se ve c¨®mo la vida pasa y se intenta aferrar algo de eso que se escapa. Es una b¨²squeda a paso de hombre", explica el director, admirador confeso de Truffaut.
Pero la pel¨ªcula tambi¨¦n reivindica constantes del estilo Burman: el humor como contrase?a, la comedia como g¨¦nero -"la vida es una tragedia porque nos morimos al final; la ¨²nica salida posible es contarla de otro modo"-, y la familia como microcosmos -"quise explorar la construcci¨®n de la felicidad familiar, una construcci¨®n casi f¨ªsica que se altera cuando la casa queda vac¨ªa"-. Y lo jud¨ªo, aunque lateralizado. Ya no est¨¢ el Once -barrio t¨ªpicamente jud¨ªo de Buenos Aires- como escenario, ni la obsesi¨®n por la cultura religiosa y sus marcas, pero s¨ª un viaje a Israel, donde transcurre parte de la acci¨®n. "Yo pensaba que esta pel¨ªcula no era nada jud¨ªa. Filmar en Israel se dio naturalmente: hab¨ªa viajado recientemente y al ver los paisajes me dije 'yo quiero filmar ac¨¢'. Uno podr¨ªa pensar que lo jud¨ªo est¨¢ all¨ª, pero creo que tiene m¨¢s que ver con el relato, con el valor de la palabra", explica el director. "Lo que redime a Leonardo es poder hablar de todo lo que le pasa. La importancia de la palabra como sanaci¨®n y redenci¨®n es un tema importante en la pel¨ªcula y algo as¨ª como un gui?o judeo-cristiano", afirma Burman.
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