El rechazo irland¨¦s desbarata los planes europeos de Sarkozy
La agenda de la presidencia francesa de la UE queda aparcada por ahora
Francia bloque¨® el proceso europeo con su no al Tratado Constitucional Europeo hace algo m¨¢s de tres a?os. Francia lo reactiv¨® con la iniciativa del tratado simplificado del presidente Nicolas Sarkozy, que dio lugar al Tratado de Lisboa. Y Francia tiene ahora de nuevo la pelota en su tejado, a pocas semanas de tomar la batuta de Europa, por obra y gracia del no irland¨¦s. Los grandes planes del inquilino del El¨ªseo han sufrido un importante rev¨¦s, pero la consigna que ayer se adivinaba era de un absoluto estoicismo: aqu¨ª no pasa nada.
"El Tratado de Lisboa est¨¢ muerto", dice un senador socialista
Emocional, tras confesarse "hundido" en un primer momento al serle comunicada la noticia, el ministro de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet, rectific¨® r¨¢pidamente. "No estoy hundido, estoy triste, pero Europa no est¨¢ averiada ni en crisis; esto es s¨®lo un incidente. No estoy descorazonado, sino combativo". Jouyet sugiri¨® buscar "un acuerdo jur¨ªdico" entre Irlanda y los otros 26 miembros de la UE, sin dar m¨¢s detalles.
La agenda de Sarkozy para la presidencia francesa que arrancar¨¢ el pr¨®ximo 1 de julio ten¨ªa cuatro grandes pilares: avanzar en la defensa europea, coordinar la pol¨ªtica energ¨¦tica y la lucha contra el cambio clim¨¢tico, lanzar la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo y conseguir un pacto sobre inmigraci¨®n. Fuentes del El¨ªseo insist¨ªan ayer en que "todos estos objetivos son alcanzables en el marco del Tratado de Niza, pese a la victoria del no en Irlanda", incluso antes de que Par¨ªs y Berl¨ªn hicieran p¨²blico su comunicado conjunto pidiendo que siguiera el proceso de ratificaci¨®n del Tratado de Lisboa.
Sin embargo, los planes de Sarkozy para reactivar Europa en la estela de una especie de refundaci¨®n, y especialmente sus intenciones de influir en la futura textura pol¨ªtica de la UE, que pasaban por poner en marcha las primeras reformas contenidas en el Tratado de Lisboa e influir en la elecci¨®n del futuro presidente de la UE y del sustituto de Javier Solana en la Asuntos Exteriores, van a quedar aparcados, por el momento.
De nuevo, como sucediera en la primavera de 2005, nadie ha previsto un plan B, y menos Par¨ªs. El jueves, el primer ministro Fran?ois Fillon advirti¨® de que no habr¨ªa Tratado de Lisboa si lo rechazaban los irlandeses, apuntando como ¨²nica salida "retomar el di¨¢logo con el pueblo irland¨¦s" sin concretar m¨¢s. A tenor de los primeros an¨¢lisis que ayer surg¨ªan de las proximidades gubernamentales, Sarkozy no parece partidario de abrir un periodo de reflexi¨®n, como se hizo entonces, paralizando la m¨¢quina europea.
El voto irland¨¦s, por otra parte, ha llevado la alegr¨ªa al heterog¨¦neo frente no¨ªsta de 2005, en el que cohabitaban desde la extrema derecha soberanista hasta la ultraizquierda, pasando por los comunistas y un notorio sector del socialismo, encabezado por el ex primer ministro Laurent Fabius. Para todos ellos, los irlandeses le han dado la vuelta a la decisi¨®n de Sarkozy de ratificar el Tratado de Lisboa por v¨ªa parlamentaria y evitar un nuevo refer¨¦ndum. El soberanista Philippe de Villiers celebraba la "valent¨ªa" de los irlandeses, los comunistas festejaban el "frenazo de la Europa liberal". "El Tratado de Lisboa est¨¢ muerto", dijo el senador socialista, Jean Luc Melenchon, para quien los franceses han podido finalmente votar, a trav¨¦s de ellos.
Desde las filas europe¨ªstas, sin embargo, empezaban a surgir las primeras cr¨ªticas a la actuaci¨®n del actual Gobierno franc¨¦s, pregunt¨¢ndose sobre el papel jugado por las ¨²ltimas iniciativas francesas de claro tinte proteccionista o las llamadas a una homogeneizaci¨®n fiscal en el seno de la Uni¨®n Europea, claramente dirigida contra los pa¨ªses que, como Irlanda, mejor han sabido jugar la carta de una fiscalidad competitiva.
El euro retrocede
La moneda ¨²nica europea no encaj¨® de buen grado el rev¨¦s del tratado europeo en Irlanda. Tan pronto como el Gobierno irland¨¦s reconoci¨® que el no hab¨ªa prevalecido en la consulta, el euro retrocedi¨® al nivel de mediados de marzo, situ¨¢ndose en torno a 1,5350 d¨®lares. A finales de abril, la moneda ¨²nica hab¨ªa llegado a cotizar en torno a 1,60 d¨®lares.
El Banco Central Europeo (BCE) fij¨® el cambio oficial del euro en 1,5336 d¨®lares. En las principales Bolsas europeas, el resultado irland¨¦s no tuvo ning¨²n efecto negativo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.